Los grandes premios de investigaci¨®n discriminan a las mujeres

Las mujeres cada vez tienen un papel m¨¢s destacado en la investigaci¨®n cient¨ªfica. De 2013 a 2018 el porcentaje de trabajadoras en este entorno ascendi¨® del 28% al 33% del total, seg¨²n el informe de la Unesco Para ser inteligente, la revoluci¨®n digital tendr¨¢ que ser inclusiva. A pesar de estas mejoras, siguen teniendo menos posibilidades que los hombres de conseguir un galard¨®n que represente la excelencia de su carrera. Un ejemplo de ello son los Nobel otorgados esta semana, en las categor¨ªas de medicina, f¨ªsica y qu¨ªmic...

Las mujeres cada vez tienen un papel m¨¢s destacado en la investigaci¨®n cient¨ªfica. De 2013 a 2018 el porcentaje de trabajadoras en este entorno ascendi¨® del 28% al 33% del total, seg¨²n el informe de la Unesco Para ser inteligente, la revoluci¨®n digital tendr¨¢ que ser inclusiva. A pesar de estas mejoras, siguen teniendo menos posibilidades que los hombres de conseguir un galard¨®n que represente la excelencia de su carrera. Un ejemplo de ello son los Nobel otorgados esta semana, en las categor¨ªas de medicina, f¨ªsica y qu¨ªmica, en los que los siete premiados han sido hombres. Esta brecha ha sido examinada en un estudio publicado por la revista Quantitative Science Studies. La investigaci¨®n ha analizado 141 galardones de gran prestigio de car¨¢cter internacional desde 2001 hasta 2020. Los resultados demuestran que, a pesar de que las mujeres obtienen ahora m¨¢s reconocimiento, a¨²n existen desigualdades. Estos galardones han sido recibidos durante estos a?os por 2.011 hombres y 262 mujeres. Adem¨¢s, 22 de estos galardones (el 16% del total) no han sido otorgados en estas dos d¨¦cadas a ninguna investigadora. Entre ellos hay algunos que tienen nombre de cient¨ªficas, como el premio Maryam Mirzakhani en matem¨¢ticas (entregado cuatro veces desde 2001) y el Reina Isabel de ingenier¨ªa (recibido por 14 hombres desde su primera edici¨®n en 2013).

Este an¨¢lisis se ha dividido en cuatro intervalos, de cinco a?os cada uno. Las categor¨ªas de los reconocimientos eran biolog¨ªa y ciencias de la vida (incluyendo medicina), ciencias de la computaci¨®n, ingenier¨ªa, matem¨¢ticas, f¨ªsica y ciencias sociales y del comportamiento (en la que se encuentra psicolog¨ªa). En el primer lustro analizado (2001-2005), hubo representaci¨®n femenina en el 30% de los 111 premios disponibles en ese momento. Ese porcentaje aument¨® en nueve puntos porcentuales (39% de 132 galardones) en el periodo siguiente. Entre 2011 y 2015 la cifra mejor¨® considerablemente, hasta llegar a estar representadas en la mitad (50% de 137) y, en el ¨²ltimo intervalo, las investigadoras consiguieron estar presentes en el 65% de 141 reconocimientos. Lokman I. Meho, cient¨ªfico de la informaci¨®n en la Universidad de Beirut y autor principal de la investigaci¨®n, destaca que, a pesar de existir una mejora significativa, ¡°el sistema tiene que dar m¨¢s reconocimiento a las investigadoras para ser justo con ellas¡±.

El autor tambi¨¦n analiza si el incremento de catedr¨¢ticas en Estados Unidos ha supuesto tambi¨¦n un incremento en el reconocimiento a investigadoras. Entre 2001 y 2005, las docentes de investigaci¨®n representaban el 17% de la profesi¨®n y obtuvieron solo el 6% de 693 premios individuales concedidos en el pa¨ªs. En los ¨²ltimos cuatro a?os de la pasada d¨¦cada, las catedr¨¢ticas llegaron a representar casi un tercio de los investigadores, pero tampoco fueron reconocidas en la misma proporci¨®n, ya que representaron solo el 19% de 1.001 galardones estudiados. Para conseguir el equilibrio con sus compa?eros, tendr¨ªan que estar representadas en nueve puntos m¨¢s. La consecuci¨®n de este equilibrio en categor¨ªas como biolog¨ªa o matem¨¢tica exigir¨ªa un n¨²mero a¨²n mayor de galardonadas. ?nicamente en ciencias de la computaci¨®n los premios a investigadoras se han mantenido estables hasta 2015 y luego han experimentado un gran aumento.

Capitolina D¨ªaz, catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa y expresidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Investigadoras y Tecn¨®logas (AMIT), defiende que se podr¨ªa conseguir dicho equilibrio entre proporci¨®n de investigadoras y premios conseguidos, pero que no cree que la cultura cient¨ªfica ¡°est¨¦ a¨²n tan democratizada como para reconocer el talento y la excelencia en las mujeres con la misma facilidad que lo reconocen en los hombres¡±. En la categor¨ªa de f¨ªsica en los galardones concedidos en Estados Unidos s¨ª que han logrado este objetivo, en los ¨²ltimos cinco a?os, pero a¨²n queda comprobar si esto se mantendr¨¢ en el tiempo.

Situaci¨®n en Espa?a

Esta no es la primera vez que se estudia la brecha de g¨¦nero en los premios cient¨ªficos. Desde AMIT dirigieron un estudio en el que analizaron 37 galardones acad¨¦micos y cient¨ªficos de diferentes ramas concedidos en Espa?a entre 2009 y 2014. Los resultados mostraron una infrarrepresentaci¨®n de investigadoras en estos, siendo reconocidas solo en el 17,63% del total. Adem¨¢s, en esta investigaci¨®n se reflexiona sobre un techo de cristal dentro de las altas esferas, ya que la sobrerrepresentaci¨®n masculina aumenta con la cuant¨ªa de los galardones. Ellas, de los tres con mayor compensaci¨®n econ¨®mica, solo han sido reconocidas en el 7,14% durante esos a?os. Adem¨¢s, esta infrarrepresentaci¨®n est¨¢ tambi¨¦n, aunque en menor medida, en los jurados de premios estrictamente cient¨ªficos.

Este sesgo en la ciencia se puede observar desde mucho antes. A pesar de que el n¨²mero de cient¨ªficas lleva a?os aumentado¡ª hasta alcanzar ahora el 42% del personal de investigaci¨®n en Espa?a¡ª, no todas contin¨²an como investigadoras y progresan a un ritmo m¨¢s lento que sus compa?eros, seg¨²n datos facilitados por el Gobierno en el documento Cient¨ªficas en cifras. La Unesco ofrece informaci¨®n similar en el estudio mencionado anteriormente y denuncia que, adem¨¢s de tener carreras m¨¢s cortas y peor pagadas, suelen recibir becas de investigaci¨®n m¨¢s modestas.

Pilar L¨®pez Sancho, profesora de investigaci¨®n del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid-CSIC y cofundadora de AMIT, explica que se tiene muy interiorizado la idea de que la ciencia ¡°es para hombres¡±. Incluso este sesgo, puntualiza, se encuentra en las propias investigadoras porque se presentan a menos promociones y premios, ya que, ¡°hasta que no est¨¢n muy seguras de que tienen un curr¨ªculum fant¨¢stico, no se presentan, mientras que los hombres lo hacen m¨¢s¡±.

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