Un deseo llamado tranv¨ªa
Nos han mareado con razones, pero no nos han dicho por qu¨¦ tiene que ser ahora, a la desesperada
La uni¨®n del tranv¨ªa plantea dos problemas y una pregunta. Es obvio que si hay que conectar los dos ramales, la mejor opci¨®n es la Diagonal. Pero no se trata de eso. El primer problema es global: la Diagonal es parte del sistema de conexi¨®n metropolitano, una movilidad que no est¨¢ ni mucho menos resuelta por el transporte p¨²blico y que el tranv¨ªa no resolver¨¢. Mucha gente va y viene en auto porque las l¨ªneas p¨²blicas no lo acercan a su lugar de trabajo, pongamos que en un pol¨ªgono industrial, o a su residencia, pongamos que en una urbanizaci¨®n. Metro o tranv¨ªa, y no digamos el bus, les multiplican por tres el tiempo de desplazamiento y no est¨¢n dispuestos a ello, como es l¨®gico. De manera que implantamos el tranv¨ªa y cerramos pr¨¢cticamente la Diagonal al veh¨ªculo privado sin tener demasiado en cuenta que muchos de los veh¨ªculos que entran o salen de Barcelona son de uso obligado. El transporte p¨²blico no es una pancarta que se cuelga en una esquina: tiene que ser competitivo, adem¨¢s de tener sus ventajas ambientales.
Barcelona, otra vez, se desconecta de la realidad metropolitana y busca solucionar su problema de contaminaci¨®n, que es real, y su conquista simb¨®lica, que es necesaria pol¨ªticamente, sin tener en cuenta la viabilidad real de su pr¨¢ctica. El park & ride no funciona, eso ya est¨¢ probado: funciona solo en origen, pero supongo que todo el mundo conoce la escas¨ªsima capacidad f¨ªsica de los aparcamientos de Cercan¨ªas. No digamos la esquina del tranv¨ªa. Si los coches siguen llegando, se dispersar¨¢n por el Eixample ¡ªNum¨¤ncia y Enten?a tendr¨¢n problemas de saturaci¨®n¡ª, pero en el Eixample han aparecido, con buen tino, los carriles-bici. No es el Eixample de siempre. Los c¨¢lculos del tranv¨ªa nos cuentan cu¨¢ntos coches dejar¨¢n de circular, ?pero, de verdad dejar¨¢n de circular? ?Se sabe exactamente de d¨®nde vienen y por qu¨¦?
El segundo problema es interior. Son los autobuses. El tranv¨ªa es mucho m¨¢s ¨²til para cruzar la ciudad, o para evacuarla, pero estos dos par¨¢metros, que son los que se juzgan en los informes, no sirven para llevar a la se?ora Mar¨ªa a su casa. El tranv¨ªa es r¨ªgido. No abandona la Diagonal, como s¨ª hacen los buses que se internan en los barrios. Total, que la se?ora Mar¨ªa tendr¨¢ que caminar y no sabemos si tiene ganas de hacerlo. Y es precisamente por esto que la soluci¨®n del bus el¨¦ctrico no tiene sentido: los usuarios quieren las l¨ªneas actuales, que se ver¨¢n alteradas. De manera que una Diagonal buc¨®lica como muestran los dibujos no acaba de ser real. El antes todopoderoso Josep Acebillo dictaminaba hace poco que el tranv¨ªa es una soluci¨®n antigua para un tema que deber¨ªa responder a una pregunta: ?c¨®mo producimos? No queremos una ciudad para pasear, sino una ciudad para todo, incluso la eficiencia econ¨®mica. Para la gente que trabaja, que tambi¨¦n la hay, y que no puede ir al curro en bicicleta.
Dicho esto, la pregunta. Y es una gran pregunta. ?Es realmente prioritario invertir una millonada en unir el tranv¨ªa? Pues no lo s¨¦, yo creo que no. No nos han dado razones tangibles para defender la operaci¨®n. Nos han mareado con razones, pero no nos han dicho por qu¨¦ tiene que ser ahora, a la desesperada. El tranv¨ªa es un hito simb¨®lico precisamente porque tiene la negativa de determinados sectores sociales, entre ellos el comercio de la Diagonal (yo dir¨ªa que sin razones de peso). Es como una respuesta a la exitosa reforma de Xavier Trias. Tambi¨¦n es simb¨®lico el tranv¨ªa para la oposici¨®n. Dec¨ªa la semana pasada Gerardo Pisarello: ¡°Con el voto, la gente nos ha pedido cambio y di¨¢logo, las dos cosas¡±, y es una manera inteligente de ver el panorama. La realidad es que si bien ha habido alg¨²n atisbo de cambio en las prioridades ¡ªsobre todo en el discurso de las prioridades¡ª no ha habido di¨¢logo; tampoco por parte de aquellos que no gobiernan. Ha habido topada de proyectos, negativas minerales y, frente a ellas, tozudez numantina por parte del Gobierno, que tiene todo el derecho de aguantar sus posiciones, siempre que tambi¨¦n aguante las consecuencias. La Diagonal est¨¢ cargada de significados: es el ep¨ªtome del modelo de ciudad. Y aqu¨ª s¨ª que cobra importancia la pregunta de Acebillo: ?c¨®mo producimos?, ?en qu¨¦ trabajamos?, ?d¨®nde? Porque esto es exactamente lo que va a facilitar, o no, el tranv¨ªa unificado. En un momento en que todo cambia, implementar soluciones r¨ªgidas es como correr hacia atr¨¢s.
Patricia Gabancho es escritora.
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