C¨®mo mantener la salud f¨ªsica y mental durante el coronavirus
Si no cambiamos todos nuestros comportamientos, la salud de los que tienen m¨¢s probabilidades de sufrir problemas graves se resentir¨¢
Millones de personas piden informaci¨®n y gu¨ªas claras y completas sobre el nuevo coronavirus. Por desgracia, los ciudadanos estadounidenses no han recibido ni informaci¨®n objetiva, ni orientaci¨®n para el futuro por parte del Gobierno federal. En cambio, el Ejecutivo ha minimizado los casos y las tasas de transmisi¨®n locales debido a la falta de equipos de prueba.
Pero durante una crisis, el liderazgo puede provenir de lugares inesperados.
Cuando suspendi¨® todos los partidos de la NBA, el comisionado Adam Silver envi¨® un poderoso mensaje a la gente en el que afirmaba que hab¨ªa que tomarse en serio el brote. Con ese ¨²nico anuncio, Silver aplic¨® una pol¨ªtica sanitaria p¨²blica m¨¢s eficaz que la que ha aplicado la Casa Blanca durante esta pandemia. Poco despu¨¦s, todos los dem¨¢s deportes importantes siguieron su ejemplo; la medida decisiva de la NBA contribuy¨® a que cayesen todas las fichas de domin¨®.
Sin modificaciones en el comportamiento, muchos pacientes necesitar¨¢n una hospitalizaci¨®n que superar¨¢ la capacidad del sistema sanitario estadounidense. Y esto provocar¨¢ muertes evitables
El pasado enero, el running back [corredor] de la NFL Marshawn Lynch dio un consejo ¨²til a sus compa?eros m¨¢s j¨®venes en una entrevista despu¨¦s de un partido: cuidad vuestros cuerpos, vuestros cerebros y vuestra pasta (es decir, vuestro dinero). Esto es v¨¢lido para todo el mundo durante la pandemia de la Covid-19.
Como profesora auxiliar de biolog¨ªa de la Universidad de Pennsylvania State, estudio los riesgos de las enfermedades infecciosas y las soluciones preventivas. S¨¦ que la ¨²nica manera de detener el brote y prevenir los casos graves es reducir la transmisi¨®n. Si no cambiamos todos nuestros comportamientos, la salud de los que tienen m¨¢s probabilidades de sufrir problemas graves se resentir¨¢.
Aunque las personas mayores y las que tienen enfermedades respiratorias son las que m¨¢s riesgo corren, tambi¨¦n se han dado casos graves en personas j¨®venes que estaban sanas. Sin modificaciones en el comportamiento, muchos pacientes necesitar¨¢n una hospitalizaci¨®n que superar¨¢ la capacidad del sistema sanitario estadounidense. Y esto provocar¨¢ muertes evitables.
La disminuci¨®n de la transmisi¨®n general proteger¨¢ a los miembros m¨¢s vulnerables de nuestras comunidades y mantendr¨¢ en funcionamiento el sistema sanitario. Ya no se toman decisiones pensando solo en uno mismo, sino que hay que tener en cuenta constantemente c¨®mo nuestro comportamiento personal va a influir en todas las personas que hay a nuestro alrededor y las que hay a su alrededor.
Se necesita espacio, pero tambi¨¦n se necesita conexi¨®n
De momento no existen remedios farmac¨¦uticos, como vacunas y medicinas antivirales. Actualmente, tenemos que depender de medidas b¨¢sicas de salud p¨²blica: lavarse las manos con frecuencia, no tocarse la cara, usar desinfectante para las manos y limitar la exposici¨®n a los dem¨¢s. Puede parecer simple, pero esas cosas son enormemente ¨²tiles. Las medidas no farmac¨¦uticas son extremadamente eficaces contra las enfermedades infecciosas; todas las epidemias de ¨¦bola anteriores a 2014 son un ejemplo.
En estos momentos, esto significa que hay que evitar el contacto f¨ªsico directo con los dem¨¢s. Hay que evitar las multitudes, actualmente los grupos de m¨¢s de 10 personas; hay que reducir o eliminar los viajes no esenciales; y hay que aumentar el espacio entre nosotros y los dem¨¢s para que haya una distancia social. Tiene que haber un espacio de aproximadamente 1,80 metros. Pero si no se sienten enfermos, no tienen que volverse sedentarios, ni quedarse encerrados. Bailen en su casa o busquen programas para hacer ejercicio o instructores en YouTube. Si creen que se est¨¢n poniendo enfermos (o si ya lo est¨¢n), deben mantenerse alejados de los dem¨¢s. La autocuarentena es una buena idea siempre que crean que tienen una enfermedad infecciosa.
Las medidas no farmac¨¦uticas son extremadamente eficaces contra las enfermedades infecciosas; todas las epidemias de ¨¦bola anteriores a 2014 son un ejemplo
La distancia social es, en realidad, una distancia f¨ªsica; no significa un aislamiento social. Durante el brote, su salud mental es fundamental, y ahora mismo es vulnerable. El apoyo social ayuda y tambi¨¦n est¨¢ relacionado con la salud f¨ªsica. Todo est¨¢ relacionado.
Hay que hacer esfuerzos deliberados para estar en contacto con la familia, los amigos o los colegas/compa?eros de clase que ahora est¨¢n trabajando a distancia. Cualquier tipo de comunicaci¨®n directa servir¨¢ de apoyo: los correos electr¨®nicos, los mensajes de texto, los chats de v¨ªdeo, e incluso las llamadas de voz, si eso es lo suyo. Es probable que alguien que conozcan acabe en cuarentena o en aislamiento durante 14 d¨ªas, y ser¨¢ psicol¨®gicamente duro. Ay¨²denles, pero no asuman toda la responsabilidad.
Creen una lista para que un amigo o un familiar distinto compruebe que esa persona est¨¢ bien. Tambi¨¦n deben saber que las redes sociales pueden tener consecuencias negativas para la salud mental. No den por hecho que los perritos de Instagram har¨¢n que sus amigos en cuarentena se sientan totalmente apoyados.
El hecho de no poder hacer viajes o de no ir a los eventos que le ilusionaban provocar¨¢ decepci¨®n. Est¨¢ bien sentirse triste por unas p¨¦rdidas que ahora mismo parecen triviales. El interminable flujo de noticias, con informaci¨®n y desinformaci¨®n que cambia r¨¢pidamente, puede ser agobiante. La falta de un plan de gesti¨®n a gran escala del Gobierno podr¨ªa resultar frustrante. P¨¢rense un momento para reconocer esa sensaci¨®n de inseguridad. Ahora m¨¢s que nunca, no se enfrenten solos a la ansiedad.
Estamos juntos en esto
Y por ¨²ltimo, lo m¨¢s importante de todo esto: no se gasten el sueldo acumulando comida y provisiones para varios meses, no se dejen vencer por el p¨¢nico y no adquieran cualquier medicina posible sin receta m¨¦dica; compren lo que necesiten y dejen el resto para los dem¨¢s.
Es buena idea que comprueben sus medicamentos con receta y se aseguren de que tienen a mano reservas para un mes. Miren los alimentos no refrigerados que tienen, porque es posible que tengan suficientes conservas y productos para sobrevivir varios d¨ªas. El objetivo es disponer de alimentos no perecederos para entre dos y cuatro semanas a fin de no tener que ir a comprar con frecuencia, y tomen sus decisiones en funci¨®n de lo que puedan gastar y almacenar de manera segura.
Cualquier tipo de comunicaci¨®n directa servir¨¢ de apoyo: los correos electr¨®nicos, los mensajes de texto, los chats de v¨ªdeo, e incluso las llamadas de voz, si eso es lo suyo
Desde que empez¨® este brote, el Gobierno federal ha titubeado en su respuesta y su preparaci¨®n. En cambio, las autoridades de los Gobiernos locales han sentado precedentes para eliminar los costes de las pruebas y los tratamientos. Nueva York, Washington y California tomaron la iniciativa al anunciar desde el principio que las pruebas ser¨ªan gratuitas.
El 12 de marzo, la congresista Katie Porter exigi¨® al director de los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades que concediera finalmente la ¡°garant¨ªa¡± muy esperada de que la prueba del coronavirus ser¨ªa gratuita para todos los estadounidenses. No sabemos c¨®mo se aplicar¨¢ esto a nivel operativo dada la escasez de equipos de prueba, pero no se puede infravalorar la importancia de que las pruebas sean gratuitas. La gente no se har¨¢ la prueba si le preocupa el coste. Y ese es un enorme problema: los casos leves o no comunicados pueden provocar una transmisi¨®n que es casi imposible de detener.
Este brote va a seguir cambiando nuestras vidas. Las cosas no van a volver a ser como eran en dos semanas. Vamos a mirar hacia adelante para encontrar una nueva normalidad
Los empresarios tambi¨¦n tienen que fomentar y recompensar la autocuarentena responsable. Las bajas por enfermedad remuneradas mejorar¨ªan considerablemente el cumplimiento de las medidas de autocuarentena. Un sistema en el que las bajas por enfermedad se convierten en una p¨¦rdida de salario fomenta la transmisi¨®n del virus.
Este brote va a seguir cambiando nuestras vidas. Las cosas no van a volver a ser como eran. Vamos a mirar hacia adelante para encontrar una nueva normalidad. Para proteger a los miembros m¨¢s vulnerables de nuestras comunidades, los menos vulnerables deben tomar decisiones responsables y no ego¨ªstas. Las medidas necesarias para luchar contra este brote no tienen precedentes y a veces son impopulares, pero son necesarias. Marshawn Lynch nos ha ense?ado sabiamente a proteger nuestros cuerpos, nuestros cerebros y nuestra pasta. Ahora es responsabilidad nuestra ir m¨¢s all¨¢ para protegernos mutuamente.
Nita Bharti es profesora auxiliar de Biolog¨ªa del Centro de Din¨¢micas de las Enfermedades Infecciosas, Universidad de Pennsylvania State.
Este art¨ªculo se public¨® originalmente en The Conversation en ingl¨¦s.
Traducci¨®n: NewsClips
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