La Espa?a que no puede votar
Los candidatos muestran escaso inter¨¦s por quienes no dan dividendos pol¨ªticos inmediatos, aquellos que tienen vetado participar en las elecciones


Pedro S¨¢nchez dec¨ªa ayer martes en A Coru?a que lo que est¨¢ en juego es ¡°si se desmantela o fortalece el Estado de bienestar¡±. Pablo Casado, por su parte, invitaba desde Palma a ¡°amalgamar coaliciones y pactos que permitan mejorar la vida de la gente¡±. Todos aseguran perseguir los mayores beneficios para los ciudadanos. Sin embargo, no hay mucho inter¨¦s por los colectivos que no aportan dividendos pol¨ªticos inmediatos, aquellos que forman parte de la Espa?a que no puede votar. Las elecciones cada cuatro a?os invitan al tacticismo y a esgrimir ¨¦xitos inmediatos ante la propia clientela.
Ibtissam no podr¨¢ votar el 26-M. Naci¨® en T¨¢nger hace una treintena larga de a?os, es madre de tres hijos y ayer, d¨ªa soleado de mayo, esperaba nerviosa a la comitiva judicial que la hab¨ªa de desahuciar de su piso, un 4? segunda de la angosta calle Santa Madrona en el coraz¨®n del Raval barcelon¨¦s. Una veintena de personas se concentran desde las diez de la ma?ana para evitarlo. Son de todas las edades y de origen magreb¨ª, latinoamericano o espa?ol. Tienen en com¨²n la determinaci¨®n de evitar que la vecina pase a engrosar la n¨®mina de los 59.671 desahucios habidos en 2018 en Espa?a. El triste liderazgo por comunidades lo ostenta Catalu?a con casi 14.000.
¡°Ten¨ªa que elegir entre dar de comer a mis hijos o pagar los 500 euros de alquiler¡±, dice entre l¨¢grimas Ibtissam. Dos de sus hijos est¨¢n en el colegio, el tercero se qued¨® el lunes guardando cama con fiebre en casa de unos amigos. Ante el temido desahucio, la madre busc¨® esa soluci¨®n. Ha trabajado de camarera y limpiadora y su marido de transportista hasta que se quedaron sin empleo y sin m¨¢s ingresos que 200 euros al mes. Ibtissam se ha presentado dos veces al examen para lograr la nacionalidad espa?ola. Ha suspendido al tener que hacer frente a preguntas como ¡°?En qu¨¦ consisten la tortilla de patatas, el cocido madrile?o y la paella valenciana?¡±; ¡°?qu¨¦ es Adif?¡±; ¡°cita a tres escritores espa?oles de posguerra y tres novelas que hayas le¨ªdo¡±; ¡°nombre del director general de la Polic¨ªa¡±; ¡°yacimientos arqueol¨®gicos de Espa?a¡±; ¡°?sabe qui¨¦n es el secretario general de Podemos?¡±, o ¡°?qui¨¦n es B¨¢rcenas?¡±
El sarcasmo deja paso a la realidad. La comitiva judicial llega a las 10.45. Las t¨¦cnicas del Servicio de Intervenci¨®n en la P¨¦rdida de la Vivienda (SIPHO) del Ayuntamiento de Barcelona est¨¢n esperando. No hay desahucio porque no hay mossos y s¨ª manifestantes. En unas semanas volver¨¢n a intentarlo. Esta vez quiz¨¢s con efectivos policiales, cerrajero y especialista en zoonosis, por si hay animales en la vivienda. ¡°Se preocupan m¨¢s de los animales que de las personas¡±, afirma indignada una integrante de Raval Rebel, una plataforma vecinal. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca no llega a todo y surgen asambleas por doquier. El Ayuntamiento ha tratado esta vez infructuosamente de mediar entre la propiedad y el inquilino y se ha prestado a pagar el alquiler hasta dar con una alternativa habitacional para la familia. El arrendador no acept¨® el pacto propuesto por el SIPHO, el ¨²nico servicio de este tipo en Espa?a y que se activ¨® con la llegada de los comunes de Ada Colau al Ayuntamiento de Barcelona.
La tensi¨®n le ha causado una terrible jaqueca a Ibtissam. No votar¨¢ pero tiene m¨¢s claro que los vendedores del top manta de Barcelona por qui¨¦n lo har¨ªa. Los manteros se han convertido en un caballo de batalla electoral. Se les acusa de hundir el comercio local y ellos se defienden alegando su derecho a sobrevivir y critican a la alcaldesa. ¡°Colau nunca se ha reunido con nosotros y no sabe siquiera d¨®nde est¨¢ nuestra tienda¡±, dice Lamine Bathily, senegal¨¦s de 28 a?os. ¡°Llevo 12 a?os en Barcelona, m¨¢s que Manuel Valls¡±, se?ala en alusi¨®n al candidato apoyado por Ciudadanos que promete acabar con sus ventas en 90 d¨ªas.
Los alcaldables han sido invitados a un debate con los manteros en radio Primavera Sound. Van todos excepto Joaquim Bou, candidato del PP, y Valls. Es terreno resbaladizo para todos menos para los que tienen el manual de grandes soluciones. El peque?o comercio se queja de la venta ambulante. Los asistentes plantean soluciones m¨¢s civilizadas que enviar a la guardia nacional a cortar de ra¨ªz el top manta como sugieren algunos ausentes. Los manteros se quejan de que en campa?a los hagan desaparecer de la faz de la ciudad para calmar al comerciante. El convergente Xavier Tr¨ªas lleg¨® a la alcald¨ªa en 2011 con la promesa de acabar con la venta ambulante y la prostituci¨®n callejera, Colau ha capeado el temporal como ha podido y Valls propone una faena de ali?o. El problema sigue ah¨ª. Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, aludi¨® ayer a este espinoso tema: ¡°Barcelona tiene que brillar y no lo est¨¢ haciendo como consecuencia de estos elementos¡±. Hay zonas grises en la sociedad que adem¨¢s de no relucir no dan votos.
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