¡°El error fue pensar que Can Vies eran solo cuatro paredes¡±
Vecinos del barrio destacan que la respuesta al desalojo era previsible
La dur¨ªsima respuesta del mundo alternativo por el desalojo de Can Vies ha sorprendido al Ayuntamiento de Barcelona y a los Mossos, que no hab¨ªan previsto una reacci¨®n tan contundente. Pero en Sants mucha gente era consciente que Can Vies era mucho m¨¢s que una casa okupada. ¡°El error que han cometido ha sido pensar que Can Vies eran s¨®lo cuatro paredes¡±, explicaba ayer un militante del barrio de Sants que, como tantos otros, se form¨® pol¨ªticamente en este centro social.
Son varias las generaciones que a lo largo de estos 17 a?os han ido pasando por Can Vies, un espacio que hasta el lunes ¡ªd¨ªa del desalojo¡ª gestionaban chavales de menos de 25 a?os. ¡°Algunos de los que ahora forman parte de Can Vies no hab¨ªan nacido cuando se okup¨®¡±, dec¨ªa ayer un joven apodado Pau Guerra, miembro de la asamblea del centro social.
El centro ha sido para muchos ¡°una escuela de militancia¡± y un ¡°laboratorio de autogesti¨®n¡±, explica este militante que ronda los 35 a?os y que durante un tiempo vivi¨® en la casa. Can Vies se aliment¨® del generoso y bien articulado tejido social de Sants, un barrio obrero con tradici¨®n de luchas populares y con una importante historia cooperativista. Al mismo tiempo, la casa alternativa le ha correspondido al barrio. La ambiciosa experiencia del cercano Can Batll¨®, por ejemplo, no hubiera sido lo mismo sin la aportaci¨®n de Can Vies.
Entre todas las reivindicaciones que se han organizado desde este centro social figuran movilizaciones antiglobalizaci¨®n, pero tambi¨¦n reclamaciones de proyectos urban¨ªsticos o aspectos tan locales como el cambio de itinerario de una l¨ªnea de autobuses del barrio, seg¨²n explica Ferran Aguil¨®, vecino y veterano militante del barrio de 58 a?os y que form¨® parte de la asamblea de Can Vies desde 2001 hasta 2009, cuando empez¨® a implicarse en Can Batll¨®. ¡°La transversalidad del centro ha sido brutal¡±, asegura Aguil¨®.
¡°Por aqu¨ª han pasado gran parte de nuestros hijos¡±,? se?ala un dirigente vecinal
Las asociaciones de vecinos de Sants eran plenamente conscientes de la importancia de Can Vies y muchos de sus miembros han dado muestras de apoyo a la casa, pese a la gran violencia de las protestas, que evitan condenar, y pese a los elevados da?os causados al mobiliario urbano del Sants y de otros puntos de la ciudad o la quema el lunes de una unidad m¨®vil de TV-3.
Uno de los apoyos a Can Vies m¨¢s comentados ayer en el barrio era el de Jordi Soler, del Centro Social de Sants, una entidad vecinal. Soler hizo p¨²blica una ¡°carta abierta a Jordi Mart¨ª¡±, el concejal de Sants-Montju?c que ha llevado las negociaciones con los okupas estos meses. ¡°No hac¨ªa falta desalojar Can Vies¡±, dice la carta y asegura que desde esta entidad vecinal ya se lo hab¨ªan advertido. ¡°Has abierto la caja de truenos que muchos hab¨ªan mantenido cerrada¡±, a?ade Soler en referencia a los anteriores gobiernos socialistas, que evitaron desalojar el inmueble, propiedad de la empresa p¨²blica Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Soler atribuye la decisi¨®n de Mart¨ª a que este no es del barrio y desconoc¨ªa la importancia del centro y le recuerda: ¡°Por Can Vies han pasado gran parte de nuestros hijos, sobrinos y nietos y, en algunos casos, nosotros mismos¡±. La noche del martes, en medio de las sirenas de la polic¨ªa y de los gritos de los manifestantes, pod¨ªa o¨ªrse la cacerolada de los vecinos en apoyo a los manifestantes y en contra de los antidisturbios de los Mossos.
Adem¨¢s del arraigo que Can Vies ten¨ªa en Sants y de haber dejado huella en distintas generaciones, la respuesta ante su desalojo tambi¨¦n se alimenta del descontento social, del precio que est¨¢n pagando muchos barrios obreros por esta crisis y de los recortes sociales. Desde Can Vies, la inusitada violencia en todas las protestas la atribuyen al contexto actual: ¡°La gente est¨¢ harta de que sigan los recortes. Por esto el barrio ha respondido. [El desalojo] ha sido la chispa que ha encendido la llama¡±, argumenta Pau Guerra. ¡°La pol¨ªtica de CiU no responde a ninguna crisis, es su programa pol¨ªtico¡±, continu¨® Guerra, que asegur¨®: ¡°El hecho m¨¢s grave que se ha producido en el barrio ha sido precisamente el propio desalojo de Can Vies¡±. Guerra a?adi¨® que ¡°la violencia engendra violencia¡±, justificando la reacci¨®n ante el desalojo.
Ferran Aguil¨® acus¨® al alcalde Xavier Trias de ¡°tirar gasolina al fuego¡±. Aguil¨® y Soler, representantes tambi¨¦n de las diferentes generaciones que han pasado por el centro social, reclamaron la dimisi¨®n del alcalde y del concejal de Sants.
Can Vies se okup¨® a finales de los a?os 90 y es uno de los centros sociales que nacieron tras el desalojo del cine Princesa, el centro okupado que marc¨® un antes y un despu¨¦s en la historia del movimiento squater en Barcelona. Junto con Can Vies, se pusieron en marcha otros centros como el Hamsa (Sants), El Palomar (Sant Andreu) o Can Titella (Gr¨¤cia). Todos ellos est¨¢n ya cerrados.
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