De tunear coches a pintar cuadros
El artista hiperrealista Don Eddy presenta su primera muestra individual en Espa?a

¡°En 1969 pint¨¦ 52 cuadros. El a?o siguiente, 24. Despu¨¦s 12, 6, 3¡ hasta llegar al punto que, durante mucho tiempo, no pintaba m¨¢s que una obra en 12 meses¡±. As¨ª justifica el pintor hiperrealista Don Eddy (Estados Unidos, 1944) su larga ausencia en Europa: comprometido con una galer¨ªa de Nueva York, rara vez consigue reunir suficiente material para organizar una exposici¨®n monogr¨¢fica como la que, por primera vez en Espa?a, alberga hasta finales de este mes el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) de Barcelona.
Don Eddy tuvo ¨¦xito en la d¨¦cada de los 70 por sus obras figurativas y foto- realistas (reproducci¨®n exacta de una fotograf¨ªa mediante pintura): autom¨®viles, sobre todo de la marca Volkswagen y detalles industriales y escaparates de la ciudad de Nueva York. Su lenta producci¨®n no se debe a una crisis creativa. Solo hay que observar los matices de colores de los ocho tr¨ªpticos -realizados entre 2005 y 2011- que forman la exposici¨®n: ¡°Cada cuadro tiene unos 25 estratos distintos¡±, revela el artista. Dibuja usando el mismo aer¨®grafo desde hace 56 a?os, cuando ayudaba a su padre a repintar y tunear coches de segunda mano en el taller de mec¨¢nica familiar. La fotograf¨ªa ¨Csu otra gran herramienta- lleg¨® por necesidad: de familia pobre, hac¨ªa retratos a los turistas para poder estudiar en la Universidad de Haw¨¢i. ¡°Estos instrumentos son los ¨²nicos que tienen sentido para m¨ª. Una vez intent¨¦ empu?ar un com¨²n pincel, pero no funcion¨® en absoluto¡±, se r¨ªe.
Las ocho obras reunidas en el MEAM se alejan de sus sujetos tradicionales y se adentran en cuestiones trascendentales basados en la diferencia entre percepci¨®n y experiencia. Los tr¨ªpticos est¨¢n colgados a una distancia de 2,54 cent¨ªmetros cada uno: en la mayor¨ªa, los detalles naturales de lagos, bosques, frutos y flores, se combinan con fragmentos industriales de puentes, estructuras de hierro y rascacielos, adem¨¢s con referencias a la antig¨¹edad a partir de estatuas griegas, ruinas y b¨®vedas medievales. Nostalgia, poder, fragilidad, entrop¨ªa e incluso muerte habitan estas obras creadas con una t¨¦cnica que desde su invenci¨®n, a finales de los a?os 60, obtuvo m¨¢s cr¨ªticas que elogios: ¡°El trabajo con el aer¨®grafo y la fotograf¨ªa, derivado del arte comercial como la publicidad, era rechazado en el mundo del arte¡±. La situaci¨®n no mejor¨® en 1972, cuando la galer¨ªa Sidney Janis de Nueva York organiz¨® la primera exhibici¨®n colectiva de los denominados foto-realistas: ¡°En la prensa se escribi¨® que mis trabajos eran una abominables¡±, recuerda.
El movimiento alcanz¨® su momento de auge, pero Don Eddy tuerce la nariz cuando lo califican como foto-realista o hiperrealista: ¡°No ha existido nunca este grupo¡±, garantiza: ¡°Todos ¨¦ramos gente con un bagaje sociocultural muy distinto y sin objetivos en com¨²n. Descart¨¢bamos esta etiqueta, inventada por el mercado para comercializar nuestro estilo¡±. Para ¨¦l, su arte es ¡°pintura figurativa contempor¨¢nea¡±. Pero las categorizaciones, igual que el significado de sus cuadros, prefiere dejarlas al juicio los espectadores.
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