Un neandertal en la universidad
Presentados en la UB los restos de un ni?o de la especie hallados en la cueva del Gigante de Sitges
Son dos trozos de hueso peque?os y oscuros pero constituyen un tesoro de informaci¨®n y cuentan una historia fascinante. Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) han presentado esta ma?ana en el Aula Magna del mismo centro, en un ambiente digno del profesor Challenger de El mundo perdido, los f¨®siles de 55.000 a?os de antig¨¹edad hallados en la cueva del Gigante de Sitges (Garraf), un yacimiento extremo al borde del mar al que hay que acceder ¨Cvalientemente- con t¨¦cnicas espeleol¨®gicas. Son sendos trozos de mand¨ªbula -el lado derecho de esta, con dientes, uno de leche-, y de h¨²mero ¨Cel izquierdo, la parte inferior- pertenecientes a un ni?o de neandertal (Homo neanderthaliensis) de entre cinco y siete a?os de edad. La cueva, que entonces se encontraba varios kil¨®metros tierra adentro, fue alternativamente refugio de neandertales y cubil de hienas.
Los restos, publicados por el equipo en un art¨ªculo de la revista Journal of Human Evolution, han sido puestos bajo los ojos de las c¨¢maras sobre una mesa y sostenidos como verdaderas reliquias en las manos enguantadas de los cient¨ªficos. Se trata de unos de los escas¨ªsimos f¨®siles de neandertal hallados jam¨¢s en Catalu?a y los primeros que han sido desenterrados en el contexto de una excavaci¨®n cient¨ªfica moderna, por tanto con todas las garant¨ªas y perfectamente enmarcados en la cronolog¨ªa. Son asimismo, seg¨²n remarcaron los descubridores, los restos m¨¢s antiguos de un individuo de corta edad encontrados en territorio catal¨¢n, lo que hace del peque?o neandertal y he ah¨ª un t¨ªtulo ¡°el ni?o m¨¢s antiguo de Catalu?a¡±, 50.000 a?os m¨¢s viejo que el siguiente que ser¨ªa el infante de alg¨²n enterramiento neol¨ªtico de hace unos 5.500 a?os.
Los investigadores no descartan que los huesos pertenezcan en realidad a dos individuos aunque la proximidad en que han aparecido y la coincidencia de edad anat¨®mica (entre cuatro a?os y medio y cinco a?os la mand¨ªbula y entre cinco y siete el h¨²mero) apunta a que son del mismo ni?o. Los estudiosos califican los f¨®siles de ¡°la evidencia m¨¢s clara de esta especie en Catalu?a¡± y recuerdan que hasta ahora todos los restos de neandertal hallados en el territorio catal¨¢n hab¨ªan sido resultado de hallazgos aislados, casuales o de excavaciones antiguas, aparte de que del resto m¨¢s popular, la mand¨ªbula de Banyoles, de 45.000 o 50.000 a?os, se discute si verdaderamente corresponde a la especie o a un humano m¨¢s moderno.
En la presentaci¨®n de los restos del ni?o, el veterano prehistoriador Josep Maria Fullola ha subrayado la importancia del hallazgo, por tratarse de un neandertal y un individuo infantil (ni?o y no ni?a, pues hay elementos que definen su sexo). Ha se?alado que en Catalu?a ¡°hab¨ªa un vac¨ªo¡± con escas¨ªsimos f¨®siles de la especie ¨Cpese a que se conocen numerosas ocupaciones- y en puridad ninguno hallado con los requerimientos que exige la ciencia moderna. Ha recordado el caso de la mand¨ªbula de Banyoles hallada por obreros de una cantera en 1887 y llevada al farmac¨¦utico local, y otros, como el diente de Mollet, que no proced¨ªan de excavaciones met¨®dicas. Los restos del ni?o en cambio ¡°permiten leer toda la p¨¢gina¡±.
Los directores del equipo que realiz¨® el hallazgo, los arque¨®logos Joan Daura y Montserrat Sanz, han explicado en profundidad los f¨®siles. Sanz, una joven de aire prerrafaelita pero voz muy firme, ha mostrado reconstrucciones en 3D de los f¨®siles realizadas a partir de tomograf¨ªas computadas y se?alado que aparte del molar definitivo y el diente de leche de la mand¨ªbula por debajo hay tres dientes m¨¢s, dos premolares y un canino. El agujero mentoniano en la mand¨ªbula, por el que pasan los vasos que la irrigan, es la demostraci¨®n de que se trata de un neandertal, pues est¨¢ en la posici¨®n retrasada caracter¨ªstica de la especie con respecto a nosotros, los humanos anat¨®micamente modernos. La tomograf¨ªa del h¨²mero muestra claramente tambi¨¦n el grosor de la pared del hueso, muy superior al de los humanos modernos y propio de la robustez de los neandertales.
A los nuevos restos se los denomina Gigante 4 y 5, por el nombre de la cueva y por ser los que se han hallado despu¨¦s de una mand¨ªbula de 52.000 a?os que se encontr¨® en los a?os 50 pero no fue identificada hasta recientemente, y dos dientes. En total proceden de la cueva cinco f¨®siles de cuatro individuos, lo que la convierte en el yacimiento con m¨¢s restos de neandertales de Catalu?a, y los ¨²nicos clara e incontrovertiblemente identificados, seg¨²n ha recalcado Fullola.
Los huesos del ni?o, ha explicado Sanz, aparecieron al fondo de la cueva y mezclados con restos de actividad de las hienas (excrementos fosilizados y huesos de animales ro¨ªdos). Pero tambi¨¦n asociados a actividad dom¨¦stica humana: evidencias de hogueras, huesos animales descarnados y herramientas de s¨ªlex. ¡°Pens¨¢bamos que las ocupaciones humanas se realizaban en la entrada y que los carn¨ªvoros prefer¨ªan los interiores, porque la zona profunda, estrecha y oscura, parece menos habitable. Pero los neandertales ocuparon aqu¨ª tambi¨¦n las partes internas, aunque fuera espor¨¢dicamente¡±. Las dos hip¨®tesis son que o los restos del ni?o fueron llevados al interior de la cueva por carn¨ªvoros, como presa o carro?a, aunque los huesos no muestran evidencias de haber sido mordidos, o fueron depositados, ¡°enterrados¡± intencionadamente ¨Clos neandertales no practicaban generalizadamente el entierro- y los carn¨ªvoros los removieron. Nuevas excavaciones tendr¨ªan que arrojar luz sobre ello.
Joan Daura ha explicado que la cueva no tiene niveles m¨¢s antiguos, pero quedan por excavar seis metros cuadrados del nivel en que aparecieron los restos. El ni?o de la cueva ser¨ªa un neandertal avanzado pero previo al contacto y coexistencia con los humanos modernos (lo que se suele llamar los croma?ones, nosotros, vamos). Al individuo no se le ha puesto nombre, m¨¢s all¨¢ de la indicaci¨®n pr¨¢ctica de la procedencia y el n¨²mero. Fullola sugiri¨® medio en broma que podr¨ªa denomin¨¢rsele Bartomeu, por el santo patrono de Sitges. Pero Daura y Sanz no son partidarios de la moda de bautizar restos paleontol¨®gicos, aparte de que al ni?o neandertal ¡°le parecer¨ªa raro que le pusieran el nombre de un santo¡±.
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