Discapacitada, abandonada y desahuciada
Una mujer de 69 a?os est¨¢ a punto de perder su casa en Valencia Su marido pidi¨® un cr¨¦dito con garant¨ªa hipotecaria antes de desaparecer hace dos a?os


Apoyada en una muleta, Rosa Mart¨ªnez, de 69 a?os, dec¨ªa este lunes a la puerta de la Ciudad de la Justicia de Valencia que estaba demasiado nerviosa para hablar. Su historia la contaba Liliana Moreno, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Seg¨²n Moreno, Mart¨ªnez padece una discapacidad f¨ªsica del 72%, mantiene a un hijo de 42 a?os con problemas psiquicos, ingresa 340 euros de su pensi¨®n no contributiva y su marido, cuyo ¨²ltimo trabajo conocido fue el de vigilante de un garaje, se march¨® hace dos a?os de casa sin dar explicaciones tras haber solicitado un cr¨¦dito personal con garant¨ªa hipotecaria por cuyo impago est¨¢ a punto de quedarse ahora en la calle la mujer.
"Estoy en una situaci¨®n muy mala. No puedo pagar la hipoteca, me van a desahuciar y estoy esperando a ver si hay justicia", explic¨® brevemente y visiblemente sofocada Mart¨ªnez delante de la pancarta que unos 40 integrantes de la PAH desplegaron ante la sede de los juzgados de Valencia.
La mujer, que en su momento denunci¨® a su marido por abandono del hogar, debe 55.000 euros al Banco Primus, una entidad portuguesa con la que seg¨²n los miembros de la plataforma antidesahucios que han asesorada a la mujer ha sido muy dif¨ªcil ponerse en contacto porque solo tienen una sede en Espa?a (en Madrid, avenida Patern¨®n) y un tel¨¦fono en el que siempre responde un "contestador autom¨¢tico".
Mart¨ªnez y varios miembros de la PAH lograron, sin embargo, entrevistarse con un responsable de la entidad financiera. "Le propusimos la daci¨®n en pago de la vivienda y un alquiler social que ella pudiera pagar, pero se negaron rotundamente", relat¨® Moreno.
Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez, portavoz de la plataforma, lament¨® que la normativa aprobada por el Gobierno para paliar la escalada de desahucios excluya casos como el de Rosa Mart¨ªnez. La mujer cumple el par¨¢metro de ser pobre de solemnidad, pero el cr¨¦dito no fue solicitado para adquirir el piso, como requiere la ley, sino, seg¨²n afirman, para hacer una reforma en la vivienda, situada en el barrio valenciano de Tendetes, en el distrito de Campanar.
En un mes, si el juez que dirige el procedimiento o la Audiencia de Valencia no lo impiden, la mujer tendr¨¢ que abandonar la casa.
El Instituto Nacional de Estad¨ªstica public¨® en julio su primer c¨¢lculo de ejecuciones hipotecarias, que situ¨® a la Comunidad Valenciana como tercera autonom¨ªa con m¨¢s lanzamientos, 4.282 en los tres primeros meses del a?o.
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