Medidas higi¨¦nicas a nivel c¨®smico
La exploraci¨®n espacial y la b¨²squeda de vida m¨¢s all¨¢ de nuestro planeta exige estrictas medidas higi¨¦nicas
Ahora que todos estamos preocupados por una cosa de unas 0.1 micras de di¨¢metro que ni siquiera se considera que est¨¢ viva, queremos hablar de la necesidad de extremar las medidas higi¨¦nicas, porque mantenerse a distancia siempre va a ser dif¨ªcil, va contra nuestra naturaleza, y no hablamos a nivel social sino planetario y cient¨ªfico.
Uno de los retos cient¨ªficos m¨¢s importantes y ambiciosos al que se ha enfrentado la humanidad, que ahora mismo es abordable, es la b¨²squeda de seres vivos m¨¢s all¨¢ de nuestro planeta, lo que se relaciona tambi¨¦n con la pregunta sobre el origen y la esencia de la vida. Este es el objetivo principal de una rama de la ciencia que cada vez cuenta con m¨¢s inter¨¦s y recursos, la astrobiolog¨ªa. En Espa?a tenemos un instituto de investigaci¨®n dedicado a ella, el Centro de Astrobiolog¨ªa, CAB/CSIC-INTA (si no decimos esto, a uno de los autores le pueden tirar de las orejas). Actualmente estamos intentando buscar vida en planetas extrasolares por medio de biomarcadores observables y en el Sistema Solar por medio de viajes interplanetarios. El tema puede dar mucho de s¨ª, as¨ª que empezaremos por contarles lo escrupulosos que debemos ser los cient¨ªficos a la hora de explorar el Sistema Solar, por si hay o hubo vida o precursores moleculares de la vida, algo a lo que no podemos cerrarnos a pesar de no haberla encontrado y de todas las casualidades c¨®smicas que hayan existido.
Se lo crean o no, la NASA tiene Oficiales de Protecci¨®n Planetaria, cargos dentro de la Oficina de seguridad y garant¨ªa en misiones, cuyo objetivo es doble: proteger la vida que posiblemente puede existir en otros cuerpos del Sistema Solar (?el resto del universo est¨¢ desprotegido ahora mismo!) y tambi¨¦n proteger la vida en la Tierra de amenazas extraterrestres tra¨ªdas en misiones de exploraci¨®n interplanetaria. Es una mezcla entre el Agente J en Men in Black y Ripley en Alien, el octavo pasajero. La ESA tambi¨¦n tiene una oficina de protecci¨®n planetaria y sus propias directrices sobre el asunto, aunque en Europa no hemos hecho tantas pel¨ªculas sobre ello. Pero tanto la NASA como la ESA se toman en serio los tratados propuestos por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos de Espacio Exterior y las recomendaciones del Panel de Protecci¨®n Planetaria del Comit¨¦ de Exploraci¨®n Espacial (COSPAR).
El primer objetivo de la protecci¨®n planetaria: salvaguardar lo que no sabemos si existe, la vida extraterrestre
Dejando para otro d¨ªa el segundo cometido, nos concentramos en el primer objetivo de la protecci¨®n planetaria: salvaguardar lo que no sabemos si existe; la vida extraterrestre. Llevamos 58 a?os viajando a otros mundos. En 1962 la Mariner 2 estadounidense fue la primera misi¨®n que logr¨® poner en ¨®rbita una sonda alrededor de otro planeta. Este artilugio se acerc¨® a solo 35.000 kil¨®metros de Venus, cuando normalmente todo lo que construimos los humanos est¨¢, en media, a 40 millones de kil¨®metros del planeta m¨¢s caliente del Sistema Solar. Aqu¨ª ya empieza un problema para la protecci¨®n planetaria: ?qu¨¦ pasa con los sat¨¦lites y sondas planetarias cuando acaba su vida ¨²til?
En la planificaci¨®n de las misiones espaciales se incluye qu¨¦ se va a hacer con el aparato cuando ya no d¨¦ m¨¢s de s¨ª y termine su vida ¨²til. Por ejemplo, la ESA ide¨® un Gran Final para la sonda Cassini despu¨¦s de pasar siete a?os estudiando Saturno. En septiembre de 2017, se ejecutaron los comandos que mandaron a Cassini en ¨®rbita de colisi¨®n directa con Saturno, en cuya densa atm¨®sfera se adentr¨® y se quem¨® como un meteorito. ?Por qu¨¦ acabar la misi¨®n de esta manera? Aparte de que en su ¨²ltimo viaje Cassini fue mandando datos de las capas m¨¢s externas del planeta Saturno, muy interesantes para los planet¨®logos, la raz¨®n hay que encontrarla en la protecci¨®n planetaria. Si se hubiera dejado Cassini a su libre albedr¨ªo, sin control desde la Tierra, hay una probabilidad no nula de que en alg¨²n momento, quiz¨¢s por interacciones con objetos cercanos que puedan ser atra¨ªdos por Saturno, pudiera caer sobre sat¨¦lites de Saturno como Enc¨¦lado o Tit¨¢n, que tienen algo que creemos esencial para la vida: un disolvente como el agua o el metano (ya hablaremos de ellos), que existen en esos mundos en estado l¨ªquido incluso en superficie, por lo que podr¨ªan albergar vida. Si en alg¨²n momento somos capaces de mandar una misi¨®n all¨ª para buscarla, no estar¨ªa muy bien que lo que encontr¨¢ramos fuera una contaminaci¨®n llevada por nosotros, o que llevemos vida que acabe con la que puede haber en otros mundos, algo parecido a lo que pasaba en La Guerra de los Mundos, salvo que los invasores ser¨ªamos nosotros y los que no resisten los microbios terrestres seguir¨ªan siendo las especies alien¨ªgenas.
La vida y sus mol¨¦culas org¨¢nicas llenan la Tierra, siempre puede sorprenderte y aparecer o quedar preservada en rincones inveros¨ªmiles. ¡°Limpiar¡± lo que mandamos al espacio es extremadamente complicado
Proteger el espacio exterior no es f¨¢cil: la vida y sus mol¨¦culas org¨¢nicas llenan la Tierra, siempre pueden sorprenderte y aparecer o quedar preservadas en rincones inveros¨ªmiles, y ¡°limpiar¡± lo que mandamos al espacio es extremadamente complicado. Imaginamos que nunca se han colado animales grandes en misiones espaciales, como pasaba con los barcos de los navegantes de la Edad Moderna (o en el Nostromo), pero el gran problema es eliminar virus de un tama?o de una milmillon¨¦sima de metro, o bacterias de una micra, o incluso c¨¦lulas de d¨¦cimas de mil¨ªmetro o mol¨¦culas org¨¢nicas de las que usamos todos los seres vivos. En el aire de una habitaci¨®n de 15 metros cuadrados hay decenas de miles de estos microbios, en 1 gramo de tierra la cosa ya sube a miles de millones, y sobre la piel de un astronauta puede haber un bill¨®n de microbios. Misiones como las que van a Marte y ponen rovers en movimiento en su superficie cuidan al m¨¢ximo la contaminaci¨®n del planeta rojo, montando todos los componentes que se env¨ªan all¨ª en salas limpias con un sistema de filtros y presi¨®n negativa (mayor dentro de la habitaci¨®n que en el exterior, de modo que no hay entrada de aire). Adem¨¢s se usan productos qu¨ªmicos, tratamientos t¨¦rmicos an¨¢logos a la uperisaci¨®n de la leche en los que se mantiene el material durante d¨ªas a temperaturas de m¨¢s de 100?C, y ba?os de radiaci¨®n para esterilizar las sondas espaciales y eliminar las esporas de organismos que podr¨ªan sobrevivir latentes miles de a?os. Despu¨¦s de los tratamientos antivida se prueban los resultados con cultivos de muestras tomadas con bastoncillos como los que vemos hoy todos los d¨ªas en las noticias. Cada procedimiento tiene sus complicaciones y limitaciones, por ejemplo, los cultivos en realidad solo obtienen resultados para el 1% de todos los posibles microbios que pueden estar presentes, y extrapolamos resultados al 99% restante. Pero hay todo un est¨¢ndar de procedimientos y requerimientos m¨ªnimos para eliminar las salas limpias de m¨¢s del 99.9% de los microbios (mejor que lo que hace una mascarilla FFP3, ahora que todo el mundo sabe lo que es). Por ejemplo, en el caso del rover marciano Perseverance, que empieza su viaje esta semana en la misi¨®n Mars 2020 (??junto con un helic¨®ptero, cada vez m¨¢s cerca de Amee en Planeta Rojo!!), se estableci¨® que no deb¨ªa llevar a la superficie de Marte m¨¢s de 41.000 esporas de bacterias. La limpieza no es perfecta, no contamos con la tecnolog¨ªa para construir y mandar al espacio artilugios completamente est¨¦riles, pero el asunto se toma muy en serio por parte de todas las agencias espaciales. Y es muy importante que siga siendo una prioridad, al menos mientras queramos hacer la pregunta de si hemos sido los ¨²nicos habitantes del Sistema Solar, ?m¨¢xime cuando hay gente que quiere poner a un mill¨®n de personas en Marte hacia el 2050! Por ahora, en estas vacaciones no nos iremos tan lejos. ?Hasta septiembre!
Pablo G. P¨¦rez Gonz¨¢lez es investigador del Centro de Astrobiolog¨ªa, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas y del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (CAB/CSIC-INTA)
Patricia S¨¢nchez Bl¨¢zquez es profesora titular en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Vac¨ªo C¨®smico es una secci¨®n en la que se presenta nuestro conocimiento sobre el universo de una forma cualitativa y cuantitativa. Se pretende explicar la importancia de entender el cosmos no solo desde el punto de vista cient¨ªfico, sino tambi¨¦n filos¨®fico, social y econ¨®mico. El nombre ¡°vac¨ªo c¨®smico¡± hace referencia al hecho de que el universo es y est¨¢, en su mayor parte, vac¨ªo, con menos de 1 ¨¢tomo por metro c¨²bico, a pesar de que en nuestro entorno, parad¨®jicamente, hay quintillones de ¨¢tomos por metro c¨²bico, lo que invita a una reflexi¨®n sobre nuestra existencia y la presencia de vida en el universo.
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