Llegar a buen puerto
Cadaqu¨¦s, el jard¨ªn de piedras, lucha para mantener su identidad a pesar de la invasi¨®n tur¨ªstica
A Cadaqu¨¦s hay que querer ir. Se llega por una carretera estrecha y sinuosa. En los apenas 17 kil¨®metros que lo separan de Roses hay m¨¢s de 100 curvas. Pero, cuando en el ¨²ltimo tramo ves el mar y es Cucurucuc, un islote frente a s¡¯Arenella, cuando ves ese sol que se refleja en los olivos, en el mar, esa luz tan especial, se te ensancha el coraz¨®n. Has llegado a puerto. Da paz y sosiego y una agradable sensaci¨®n de estar lejos de todo.
Pero no hay sosiego en agosto. El pueblo, que no llega a los 3.000 habitantes, es invadido por una abultada tropa de turistas, incluidos los passavolants, algunos s¨®lo para pasar unas horas o un d¨ªa o dos. Porque a Cadaqu¨¦s hay que ir, porque es el pueblo m¨¢s bonito del mundo. Lo dijo Dal¨ª y se ha repetido hasta la saciedad. En agosto, ¡°se convierte en una torre de Babel infernal¡±, escribi¨® ya en 1984 Garc¨ªa M¨¢rquez en el art¨ªculo Tramontana mortal (EL PA?S), que luego reconvirti¨® en uno de sus Doce cuentos peregrinos.
Nostalgia inevitable de aquellos tiempos tranquilos, de cuando pod¨ªas disponer de una cala en Cap de Creus s¨®lo para familia, pescar con gambina, coger musclus bajo el agua o ir en junio a la isla de la Encalladora, frente al Cap de Creus, para ver los nidos de las gaviotas. Con la llegada del turismo, en los a?os sesenta, el agua potable se agot¨® y por el grifo sal¨ªa salada. Es imborrable el recuerdo de cuando llevaban el agua en es barco de l¡¯aiga. El redescubrimiento de Cadaqu¨¦s fue bueno para el pueblo, le salv¨® de apuros econ¨®micos y entonces no era masivo.
Dormir, comer, ver...
D?NDE COMER
- Casa Anita, en Miquel Rosset, 16. No vayan a este restaurante si les gusta tener una mesa para ustedes solos. D¨¦jense guiar por Juanito para elegir: pescado, anchoas, gambas, escalivada, carpaccio de at¨²n¡ y dejen un rinc¨®n para los postres. Son buen¨ªsimos.
- La Gritta, en el Passeig y en el Pianc. Las mejores pizzas.
- Compartir, en la Riera de Sant Vicen?. Creado por tres disc¨ªpulos de Ferran Adri¨¤ que trabajaron en El Bulli.
- MF, en el Poal. Ideal para tomar una copa y degustar excelentes y originales tapas.
D?NDE DORMIR
- Hotel Playa Sol, en el Pianc. Habitaciones con balcones o terrazas que dan al mar e interiores que dan a un jard¨ªn con piscina. Est¨¢ a medio minuto de la playa del Pianc, la que m¨¢s gusta a los ni?os, porque tiene arena.
- Fonda Ubaldo. En la calle Uni¨®, 13, en el casco antiguo, pero cerca del mar. Reformado y familiar.
UN LUGAR PARA VISITAR
- La Casa Museo de Salvador Dal¨ª, en Portlligat, construida por el pintor a partir de barracas de pescadores. Hay que reservar entrada: http://www.salvador-dali.org/museus/casa-salvador-dali-portlligat/es_index, llamando al tel¨¦fono 972 25 10 15 o por e-mail a pll@fundaciodali.org.
La aprobaci¨®n del parque natural de Cap de Creus (1998) supuso la ac¨¦rrima defensa de la conservaci¨®n biol¨®gica, geol¨®gica y paisaj¨ªstica de la zona. Puso fin a barbaridades como el complejo tur¨ªstico Club Mediterran¨¦e, instalado en Tudela, uno de los lugares privilegiados de Cap de Creus, que se convirti¨® en un espacio privado. Cost¨® a?os desmantelarlo. Ahora hay menos incendios forestales pero tambi¨¦n hay muchas restricciones.
Es un pueblo bravo y motivos no le faltan. Casi aislado durante siglos por la monta?a de Pen¨ª y el Puig de Bufadors, se comunic¨® por mar antes que por tierra. Fue atacado por piratas y corsarios en los siglos XV y XVI. La peste caus¨® estragos en 1588, la filoxera arras¨® la vi?a a finales del XIX. La gran helada de 1956 acab¨® casi con los olivos¡ Eran muy buenos navegantes.
Estas condiciones adversas contribuyeron a crear una identidad colectiva de solidaridad, del ¡°nos amb nos¡±. El escritor y poeta cadaquesense V¨ªctor Rahola (1866-1952) lo defini¨® muy bien: ¡°[¡][...] aquell codi senzill que abans regia del nos amb nos i de lo meu ¨¦s teu¡±. Cadaqu¨¦s tiene un habla diferente a la del resto de Catalu?a y no s¨®lo por el art¨ªculo salado sino, es solo una muestra, por la utilizaci¨®n del sufijo i para el presente de indicativo: [...] ja arribi o por los pronombres mos y vos. Tiene alrededor 500 palabras propias (iglesi, ximenera, marrofi, ix! tafot!...). Lo ha explicado Ernesta Sala en El parlar de Cadaqu¨¦s y El vocabulari de Cadaqu¨¦s. Cuando yo era peque?a, aplicaban el nos amb nos a rajatabla y evitaban hablar su lengua con los forasteros. Hace ya tiempo que la hablan y escriben con orgullo.
Tocado por la tramontana
Como se dice ahora, es un pueblo de emprendedores. Se han recuperado olivares (mi t¨ªo Enric Pous rescat¨® uno cerca de Portlligat que produjo un excelente oli de m¨¤quina). La familia Mart¨ªn Faix¨® ha sido pionera (2000) en replantar una vi?a.
Tocado por la tramontana, tiene un microclima ¨²nico. Lo descubrir¨¢n si pasean por las calles interiores. La riqueza de plantas y flores es impresionante. Los rastells (pavimento hecho a mano con piedras pulidas por el mar) van desapareciendo. Uno de los que se conserva mejor es el del Call, que sube a la iglesia. De estilo neog¨®tico, tiene un impresionante retablo barroco. Otro paseo recomendable es seguir el cam¨ª de ronda hasta el faro de Cala Nans y darse un buen ba?o en Sa Sabolla. Para ir a Portlligat, otro de esos lugares que corta el aliento, es preferible seguir el camino que sale de la plaza del Poal, continuar por la calle Miranda y pasar por la ermita de Sant Baldiri. Si les da pereza andar, cojan el trenet y les llevar¨¢ a Portlligat y a Cap de Creus.
Cadaqu¨¦s, como lo defini¨® Josep Pla, es un inmenso jard¨ªn de piedras. Ha perdido su pedigr¨ª bohemio de los buenos tiempos de l¡¯Hostal y ya no hay hippies. La autoridad municipal intenta por todos los medios mantener la limpieza, no deja entrar autocares y cuando ya no cabe ni un autom¨®vil m¨¢s en los aparcamientos, cierra el pueblo a los coches.
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