Ciencia y tecnolog¨ªa espa?olas en Marte
El veh¨ªculo ¡®Perseverance¡¯ porta tecnolog¨ªa ideada y fabricada en Espa?a y cuya explotaci¨®n cient¨ªfica se dirigir¨¢ desde nuestro pa¨ªs
Estas ¨²ltimas semanas hemos estado recibiendo noticias constantes sobre misiones a Marte, hasta el punto de que podr¨ªa parecer que es f¨¢cil llegar a nuestro vecino planetario, como si estuviera al alcance de cualquier pa¨ªs u organizaci¨®n. Pero lo cierto es que no es as¨ª. Solo un pu?ado de pa¨ªses disponen de la tecnolog¨ªa y los recursos necesarios para poder sumarse a esta nueva carrera espacial hacia Marte que estamos disfrutando con el inicio de la d¨¦cada.
A los ya habituales Estados Unidos, Rusia (como heredera de la tecnolog¨ªa de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica), Jap¨®n y Europa, en estos ¨²ltimos a?os se han unido India y, recientemente, Emiratos ?rabes y China.
A diferencia de la primera carrera espacial en la que la pugna se establec¨ªa ¨²nicamente entre dos contendientes, la actual est¨¢ mucho m¨¢s abierta, y en ella tiene cabida la industria privada: Space X, de Elon Musk; Blue Origin, del due?o de Amazon, Jeff Bezos; Virgin, del multimillonario Richard Branson; grandes empresas aeron¨¢uticas como Boeing, y un largo etc¨¦tera, han encontrado su hueco en este sector tan competitivo y vanguardista.
Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, y a pesar de las crisis vividas, nuestros centros de investigaci¨®n, universidades e industria han sido capaces de situarse y mantenerse en un alt¨ªsimo nivel cient¨ªfico y tecnol¨®gico
Este nuevo escenario es, sin duda, fruto del elevado nivel tecnol¨®gico que hemos alcanzado en nuestra ¨¦poca, pero tambi¨¦n del inter¨¦s creciente que suscita la investigaci¨®n del espacio, la ¨²ltima frontera. Y es que, en nuestros d¨ªas, la exploraci¨®n del espacio se entiende como uno de los m¨¢s importantes motores de desarrollo tecnol¨®gico, econ¨®mico, social y, por supuesto, cient¨ªfico. Para muchos de los pa¨ªses que ahora se esfuerzan en la exigente carrera por explorar Marte, este empe?o es una inversi¨®n, una importante inversi¨®n de futuro.
Nuestro pa¨ªs, si bien no contribuye a la exploraci¨®n de Marte con una misi¨®n enteramente espa?ola, s¨ª juega un papel destacado en muchas de ellas. Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, y a pesar de las crisis vividas, nuestros centros de investigaci¨®n, universidades e industria han sido capaces de situarse y mantenerse en un alt¨ªsimo nivel cient¨ªfico y tecnol¨®gico, desarrollando y contribuyendo con instrumentos cient¨ªficos de gran valor para las misiones espaciales tanto de NASA como de la Agencia Espacial Europea (ESA).
En concreto, Espa?a ha estado presente en las tres ¨²ltimas misiones de NASA a Marte. Con la obvia salvedad de Estados Unidos, no muchos pa¨ªses pueden presumir de un logro similar: en el entorno europeo, solo Francia comparte tal m¨¦rito. Es un hito tecnol¨®gico y cient¨ªfico del que podemos estar muy orgullosos como pa¨ªs.
Esta importante contribuci¨®n tecnol¨®gica espa?ola se ha canalizado a trav¨¦s del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA) ¨C Centro de Astrobiolog¨ªa (CAB), con las estaciones meteorol¨®gicas REMS (Rover Environmental Monitoring Station, en la misi¨®n Curiosity, que est¨¢ explorando Marte desde 2012), TWINS (Temperature and Winds for InSight, en la misi¨®n InSight, que aterriz¨® en 2018), y MEDA (Mars Environmental Monitoring Station, desarrollada junto a Airbus CRISA, A-V-S, UPC, IMSE y un amplio consorcio, y que llega hoy a Marte a bordo de Perseverance). Adem¨¢s, nuestro pa¨ªs ha participado en el desarrollo de la antena de alta ganancia que tanto Curiosity como Perseverance emplean para comunicarse con la Tierra (desarrollada por Airbus CASA Espacio), y en la puesta a punto del patr¨®n de calibraci¨®n que el instrumento franco-americano SuperCam usar¨¢ para ajustar las im¨¢genes y los espectros que registra (esta contribuci¨®n ha sido desarrollada por la Universidad de Valladolid, INTA y la empresa A-V-S).
Por otro lado, en un par de a?os Espa?a volver¨¢ a estar presente en Marte a trav¨¦s de nuestra participaci¨®n en la misi¨®n ExoMars de la Agencia Espacial Europea: en 2023, la ESA tiene previsto posar sobre Marte un m¨®dulo de aterrizaje llamado Kazachock y un veh¨ªculo bautizado Rosalind Franklin. En esta ocasi¨®n, seremos responsables del instrumento RLS (Raman Laser Spectrometer) liderado por INTA y la Universidad de Valladolid, ubicado a bordo de Rosalind, y de los sensores RDM (Radiation and Dust Module) y AMR (Anisotropic magneto-resistance), ambos desarrollados por INTA, y que estar¨¢n montados en Kazachock.
Pero, quiz¨¢s, el mejor exponente en cuanto a la madurez cient¨ªfica y tecnol¨®gica espa?ola a d¨ªa de hoy en la exploraci¨®n del espacio sea nuestra contribuci¨®n a la misi¨®n que en pocas horas aterrizar¨¢ suavemente sobre la superficie marciana. Desde julio de 2014, fecha en la que NASA hizo p¨²blica la selecci¨®n de los siete instrumentos que constituyen la carga cient¨ªfica de Perseverance, m¨¢s de 500 cient¨ªficos e ingenieros espa?oles (de varias instituciones y empresas participantes) han trabajado incansablemente para estar preparados en este momento. No debemos olvidar que seis a?os es un intervalo de tiempo extremadamente breve para dise?ar, construir y ensayar intensivamente sistemas de gran complejidad y que trabajar¨¢n en Marte en unas condiciones realmente extremas.
Como dec¨ªamos, uno de esos siete instrumentos de Perseverance es MEDA, la estaci¨®n meteorol¨®gica avanzada que estudiar¨¢ la atm¨®sfera marciana y el polvo que cubre la superficie. Conocer la din¨¢mica atmosf¨¦rica, y c¨®mo son y se comportan las finas part¨ªculas de polvo, resulta de especial inter¨¦s para la NASA y la comunidad cient¨ªfica planetaria, no solo para entender el Marte actual o su evoluci¨®n en el pasado, sino por las importantes implicaciones que tiene en la perspectiva de las futuras misiones tripuladas. Estos finos aerosoles juegan un papel m¨¢s importante en la atm¨®sfera marciana que el que tienen el vapor de agua o las nubes en nuestra Tierra, pudiendo incluso llegar a cubrir Marte enteramente con una macro tormenta planetaria de polvo.
Han sido muchos los momentos de alta tensi¨®n que hemos vivido todos los miembros de los equipos participantes, pero tambi¨¦n muchos instantes gratos que se quedan en el recuerdo, y que a buen seguro pasar¨¢n por la mente de todos nosotros durante los ¡°siete minutos de terror¡± que se vivir¨¢n intensamente en unas horas. Estos siete minutos ser¨¢n el pre¨¢mbulo de un nuevo cap¨ªtulo que estos d¨ªas comienza en la historia de la exploraci¨®n marciana, y en el que de nuevo Espa?a estar¨¢ presente a la vanguardia mundial de la ciencia y la tecnolog¨ªa.
Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez Manfredi y Alberto Gonz¨¢lez Fair¨¦n trabajan en el Centro de Astrobiolog¨ªa en Madrid, un centro de investigaci¨®n y desarrollo tecnol¨®gico con gesti¨®n mixta del INTA y el CSIC.
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