Los monos solidarios que compartieron la sombra de un ¨¢rbol tras un hurac¨¢n aumentaron su esperanza de vida
Los macacos m¨¢s tolerantes redujeron sus probabilidades de morir casi a la mitad tras aumentar su tolerancia social a los dem¨¢s y compartir sus escasos recursos
En 2017, el hurac¨¢n Mar¨ªa asol¨® Puerto Rico, acabando con la vida de miles de personas. Entr¨® por el suroeste, arrasando primero Cayo Santiago, una peque?a isla donde viven centenares de macacos rhesus (Macaca mulatta). Desde hace casi un siglo son estudiados por bi¨®logos de todo el mundo. Tras el desastre, los cient¨ªficos comprobaron que estos monos, una de las especies de primates m¨¢s violenta, hab¨ªan aumentado su tolerancia hacia los dem¨¢s y reducido su agresividad. Ahora, en la segunda parte de este trabajo, publicada en Science, han mostrado c¨®mo los animales que se volvieron m¨¢s tolerantes compartiendo su principal recurso, la sombra, han reducido casi en un 50% su probabilidad de morir.
En Cayo Santiago, tambi¨¦n conocida como la isla de los monos, la temperatura en las horas centrales del d¨ªa supera los 40? durante casi todo el a?o. Las fotograf¨ªas (ver m¨¢s abajo) previas al paso del hurac¨¢n la muestran pr¨¢cticamente cubierta de ¨¢rboles. Pero, despu¨¦s de Mar¨ªa, de categor¨ªa 4 sobre 5, quedaron los troncos pelados de ¨¢rboles muertos. A?os despu¨¦s, la cobertura arb¨®rea a¨²n no se ha recuperado. As¨ª que la sombra, con hasta 7? menos y abundante en el pasado, se hab¨ªa convertido en un recurso escaso. No hab¨ªa para todos. Los cient¨ªficos se tem¨ªan lo peor.
¡°Esper¨¢bamos que los monos se volvieran m¨¢s agresivos por competir por la sombra, dado que se trata de una sociedad conocida por su agresividad¡±, cuenta la profesora de etolog¨ªa del Centro de Investigaci¨®n en Comportamiento Animal de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y autora s¨¦nior de la investigaci¨®n, Lauren Brent. Se equivocaron: ¡°En cambio, se volvieron m¨¢s tolerantes con los dem¨¢s y menos agresivos¡±. Con los datos de los cinco a?os anteriores al paso del hurac¨¢n y los cinco posteriores de siete grupos formados por un total de 790 macacos adultos, observaron que la tolerancia social se triplic¨® (medida con la aceptaci¨®n de la presencia de otro ejemplar a menos de dos metros de distancia) despu¨¦s de Mar¨ªa.
Con los ¨²ltimos registros disponibles, los de 2023, este comportamiento, aunque ha menguado algo, se ha mantenido doblando a¨²n al previo al desastre. Tambi¨¦n los actos de agresividad, habituales en esta especie, se han mantenido muy por debajo de los niveles anteriores al cicl¨®n. La densidad demogr¨¢fica en la isla de los monos es muy alta, similar a la de una ciudad como Nueva York (con m¨¢s de 10.000 habitantes por km?). Pero no ha cambiado durante esta d¨¦cada de estudio, as¨ª que esto no explicar¨ªa los cambios observados en la sociabilidad de los macacos.
Esto representa un cambio repentino en la presi¨®n selectiva, en los beneficios o costes de rasgos o comportamientos, dentro de una sociedad muy agresiva y jerarquizada. Con la crisis clim¨¢tica en marcha, se est¨¢ produciendo un aumento de los eventos extremos, entre ellos los huracanes, que est¨¢n alterando profundamente los ecosistemas. Una transformaci¨®n tan generalizada no se puede validar en un laboratorio. Experimentos naturales como este son una ocasi¨®n ¨²nica para los investigadores. Por eso, buscaron qu¨¦ consecuencias ha tenido el aumento de la sociabilidad y el descenso de la agresividad en la aptitud adaptativa de los macacos. En esta ocasi¨®n, la degradaci¨®n ambiental habr¨ªa alterado el valor adaptativo de una mayor tolerancia social. ?Con qu¨¦ resultado?
Lo que hicieron fue estudiar a 431 adultos y sus redes de proximidad tras Mar¨ªa. Con una esperanza media de vida de unos 25 a?os (y sin depredadores), contabilizaron la muerte de 155 de ellos. Cuando revisaron los archivos para el periodo previo al desastre, entre 2013 y septiembre de 2017, vieron que de entre 617 adultos, murieron 111 en ese lapso. Las cifras absolutas no da la clave, muchos murieron en los d¨ªas posteriores al hurac¨¢n. La clave est¨¢ en cu¨¢les murieron.
Lo que descubrieron lo cuenta la investigadora de la Universidad de Pennsylvania y primera autora del estudio, Camille Testard: ¡°Ten¨ªamos los datos de comportamiento y de supervivencia (si los monos murieron o no durante el per¨ªodo de estudio) de todos los individuos. Pudimos modelar la relaci¨®n entre la sociabilidad de los individuos y su probabilidad de supervivencia¡±. As¨ª comprobaron que despu¨¦s del cicl¨®n, los monos que eran m¨¢s tolerantes con los dem¨¢s, compartiendo la sombra, ten¨ªan m¨¢s probabilidades de sobrevivir. En concreto, un 42% m¨¢s de probabilidades. ¡°No fue as¨ª antes del desastre, cuando el hecho de que un mono fuera tolerante o no, no predec¨ªa su supervivencia¡±, a?ade Testard. ¡°Creemos que la tolerancia a m¨¢s monos facilita el acceso a la sombra, que ahora es un recurso escaso, lo que permite una mejor termorregulaci¨®n y, en ¨²ltima instancia, mejores posibilidades de supervivencia¡±, completa.
La necesidad de compartir la sombra cuando fuera de ella hac¨ªa 40? reforz¨® los lazos sociales. As¨ª, vieron que tambi¨¦n en las primeras horas de la ma?ana, la tolerancia de los dem¨¢s, algo menos que al mediod¨ªa, pero siempre muy por encima del periodo anterior a Mar¨ªa. ¡°Para acceder a la sombra, necesitan tolerar a (y ser tolerados por) los dem¨¢s, y descubrimos que esta tolerancia se extiende a otras interacciones diarias¡±, comenta Testard.
Sobre la l¨®gica que hay tras el cambio, su colega Brent recuerda que ¡°competir por la sombra es algo diferente a competir por, por ejemplo, comida¡±. Y la diferencia est¨¢ en el tipo de relaciones sociales necesarias. ¡°Tolerar a los dem¨¢s no cuesta mucho; a diferencia de apoyar a alguien en una pelea, es muy poco probable que salgas da?ado o gastes mucha energ¨ªa al tolerar a los dem¨¢s, por lo que no necesitas invertir mucho en alguien para crear una relaci¨®n en la que toleres a los dem¨¢s¡±, detalla. Tambi¨¦n puede haber un c¨¢lculo estrat¨¦gico: ¡°Cuando hay pocos espacios con sombra para sentarse, es posible que tu mejor amigo no est¨¦ sentado a la sombra, lo que significa que t¨² tampoco puedes hacerlo. Pero uno de tus 10 conocidos podr¨ªa estarlo, lo que implica que t¨² tambi¨¦n podr¨¢s hacerlo¡±. As¨ª que, ¡°conseguir sombra es un juego de n¨²meros en el que es mejor tolerar a los dem¨¢s que encerrarse en peque?os grupos sociales competitivos¡±, completa la profesora de etolog¨ªa en la universidad brit¨¢nica.
En cuanto a la pervivencia de esta conducta, habr¨¢ que esperar a cuando se recuperen los ¨¢rboles de Cayo Santiago. Pero Brent quiere destacar la adaptabilidad de estos monos. ¡°Para los animales que viven en grupo, las relaciones sociales pueden permitirles hacer frente a las perturbaciones ambientales, incluido el cambio clim¨¢tico inducido por los humanos. La lecci¨®n que podemos aprender de esto es que necesitamos que nuestras relaciones sociales nos ayuden a superar los principales desaf¨ªos de la vida, y ser tolerantes con los dem¨¢s puede conducirnos al ¨¦xito biol¨®gico¡±.
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