Lecciones de la paciente cero alemana: infectarse por pasarse el salero en la cantina y otros peligros de la covid
Investigadores alemanes reconstruyen minuciosamente la cadena de los primeros contagios registrados en el pa¨ªs
La ma?ana del 27 de enero, en la bandeja de entrada del correo electr¨®nico de las oficinas de Webasto aguardaba un mensaje cuyo contenido pronto dar¨ªa la vuelta al mundo. La empleada que la semana anterior hab¨ªa viajado desde China para reunirse en la empresa de componentes de autom¨®vil les informaba de que ten¨ªa covid-19. Horas m¨¢s tarde, un empleado de sede alemana daba positivo y las autoridades sanitarias de Baviera informaban del primer caso de contagio entre humanos fuera de Asia. El coronavirus hab¨ªa llegado a Alemania.
Cient¨ªficos alemanes han reconstruido ahora hasta el ¨²ltimo detalle qu¨¦ pas¨® aquellos d¨ªas, a trav¨¦s de entrevistas, documentos y del an¨¢lisis del genoma del virus. Han destripado c¨®mo se propag¨® un brote que la empresa y las autoridades lograron frenar en seco. 16 personas resultaron contagiadas en aquel foco y todas se han recuperado en esta singular historia de ¨¦xito. La reconstrucci¨®n publicada en la revista Lancet, junto con el relato de lo qu¨¦ pas¨® en aquellas horas en la empresa infectada arroja luz sobre cu¨¢l fue el momento exacto de la transmisi¨®n en cada caso, pero tambi¨¦n sobre la importancia de la detecci¨®n y actuaci¨®n temprana.
La paciente cero hab¨ªa aterrizado en Alemania el domingo 19 procedente de Shangh¨¢i para mantener una serie de reuniones en la casa madre de su empresa. Antes de viajar hasta Baviera, hab¨ªa recibido la visita de sus padres, que ven¨ªan de Wuhan, en aquel momento, la zona cero de la epidemia en China. Cuando aterriz¨® en Alemania, la paciente cero estaba contagiada, pero no lo sab¨ªa.
El lunes siguiente, se present¨® en la central de Webasto en Stockdorf, cerca de M¨²nich, para impartir una formaci¨®n de dos d¨ªas. El 22 por la noche vol¨® de vuelta a Shangh¨¢i y ya en el avi¨®n sinti¨® que algo no iba bien. ¡°El tiempo que estuvo aqu¨ª, no se encontr¨® mal. Tal vez algo cansada, pero lo atribuy¨® al jet lag¡±, recuerda ahora Nadine Schian vicepresidenta y jefa de comunicaci¨®n de Webasto, que form¨® parte desde el primer momento de la c¨¦lula de crisis. Ya en China, la paciente fue al m¨¦dico y el 26 recibi¨® el resultado positivo de coronavirus. Enseguida envi¨® un correo electr¨®nico a la empresa en Alemania, que por la diferencia horaria no se abri¨® hasta el d¨ªa 27.
El paciente 12 vol¨® a Espa?a el 28 de enero, donde fue aislado en un hospital canario dos d¨ªas m¨¢s tarde
¡°Lo primero que hicimos fue informar a toda la empresa¡±, recuerda Schian. La paciente cero envi¨® una lista de las personas con las que hab¨ªa estado en contacto durante su estancia en Alemania. Los empleados que hab¨ªan estado cara a cara durante m¨¢s de 15 minutos con la persona contagiada elaboraron otra lista. Desde la empresa informaron al taxista que traslad¨® a la paciente cero, al hotel donde durmi¨® y al restaurante donde cen¨®. Decidieron publicar una entrevista en un peri¨®dico para que todo el mundo que pudiera haber estado en contacto con la paciente cero lo supiera y se reportara. ¡°Entonces no hab¨ªa tanta informaci¨®n sobre lo que hab¨ªa que hacer. Hemos aprendido mucho en este tiempo¡±, piensa ahora Schian.
El mismo d¨ªa 27, se confirm¨® el primer positivo entre los empleados. Hab¨ªa estado con la paciente cero en una reuni¨®n y durante el fin de semana se encontr¨® medio griposo, pero el lunes por la ma?ana, fue a trabajar. Al llegar, vio en la Intranet las noticias y su jefe le envi¨® a casa. Al dar positivo, se elabor¨® otra lista con las personas que hab¨ªan estado en contacto con ¨¦l en los ¨²ltimos 14 d¨ªas. Eso era el lunes, el martes, decidieron cerrar y desinfectar la empresa en la que trabajan 1.200 personas. Nueve personas resultaron positivas en la empresa y otras siete se contagiaron a ra¨ªz del contagio inicial en Webasto. El foco se extendi¨® en total a 16 personas, 12 hombres y 4 mujeres.
El an¨¢lisis de los investigadores alemanes indica que el paciente 1 se sent¨® al lado de la paciente cero en una reuni¨®n de una hora y en una sala de 12 metros cuadrados. La secuencia del genoma del virus del paciente 2 permite tambi¨¦n concluir que la paciente cero le transmiti¨® la enfermedad. El paciente 3 estuvo en contacto con el 1, cuando ambos trabajaron a la vez en el mismo ordenador durante un rato breve. El paciente 3 se sent¨® m¨¢s tarde junto al paciente 12 durante 90 minutos en un encuentro privado. El paciente 12 vol¨® a Espa?a el 28 de enero, donde fue aislado en un hospital canario dos d¨ªas m¨¢s tarde. El paciente 4 tuvo tambi¨¦n contacto directo con la paciente cero.
Establecer el contagio entre el paciente 4 y el 5 fue m¨¢s complicado. No hab¨ªan coincidido en reuniones juntos, ni se hab¨ªan encontrado. Salvo una vez. Fue en la cantina de la empresa. Estaban sentados de espaldas el uno del otro. El n¨²mero 5 se gir¨® y le pidi¨® el salero al n¨²mero 4. Eso fue dos d¨ªas antes de que el paciente 4 desarrollara s¨ªntomas. ¡°La secuencia del genoma se utiliz¨® para confirmar el v¨ªnculo epidemiol¨®gico y clarificar el evento transmisor en los casos en los que el relato del contacto fuera ambiguo¡±, indican en el art¨ªculo cient¨ªfico. Aseguran que el an¨¢lisis de la secuencia del virus de ambos pacientes les lleva a concluir que el episodio del salero pudo producir la transmisi¨®n. El resto de los 16 contagios fueron personas que hab¨ªan estado en contacto con la paciente 0, el 1, el 2 y el 5 y que hab¨ªan participado en reuniones, a corta distancia y durante m¨¢s de 15 minutos y, en el caso del 5, tambi¨¦n su familia, que result¨® infectada.
Desde el primer d¨ªa, las autoridades sanitarias locales decidieron que a las personas consideradas con alto riesgo, es decir, las que hab¨ªan estado en presencia de algunos de los infectados por lo menos durante 15 minutos, fueran sometidas a una cuarentena de 14 d¨ªas en sus casas y se control¨® su estado de salud a diario y se les hizo el test al principio y al final de la cuarentena al margen de los s¨ªntomas. Los casos positivos fueron hospitalizados y aislados.
En dos semanas se hicieron 240 test. ¡°Gracias a haber hecho pruebas diagn¨®sticas a todos aquellos que tuvieron contactos de alto riesgo con los pacientes confirmados, adem¨¢s de a personas de bajo riesgo con s¨ªntomas, pudimos detectar y hacer el seguimiento de personas son s¨ªntomas muy leves, que probablemente no hubieran sido detectados de otra manera¡±, indican los investigadores alemanes.
En Stockdorf, el primer foco alem¨¢n, la epidemia se control¨®, en parte gracias a la detecci¨®n temprana y las cuarentenas, que evitaron la propagaci¨®n. Dos de los 16 infectados desarrollaron una neumon¨ªa, pero todos est¨¢n ya curados. A principio de mayo, cuando concluy¨® la investigaci¨®n que ahora se publica, los investigadores aseguran que segu¨ªa sin detectarse ning¨²n caso asociado con el brote inicial, ¡°lo que sugiere que las medidas de contenci¨®n funcionaron¡±.
Puede que el control del foco de Stockdorf fuera importante, como se?al¨® recientemente la canciller, Angela Merkel, y ayudara a ganar tiempo, pero no bast¨®. Poco despu¨¦s empezaron llegar j¨®venes de viajes de esqu¨ª de Austria y de Italia infectados. A mediados de febrero, una fiesta de carnaval en Renania del Norte-Westfalia result¨® tambi¨¦n un foco de infecci¨®n virulento y el coronavirus se fue propagando hasta implantarse en cada uno de los 16 Estados federados alemanes. El n¨²mero de positivos suma ya 174.697 en Alemania.
El estudio, publicado el pasado viernes en la revista Lancet, fue realizado por Merle B?hmer de la oficina de Salud de Baviera, Udo Buchholz del Instituto Robert Koch y Christian Drosten, el c¨¦lebre vir¨®logo de la Charit¨¦ de Berl¨ªn entre otros. En el art¨ªculo publicado en Lancet, los investigadores concluyen que personas que todav¨ªa no hab¨ªan presentado s¨ªntomas fueron capaces de contagiar, que el periodo de incubaci¨®n fue muy corto -una media de cuatro d¨ªas- y que se produjeron falsos negativos en test.
Los investigadores creen que estudios como este resultan cruciales para comprender los mecanismos de transmisi¨®n del virus y para estimar el tama?o potencial de la epidemia, as¨ª como para dise?ar estrategias de contenci¨®n. El aprendizaje de Stockdorf no es sin embargo excesivamente alentador. ¡°Los resultados sugieren que aunque el brote se control¨®, la contenci¨®n global y largo plazo de covid-19 puede ser dif¨ªcil de lograr¡±.
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