Decisiones valientes
La ciencia es transformadora y, como bien ha dicho el presidente Boric, ¡°sin ciencia e innovaci¨®n no hay desarrollo sostenible¡±. Pero es importante consignar que, sin perseverancia ni planes estrat¨¦gicos sostenidos a largo plazo, los frutos ser¨¢n paup¨¦rrimos
En el 2001, cuando a¨²n se estaban creando las carreras de biotecnolog¨ªa en las universidades chilenas y se inauguraba el primer programa de doctorado en la disciplina, el Gobierno de Chile, encabezado por el presidente Ricardo Lagos, lanz¨® un audaz programa estrat¨¦gico de investigaci¨®n y desarrollo llamado Genoma Chile.
Esta iniciativa de apalancamiento de recursos p¨²blico-privados enfocada en incorporar biotecnolog¨ªa en ¨¢reas relevantes de la econom¨ªa nacional, como la miner¨ªa, fruticultura, forestal y salmonicultura, parec¨ªa de ciencia ficci¨®n, pero puso sobre la mesa de los laboratorios, 30 millones de d¨®lares (equivalentes a aproximadamente 50 millones de d¨®lares actuales). Hubo convicci¨®n de que esa ciencia podr¨ªa transformar nuestra matriz productiva.
En medio de este escenario nace el a?o 2003 la primera pol¨ªtica de apoyo y fomento a la Biotecnolog¨ªa en nuestro pa¨ªs, la que tuvo diversas actualizaciones en gobiernos posteriores. La continuidad de esta pol¨ªtica fue clave, incluyendo la Iniciativa de Fomento Integrada Estrat¨¦gica (IFIe) de Biotecnolog¨ªa apoyada por Corfo en 2016, con el objeto de potenciar la innovaci¨®n, el emprendimiento y la inversi¨®n en biotecnolog¨ªa, poniendo en valor los esfuerzos p¨²blicos y privados de Chile durante esos 15 a?os.
Justamente un an¨¢lisis entregado por Corfo el 2016 mostraba que el resultado de esos 15 a?os de continuidad estuvo avalado por un crecimiento de un 200% de empresas biotecnol¨®gicas nacionales, la creaci¨®n de 1.244 puestos de trabajo para capital humano avanzado y m¨¢s de 42 mil millones de pesos en ventas anuales. M¨¢s a¨²n, el a?o 2018 se lanz¨® la Estrategia de Biotecnolog¨ªa para el 2030.
Todos estos esfuerzos no solo se vieron reflejados en el mejoramiento de la calidad y variedad de nuestros productos de exportaci¨®n, sino tambi¨¦n en invaluable formaci¨®n de un ecosistema biotecnol¨®gico nacional maduro y una masa cr¨ªtica de personas experimentadas que hoy se desempe?a en ¨¢mbitos p¨²blicos y privados. Estas personas crearon la ¡°escuela¡± de la actual generaci¨®n de emprendedores que impulsa la econom¨ªa desde las startups tecnol¨®gicas, constituyendo un hub atractivo para nuevas startups y empresas en el sector, debido a su fuerte infraestructura de investigaci¨®n y desarrollo.
Respecto del financiamiento, entre 2000 y 2010, Chile experiment¨® tasas de crecimiento muy variables, que oscilaron entre un 6% en 2004 y -1,1% en 2009, debido a los efectos de la crisis subprime. Pese a esto, en el 2009 el aporte del PIB a la ciencia alcanz¨® un m¨¢ximo hist¨®rico de 0,5%.
En contraposici¨®n, el 0,36% del PIB destinado a la ciencia en 2023 es totalmente desesperanzador, sobre todo despu¨¦s del ¨²ltimo discurso presidencial, donde no hubo ninguna menci¨®n a la meta de campa?a de llegar al 1% de aporte. Es de esperar que la iniciativa interministerial del programa Desarrollo Productivo Sostenible (DPS), que busca impulsar el crecimiento econ¨®mico a la par del mayor bienestar social y la protecci¨®n del medio ambiente mediante la incorporaci¨®n de mayor conocimiento, innovaci¨®n y tecnolog¨ªa, logre subsanar la falta de financiamiento a la ciencia.
En ese mismo sentido, las recientes declaraciones de la ministra de Ciencia, Tecnolog¨ªa, Conocimiento e Innovaci¨®n, Ais¨¦n Etcheverry, aseverando que ¡°la siguiente industria a desarrollarse con fuerza en Chile es la biotecnolog¨ªa¡±, debieran venir acompa?adas de mayores recursos en el presupuesto de la naci¨®n, no s¨®lo destinados a la inteligencia artificial y la miner¨ªa del litio ¨Dque son totalmente necesarios para el pa¨ªs¨D sino tambi¨¦n a la biotecnolog¨ªa, que es una herramienta habilitante de crecimiento sin¨¦rgico en varios sectores econ¨®micos del pa¨ªs, incluyendo sin duda la miner¨ªa, los agroalimentos y la salud, entre otros.
Sin exagerar, la biotecnolog¨ªa nos permiti¨® hacer frente al Covid 19, acelerando la fabricaci¨®n de vacunas con nuevas tecnolog¨ªas basadas en ARN mensajero, y est¨¢ siendo clave para mitigar y adaptarnos al cambio clim¨¢tico y seguir¨¢ siendo la base de startups innovadoras y disruptivas. Los mayores ejemplos de innovaci¨®n disruptiva en Chile incluyen en su base la biotecnolog¨ªa: startups como NotCo, PhageLab o Bifidice ser¨¢n decisivas para alcanzar el tan anhelado crecimiento de la econom¨ªa.
La ciencia es transformadora y, como bien ha dicho el presidente Gabriel Boric, ¡°sin ciencia e innovaci¨®n no hay desarrollo sostenible¡±. Pero es importante consignar tambi¨¦n que, sin perseverancia ni planes estrat¨¦gicos sostenidos a largo plazo, los frutos ser¨¢n paup¨¦rrimos.
Seamos constantes con nuestras apuestas y compromisos con las distintas disciplinas cient¨ªficas que nos aportan ventajas como pa¨ªs, sin titubear ni retroceder en esas pol¨ªticas. Tomemos ahora decisiones valientes que nos redit¨²en beneficios futuros.
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