La gesti¨®n de los residuos peligrosos pone en peligro a ciudadanos de 28 pa¨ªses

En el mundo globalizado, una pandemia puede provocar escasez de chips producidos en Taiw¨¢n en una f¨¢brica de Valladolid, y una guerra en Ucrania, dejar sin aceite los anaqueles de un supermercado en Alicante. Aunque la mayor parte de los ciudadanos son conscientes de las interconexiones que ha generado el comercio internacional, hay un producto que quiz¨¢ no se tenga tan presente en ese intercambio: la basura. Todos los a?os, se producen entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de basura en el mundo. De ellos, hasta 500 millones de toneladas son residuos peligrosos por su toxicidad, porque so...

En el mundo globalizado, una pandemia puede provocar escasez de chips producidos en Taiw¨¢n en una f¨¢brica de Valladolid, y una guerra en Ucrania, dejar sin aceite los anaqueles de un supermercado en Alicante. Aunque la mayor parte de los ciudadanos son conscientes de las interconexiones que ha generado el comercio internacional, hay un producto que quiz¨¢ no se tenga tan presente en ese intercambio: la basura. Todos los a?os, se producen entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de basura en el mundo. De ellos, hasta 500 millones de toneladas son residuos peligrosos por su toxicidad, porque son inflamables o suponen un riesgo biol¨®gico. Y con esos residuos tambi¨¦n se comercia. En las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, el comercio de basura peligrosa se ha incrementado en un 500%, y eso plantea oportunidades y riesgos.

Para entender lo que supone esta red internacional de intercambio de residuos peligrosos, un equipo internacional liderado por Ernesto Estrada, del Instituto de F¨ªsica Interdisciplinar y Sistemas Complejos (CSIC-UIB) en Palma de Mallorca, ha desarrollado un modelo matem¨¢tico que trata de facilitar la comprensi¨®n de esta trama. Entre otras cosas, los autores, que incluyeron datos del periodo 2001-2019, identificaron 28 pa¨ªses que se encuentran ante un riesgo elevado de congesti¨®n por residuos, algo que supone un peligro para la salud de los ciudadanos de esos pa¨ªses, entre los que se encuentran M¨¦xico, China, Mozambique o India, pero tambi¨¦n para el bienestar medioambiental del resto del planeta.

El riesgo de cada pa¨ªs depende de la cantidad de residuos que recibe, pero tambi¨¦n de su capacidad para procesarlos. ¡°Un pa¨ªs se congestiona cuando alcanza su capacidad m¨¢xima para transformar, manipular y almacenar este tipo de basura, pero hay algunos que se congestionan m¨¢s r¨¢pido que otros¡±, se?ala Estrada. El modelo sirve para identificar la zona de seguridad de cada pa¨ªs, teniendo en cuenta sus capacidades y su historial de protecci¨®n medioambiental.

Aunque se pudiese pensar que los pa¨ªses m¨¢s desarrollados utilizasen los menos desarrollados como vertederos, esto no sucede necesariamente as¨ª. Sin embargo, por su menor capacidad de procesamiento, son principalmente pa¨ªses africanos y del sur de Asia los m¨¢s amenazados por el colapso de sus sistemas. Espa?a, por ejemplo, que no se encuentra en riesgo de congesti¨®n, se ha convertido seg¨²n este an¨¢lisis, que se publica hoy en la revista Nature Communications, en un importador neto de residuos, una categor¨ªa que comparte con pa¨ªses tan avanzados como Suecia o Corea del Sur. Por su parte, China, que ha tenido problemas medioambientales importantes por la gesti¨®n de basuras peligrosas, ha pasado a ser en los ¨²ltimos a?os un exportador neto de estos productos.

Seg¨²n explica Estrada, ¡°el almacenamiento apropiado y riguroso de residuos es una oportunidad de crear riqueza y empleo para los pa¨ªses. De los residuos electr¨®nicos, por ejemplo, se pueden extraer hasta 56 metales diferentes, pr¨¢cticamente toda la tabla peri¨®dica de elementos¡±, a?ade. Esto explica que entre los tres tipos de residuos estudiados (m¨¦dicos, met¨¢licos y residuos del hogar), el balance coloque a los pa¨ªses desarrollados como importadores de residuos met¨¢licos y exportadores de los otros dos.

Pese a suponer una oportunidad, en muchos pa¨ªses el procesado de residuos como los ordenadores desechados o las bater¨ªas gastadas se hace de manera informal, quemando el pl¨¢stico para extraer la chatarra. ¡°Estos gases son altamente t¨®xicos y sus efectos se ven en los trabajadores que hacen esas tareas y en las poblaciones de esos pa¨ªses¡±, se?ala Estrada. En el trabajo publicado hoy, se cita un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria con personas llegadas a las islas Canarias desde varios pa¨ªses de ?frica Subsahariana como Senegal, Nigeria o Sierra Leona. Al analizar su sangre, se encontraron altos niveles de bifenilos policlorados, un tipo de compuestos t¨®xicos generados durante el procesado de residuos electr¨®nicos.

En Nigeria, cada a?o llegan 400.000 ordenadores de segunda mano o en partes para su procesado y varios informes han detectado elevados niveles de contaminaci¨®n por metales pesados en los lugares donde se procesan de manera informal. En Senegal, un pa¨ªs que comparte con Nigeria un alto riesgo de congesti¨®n por residuos, se ha relacionado la muerte de 18 ni?os con los altos niveles de plomo en zonas empleadas para reciclar bater¨ªas.

El modelo matem¨¢tico desarrollado por el equipo de Estrada puede ayudar, por un lado, a crear una red de alertas para los pa¨ªses en riesgo de colapso y para conocer d¨®nde pueden ser necesarias inversiones para procesar los residuos peligrosos sin riesgo para la poblaci¨®n, tambi¨¦n como forma de responsabilizar a los pa¨ªses m¨¢s avanzados cuando colocan sus basuras en pa¨ªses que no tienen capacidad para gestionarla de forma adecuada.

Por ¨²ltimo, como el resto del sistema internacional de comercio, el de los residuos es din¨¢mico. Desde 2017, China ha impuesto la prohibici¨®n de importar algunas basuras. La regi¨®n de Giyu, en el sur del pa¨ªs, era hasta hace poco el mayor centro de desechos electr¨®nicos del mundo y solo un 25% se procesaba de manera formal. All¨ª, tambi¨¦n se ha detectado un exceso de da?os en los reci¨¦n nacidos asociados a la presencia de metales pesados en el ambiente. Con las nuevas leyes chinas, esos residuos acabar¨¢n en otra zona del planeta y el modelo puede ayudar a gestionar los desequilibrios que la redistribuci¨®n genere en otros pa¨ªses de la red internacional.

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