Descentralizaci¨®n y gobiernos regionales tutelados en Chile
Vivimos un momento hist¨®rico: entre la encrucijada por avanzar con gobiernos regionales empoderados o consagrar constitucionalmente la tutela del centro pol¨ªtico a regiones
De acuerdo con diversos estudios de organismos nacionales e internacionales, Chile es de los pa¨ªses m¨¢s centralizados del mundo. Esta problem¨¢tica est¨¢ tan arraigada en los partidos pol¨ªticos (de izquierda a derecha), ¨¦lite pol¨ªtica e intelectual y en la sociedad civil, que se ha naturalizado que el nivel central de Gobierno deba tener tutela administrativa y pol¨ªtica en cada regi¨®n del pa¨ªs.
Es como que luego de cumplir la mayor¨ªa de edad, usted compra o arrienda una casa para irse a vivir de manera m¨¢s independiente. Pero su padre o madre, le env¨ªa un representante a instalarse a su p...
De acuerdo con diversos estudios de organismos nacionales e internacionales, Chile es de los pa¨ªses m¨¢s centralizados del mundo. Esta problem¨¢tica est¨¢ tan arraigada en los partidos pol¨ªticos (de izquierda a derecha), ¨¦lite pol¨ªtica e intelectual y en la sociedad civil, que se ha naturalizado que el nivel central de Gobierno deba tener tutela administrativa y pol¨ªtica en cada regi¨®n del pa¨ªs.
Es como que luego de cumplir la mayor¨ªa de edad, usted compra o arrienda una casa para irse a vivir de manera m¨¢s independiente. Pero su padre o madre, le env¨ªa un representante a instalarse a su propia casa, incluso con mayor capacidad para tomar decisiones que usted, quien se supone es el leg¨ªtimo representante de ese espacio. Pues bien, algo parecido sucede en Chile a nivel regional. Veamos.
Producto de las reformas pol¨ªticas del a?o 2017 y 2018, a partir de mayo de 2021 y por primera vez en nuestra historia se eligen en las 16 regiones del pa¨ªs autoridades regionales de manera democr¨¢tica, llamados gobernadores regionales, en reemplazo de los intendentes regionales. No obstante, esa misma legislaci¨®n estableci¨® que, al lado de esta autoridad electa en el nivel regional, existir¨¢ una autoridad designada por el Presidente de la Rep¨²blica llamada delegado presidencial regional. Adicionalmente, este dise?o institucional dej¨® establecido que la autoridad regional designada, no es una autoridad protocolar ni meramente administrativa, sino que tiene atribuciones pol¨ªticas y de gesti¨®n relevantes en materia de implementaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas a escala regional.
Para entender mejor el funcionamiento de esta dualidad de autoridades regionales, y el desmedro que se produce especialmente sobre la autoridad democr¨¢ticamente electa, ponga atenci¨®n en el siguiente ejemplo.
Por cada 100 pesos que se destinan a inversi¨®n p¨²blica en regiones, entre 85 a 90 pesos provienen y son decididos por ministerios y/o servicios p¨²blicos desconcentrados con presencia en regiones, a trav¨¦s de sus representantes pol¨ªticos conocidos popularmente como las Seremis (secretarias regionales ministeriales). ?Qui¨¦n coordina a esos servicios desconcentrados en regiones? Es el delegado presidencial regional y no el gobernador regional electo. Los restantes 10 a 15 pesos de inversi¨®n p¨²blica los decide el Gobierno Regional, a trav¨¦s de sus autoridades electas, Gobernador Regional y Consejeros Regionales. Claramente la decisi¨®n de la inversi¨®n p¨²blica en regiones est¨¢ en favor de la autoridad regional designada y no de la autoridad regional electa.
Esta situaci¨®n distorsiona altamente el proceso de descentralizaci¨®n, porque muchas de las soluciones a problemas regionales, sensibles para comunidades y para autoridades locales y regionales, no pueden ser decididas directamente por el gobierno regional, sino que deben ser abordadas por el nivel central, o como sucede en otras ocasiones, la urgencia y la prioridad regional, muchas veces entra en colisi¨®n con las prioridades nacionales en regiones.
?Por qu¨¦ llegamos a esta dualidad de autoridades en regiones? La discusi¨®n sobre la elecci¨®n democr¨¢tica de autoridades regionales comenz¨® con fuerza durante el segundo Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet (2014-2018). En ese entonces, se plante¨® elegir democr¨¢ticamente al Intendente Regional con todas sus atribuciones. No obstante, esa idea no tuvo respaldo mayoritario en el Congreso y se opt¨® por elegir democr¨¢ticamente a la autoridad que dirija al Gobierno regional, pero tambi¨¦n se opt¨® por seguir designando a la autoridad que coordine los servicios p¨²blicos desconcentrados con presencia en regiones. Con ello, entre otras cosas se aseguraba el control pol¨ªtico y la designaci¨®n de las autoridades regionales en esos cargos por parte de la coalici¨®n de turno que gane la presidencia de la rep¨²blica.
?En qu¨¦ estamos ahora? Ad portas de terminar el primer periodo de gobernadores regionales electos (en octubre del pr¨®ximo a?o nuevamente hay elecciones), nos encontramos en una encrucijada en materia de descentralizaci¨®n pol¨ªtica.
Por un lado, el presidente Gabriel Boric comprometi¨® suprimir la figura de delegado presidencial regional y que, al finalizar su mandato, el Gobierno central iba a terminar con menos poder en regiones, en favor de las nuevas autoridades democr¨¢ticamente electas. Esta iniciativa, tiene alta aceptaci¨®n entre los gobernadores regionales, quienes aspiran a contar con atribuciones que les permita coordinar a servicios p¨²blicos desconcentrados y tener mayor cantidad de recursos fiscales para responder a las demandas de la comunidad.
Por otro lado, el art¨ªculo 133 del borrador de nueva Constituci¨®n elaborado por el comit¨¦ de expertos para la discusi¨®n en el consejo constitucional, considera continuar con un representante del Presidente de la Rep¨²blica en regiones, y por cierto con la capacidad de coordinar servicios p¨²blicos desconcentrados. Es decir, esta idea planteada por el comit¨¦ de expertos (designados por partidos pol¨ªticos), se contrapone a lo planteado por gobernadores regionales y a la propuesta del Presidente de la Rep¨²blica.
De este modo, el momento hist¨®rico que estamos viviendo en materia de descentralizaci¨®n, se puede sintetizar entre la encrucijada por avanzar con gobiernos regionales empoderados, o consagrar constitucionalmente la tutela del centro pol¨ªtico a regiones.