La salud mental en la adolescencia
El desarrollo de las fortalezas del car¨¢cter, las habilidades de gesti¨®n emocional o tolerancia al malestar son temas significativos a desarrollar para la prevenci¨®n del suicidio en esta etapa de la vida
La salud mental de los chilenos y chilenas nos preocupa, m¨¢s a¨²n cuando la muerte en la adolescencia nos sorprende impensadamente como una posibilidad o una realidad. El informe del a?o 2022 del Ministerio de Salud sobre mortalidad por suicidio entre los a?os 2010 y 2019, y la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 nos muestran que cerca de 1.800 personas se suicidan al a?o, de las cuales m¨¢s del 20% son adolescentes, habiendo aparentemente una tendencia a la baja en la prevalencia de este grupo etario en la d¨¦cada pasada. Posterior a la pandemia, empiezan a aparecer unas primeras cifras preocup...
La salud mental de los chilenos y chilenas nos preocupa, m¨¢s a¨²n cuando la muerte en la adolescencia nos sorprende impensadamente como una posibilidad o una realidad. El informe del a?o 2022 del Ministerio de Salud sobre mortalidad por suicidio entre los a?os 2010 y 2019, y la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 nos muestran que cerca de 1.800 personas se suicidan al a?o, de las cuales m¨¢s del 20% son adolescentes, habiendo aparentemente una tendencia a la baja en la prevalencia de este grupo etario en la d¨¦cada pasada. Posterior a la pandemia, empiezan a aparecer unas primeras cifras preocupantes y la percepci¨®n de un aumento del suicidio en adolescentes. Las escuelas y los padres agobiados empiezan a convocarnos a los profesionales de la salud mental, pidiendo apoyo para la prevenci¨®n y la postvenci¨®n del suicidio. Se esbozan una serie de acontecimientos y factores de riesgo que podr¨ªan estar dando cuenta de esta realidad: las consecuencias de la pandemia en la educaci¨®n y la integraci¨®n social, los conflictos en la convivencia escolar y el bullying, el aumento de los problemas de salud mental, el consumo de alcohol y otras drogas, las dificultades en la aceptaci¨®n e integraci¨®n de las nuevas diversidades, y las incertidumbres econ¨®micas y sociales para proyectar un buen futuro.
La preocupaci¨®n familiar, educacional y social, no solo se da por el dram¨¢tico suicidio de un adolescente, sino tambi¨¦n por los intentos suicidas, las conductas para suicidas, las auto agresiones y las ideas de muerte. Conmocionan el entorno afectivo de aquellos que acompa?an al adolescente sufriente, quienes se preocupan comprensiblemente por la posibilidad que estas ideas y conductas avancen en su nivel de riesgo. Sabemos que en la gran mayor¨ªa de estos casos los adolescentes est¨¢n viviendo un estado de sufrimiento emocional, ya sea por estar cursando un trastorno depresivo o por vivir problemas que lo sobrepasan. A ello se suman las conductas impulsivas y explosivas m¨¢s frecuentes en esta etapa de la vida, las que pueden facilitarse por el uso de alcohol y otras drogas, por problemas de desregulaci¨®n emocional y por conflictos interpersonales con la pareja, los pares o la familia.
A partir de esta realidad, la salud mental y la psicolog¨ªa positiva, tienen mucho que aportar para la prevenci¨®n del suicidio en los adolescentes. Temas como el trabajo sobre el optimismo realista y la esperanza, el desarrollo de las fortalezas del car¨¢cter, las habilidades de gesti¨®n emocional y tolerancia al malestar, y la construcci¨®n de relaciones saludables, son, entre muchas otros, temas significativos a desarrollar para la promoci¨®n de una buena salud mental y la prevenci¨®n del suicidio en adolescentes.
El optimismo realista y la esperanza son aspectos claves en la prevenci¨®n del suicidio, como lo ha demostrado la evidencia cient¨ªfica. El trabajo de Martin Seligman y luego continuado por Karen Reivich nos confirma que pensar que existe un mejor futuro posible cuando el presente es complejo, es un factor esperanzador frente a las ideas de suicidio y un componente esencial de la resiliencia. Los cl¨¢sicos estudios en poblaci¨®n preadolescente del programa de resiliencia y psicolog¨ªa positiva de la Universidad de Pennsylvania nos muestran c¨®mo disminuyen las conductas autodestructivas cuando se trabaja el tema del optimismo realista. Conceptos y consignas como la realidad puede cambiar, siempre hay m¨¢s opciones y ¨¢brete a la posibilidad de conversarlo con alguien, son aspectos fundamentales que hemos incorporado en nuestro Botiqu¨ªn de la Esperanza, donde hemos generado un set de herramientas para la autoayuda y la ayuda de otros en la prevenci¨®n del suicidio.
El trabajo desde el modelo de las 24 fortalezas del car¨¢cter desarrollado por Martin Seligman y Christopher Peterson nos confirma la importancia de que los adolescentes identifique sus talentos y capacidades. Desde estas fortalezas del car¨¢cter pueden enfrentar mejor los problemas de su vida y pueden desarrollar sus talentos, lo que les ayudar¨¢ a fortalecer su autoestima, la cual se ve habitualmente bombardeada por las demandas y la presi¨®n social de esta etapa de la vida.
Un aspecto fundamental para la prevenci¨®n del suicidio es la educaci¨®n emocional. Saber identificar lo que estamos sintiendo y c¨®mo esto influye sobre lo que pensamos y hacemos, es primordial para aprender a conocernos y a gestionar nuestras emociones. Ser competente emocionalmente implica desarrollar una progresiva autonom¨ªa emocional, al mismo tiempo que aprendemos a convivir saludablemente con las emociones de los otros. Significa gestionar adecuadamente nuestras rabias, penas, angustias y euforias, evitando conductas impulsivas y explosivas que nos generen consecuencias. Las emociones, como tantos otros aspectos de la vida, se trasmiten, se contagian y se propagan, por lo que somos corresponsables de los climas emocionales y relacionales que cohabitamos. Por acci¨®n u omisi¨®n aportamos a que nuestros espacios de convivencia sean de encuentros o desencuentros, de protecci¨®n o de riesgo.
El conocido estudio de desarrollo adulto de la Universidad de Harvard que ha seguido a un grupo de personas y sus familias por 85 a?os concluye que la clave para que un ser humano tenga una buena vida es que aprenda a construir relaciones saludables y positivas, aspecto fundamental para tener una buena salud mental. El bienestar se construye desde un nosotros (bienestar compartido), por lo cual es esencial que los adolescentes aprendan a relacionarse saludablemente con su familia, sus pares y la comunidad. El primer desaf¨ªo es aprender a relacionarse con uno mismo (autonom¨ªa, aceptaci¨®n y amor propio), para luego vincularse con otros, y tambi¨¦n para aprender a relacionarse saludablemente con la comida, el alcohol, las nuevas tecnolog¨ªas de comunicaci¨®n, etc¨¦tera. C¨®mo no recordar en esta reflexi¨®n las palabras de Humberto Maturana cuando nos dec¨ªa: ¡°Sin aceptaci¨®n y respeto por s¨ª mismo uno no puede aceptar y respetar al otro, y sin aceptar al otro como un leg¨ªtimo otro en la convivencia, no hay fen¨®meno social¡±. En esta aceptaci¨®n del leg¨ªtimo otro (diversidad) y en la posibilidad de construir v¨ªnculos saludables, se edifica una buena convivencia familiar y social que disminuye temas tan dolorosos como el bulliyng, las llamadas relaciones t¨®xicas y el riesgo suicida.
Para finalizar, quiero compartir una frase de un familiar sobreviviente al suicidio de un ser querido, quien dijo: ¡°Quiero un mundo donde ella no habr¨ªa elegido irse¡±. De todos nosotros es la corresponsabilidad de crear un mundo mejor con una buena salud mental, donde no exista la necesidad de algunos de llamar a la muerte y partir anticipadamente.