El pol¨¦mico salto de Tom¨¢s Gonz¨¢lez

¡°Llor¨¦ much¨ªsimo esos d¨ªas. Yo estaba en proceso de asumirme como homosexual y sent¨ªa que mor¨ªa una parte de m¨ª tambi¨¦n. No fue un proceso f¨¢cil. Al final uno crece en una sociedad heteronormal que igual te condiciona. Hoy me alegra que las cosas se est¨¦n normalizando. En ese sentido uno igual ve a las nuevas generaciones mucho m¨¢s resueltas, no tienen esta carga quiz¨¢s de las religiones que han influido mucho en esta sociedad¡±. Tom¨¢s Gonz¨¢lez, gimnasta ol¨ªmpico, medallista de oro panamericano y el primer rep...

¡°Llor¨¦ much¨ªsimo esos d¨ªas. Yo estaba en proceso de asumirme como homosexual y sent¨ªa que mor¨ªa una parte de m¨ª tambi¨¦n. No fue un proceso f¨¢cil. Al final uno crece en una sociedad heteronormal que igual te condiciona. Hoy me alegra que las cosas se est¨¦n normalizando. En ese sentido uno igual ve a las nuevas generaciones mucho m¨¢s resueltas, no tienen esta carga quiz¨¢s de las religiones que han influido mucho en esta sociedad¡±. Tom¨¢s Gonz¨¢lez, gimnasta ol¨ªmpico, medallista de oro panamericano y el primer representante nacional en el gran mundo de la gimnasia masculina decidi¨® lanzar su libro Campe¨®n y declarar al diario La Tercera, justo en la semana en que la homofobia se tomaba el debate pol¨ªtico chileno con la acusaci¨®n constitucional a Marco Antonio ?vila, ministro de Educaci¨®n del gobierno de Gabriel Boric.

A los 36 a?os, semiretirado, ense?ando en su academia, comentando deportes en la televisi¨®n y al frente de una startup de comida sana, Tom¨¢s Gonz¨¢lez pone otro tema conflictivo en discusi¨®n. ¡°Yo estaba tan concentrado en llegar a los Juegos Ol¨ªmpicos que acept¨¦ tratos abusivos de mi entrenador (el cubano Yoel Guti¨¦rrez). Me pas¨® la cuenta, me afectaba sicol¨®gicamente y despu¨¦s de Londres dije no puedo m¨¢s, me est¨¢ haciendo mal, hasta aqu¨ª llego con ¨¦l. No estoy disfrutando la gimnasia y tampoco mis logros¡±, asegura hoy para poner luz a una relaci¨®n que siempre se pens¨® estaba basada en el car¨¢cter autoritario y exigente del coach, sumado a la avidez competitiva de Gonz¨¢lez.

Hijo de una pareja de gimnastas, su destino estaba prematuramente marcado. Cuenta que tom¨® la decisi¨®n de comunicarle el 2010 la situaci¨®n a su madre y que la familia completa pronto lo apoy¨®. Hoy tiene una relaci¨®n de a?os que espera formalizar, y su deseo es seguir aportando desde posiciones directivas al crecimiento de una disciplina que, sin su aporte, seguir¨ªa siendo privativa de las ni?as en el pa¨ªs.

Admirado y respetado, recuerda con una sonrisa cuando el presidente Sebasti¨¢n Pi?era, en una recepci¨®n en el Palacio de La Moneda, le pregunt¨® ante las c¨¢maras de televisi¨®n: ¡°Tom¨¢s, ?qu¨¦ es lo que m¨¢s tiene, novias o medallas?¡±.

Asumir la homosexualidad no ha sido f¨¢cil ni frecuente para los deportistas chilenos. De hecho, ya en el 2015, Rolando Jim¨¦nez, l¨ªder del Movimiento de Integraci¨®n y Liberaci¨®n Homosexual (Movilh), declaraba que hay un gran deportista chileno, que ha ganado muchas medallas y que es homosexual. Su c¨ªrculo ¨ªntimo, sus amigos, yo creo que incluso sus compa?eros de disciplina, saben que es homosexual, pero no se atreven a se?alarlo ni se atreven a reconocerlo¡±. Ahora el Movilh se apresur¨® en celebrar la decisi¨®n de Gonz¨¢lez.

S¨®lo el basquetbolista Daniel Arcos asumi¨® p¨²blicamente, aunque en el espectro femenino los ejemplos abundan, partiendo por la mejor futbolista chilena de la historia, Christiane Endler, quien abog¨® por m¨¢s esfuerzos que permitan una igualdad ante la ley. Varias de sus compa?eras en la generaci¨®n dorada de la selecci¨®n, como Carla Guerrero y Fernanda Pinilla han marcado una diferencia con respecto a sus pares varones, donde no hay casos asumidos. Por lo pronto, la primera ministra de Deportes del gobierno de Gabriel Boric fue Alexandra Benado, ex futbolista y activista de la causa.

Queda a¨²n por analizar las graves acusaciones de Tom¨¢s Gonz¨¢lez sobre el maltrato de su entrenador. Yoel Guti¨¦rrez desmiente tajantemente los dichos, asegurando que eran maneras distintas de afrontar la competencia. ¡°?l era suave, pasivo, callado, lento. Hab¨ªa que sacarle a reflotar su actitud y voluntad¡±, se defiende. Pero instala, otra vez, el dilema eterno de los coach agresivos para lograr el mejor rendimiento, aunque ahora, por supuesto, el debate tiene otro tono.