Una cl¨ªnica ginecol¨®gica de M¨¢laga denuncia por acoso a activistas provida
El colectivo feminista Marea Violeta reclama la intervenci¨®n de la Subdelegaci¨®n del Gobierno

Los responsables de la cl¨ªnica ginecol¨®gica Ginecenter de M¨¢laga han presentado tres denuncias en el juzgado de guardia en las ¨²ltimas dos semanas por supuesto acoso y coacci¨®n de un grupo de activistas provida, tanto a las usuarias como al personal del centro. Seg¨²n su director, Alberto Stolzenburg, es constante la presencia de cinco o seis personas, todos hombres, que portan carteles y se ubican a solo medio metro de la puerta. Adem¨¢s de llamar ¡°asesinas¡± a las mujeres, le piden ¡°que no entren, que van a matar a su hijo e incluso le dicen que ella tambi¨¦n va a morir¡±. Una paciente que se ha sentido acosada tambi¨¦n ha denunciado los hechos.
Este grupo no estaba ayer ni hoy en la puerta de la cl¨ªnica, algo que se achaca al ruido medi¨¢tico al hacer p¨²blica la denuncia. Este mi¨¦rcoles ha habido una comparecencia en la que el colectivo feminista Marea Violeta, que ha remitido un escrito a la Subdelegaci¨®n del Gobierno para que act¨²e, ha pedido el cese de esta situaci¨®n. Los grupos municipales de PSOE e IU en el Ayuntamiento de M¨¢laga tambi¨¦n han reclamado al equipo de gobierno del PP que tome cartas en el asunto y presentar¨¢n sendas mociones en el pleno en este sentido. ¡°Hay pocos atentados m¨¢s graves que este contra los derechos sociales¡±, ha argumentado la portavoz socialista, Mar¨ªa G¨¢mez.
Stolzenburg, que es vocal en Andaluc¨ªa de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para la Interrupci¨®n del Embarazo (Acai), ha explicado que otros dos centros de la capital malague?a han sufrido episodios similares, pero m¨¢s espor¨¢dicos. Todos est¨¢n conveniados con la Junta de Andaluc¨ªa y la pr¨¢ctica de una interrupci¨®n voluntaria del embarazo es legal.
En el caso de Ginecenter, hace dos a?os que estos activistas provida empezaron a rondar por la cl¨ªnica y desde julio se ha intensificado ese supuesto acoso. ¡°Esto es algo muy antiguo; ha sucedido y sigue sucediendo en cl¨ªnicas de Madrid o de Sevilla, pero aqu¨ª se ha incrementado en los ¨²ltimos tres meses¡±, relata.
No hay distinci¨®n a la hora de avasallar a trabajadoras y pacientes, que acuden a la cl¨ªnica para distintas consultas o pruebas, no solo para la pr¨¢ctica de un aborto. Hace unos d¨ªas fue ¡°increpada¡± la hija de una trabajadora de Ginecenter que accedi¨® al centro para ver a su madre. Desde el centro se ha llamado a la Polic¨ªa Local en 10 ocasiones. Seg¨²n Stolzenburg, los agentes han identificado a los concentrados y se han limitado a recomendarles que pusieran una denuncia.
¡°Igual que se ponen polic¨ªas locales en las puertas de los colegios concertados, se podr¨ªan poner en la cl¨ªnica¡±, aporta como Carmen Mart¨ªn, de la plataforma Marea Violeta. Seg¨²n ha comprobado este colectivo, los activistas ofrecen a las mujeres folletos e informaci¨®n de la asociaci¨®n Red Madre, que atiende a mujeres embarazadas con dificultades.
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