El misterio de los ¡®hobbits¡¯ de Flores se aclara gracias a los huesos m¨¢s peque?os de humano jam¨¢s encontrados
Los humanos que vivieron en una isla de Indonesia hasta hace 50.000 a?os provienen de ¡®Homo erectus¡¯ que encogieron al llegar all¨ª hace un mill¨®n de a?os
Hace algo m¨¢s de un mill¨®n de a?os, algunos de los Homo erectus que ya hab¨ªan colonizado la isla de Java, en Indonesia, continuaron su camino hacia el este por el archipi¨¦lago de la Sonda, quiz¨¢ en balsas naturales, hasta llegar a Flores. All¨ª, se quedaron aislados y, por un fen¨®meno evolutivo que a veces se da en las islas, comenzaron a encoger. Alrededor de 300.000 a?os despu¨¦s de su llegada, muy poco para los tiempos de la evoluci¨®n, los descendientes de los erectus, que ten¨ªan una estatura similar a la nuestra, se hab¨ªan convertido en enanos, de un metro de altura, con peque?os cerebros, pero la misma capacidad de sus mayores para fabricar herramientas. Estos diminutos parientes de los humanos, los m¨¢s peque?os jam¨¢s descubiertos, son los ancestros de los Homo floresiensis, los bautizados como hobbits, cuyos f¨®siles de unos 60.000 a?os de antig¨¹edad se encontraron en Flores en 2004.
Cuando aparecieron aquellos primeros huesos, en la cueva de Liang Bua, los antrop¨®logos se dividieron entre quienes pensaron que se hab¨ªa encontrado una nueva especie, los que creyeron que eran humanos modernos peque?itos e, incluso, los que vieron en los restos a un individuo enfermo. La discusi¨®n comenz¨® a aclararse en 2016, cuando un grupo de investigadores liderado por Yosuke Kaifu, del Museo Nacional de Ciencias de Tokio, public¨® el hallazgo de m¨¢s restos similares a los del hobbit en Mata Menge, una cueva a 70 kil¨®metros de Liang Bua. Eran fragmentos de mand¨ªbula y seis dientes de tres individuos de unos 700.000 a?os de antig¨¹edad y m¨¢s peque?os incluso que los de los hobbits m¨¢s recientes, pero parec¨ªa claro que eran restos de sus ancestros. La similitud con la anatom¨ªa de los erectus suger¨ªa que todos los floresiensis, antiguos y recientes, proced¨ªan de miembros de esta especie de exploradores que perdi¨® estatura en la isla.
El mismo grupo de Kaifu publica este martes en la revista Nature Communications el an¨¢lisis de m¨¢s fragmentos de huesos que refuerzan el relato sobre el origen de la especie. Junto a m¨¢s dientes, los investigadores desenterraron un fragmento de h¨²mero que les hace estimar la estatura de su due?o en unos 100 cent¨ªmetros, seis menos que la calculada para los floresiensis posteriores. Adem¨¢s, para los autores del art¨ªculo, la similitud de los dientes y la mand¨ªbula de los habitantes de Mata Menge con los restos de Homo erectus desenterrados en Java permite establecer un v¨ªnculo con ellos y descartar que los ancestros de los humanos de Flores fuesen hom¨ªnidos m¨¢s antiguos, como Homo habilis o australopitecos, que no se han encontrado fuera de ?frica.
Aida G¨®mez-Robles, investigadora de University College London, se?ala que el nuevo art¨ªculo ¡°confirma lo que ya se hab¨ªa publicado en 2016, que eran incluso m¨¢s peque?os [que los humanos de Flores m¨¢s modernos] y que hay una continuidad con Homo erectus¡±. Sobre la estimaci¨®n del tama?o de aquellos individuos a partir del resto de h¨²mero, que permiten afirmar a los autores del art¨ªculo que se trata del ancestro de los humanos m¨¢s peque?o que se conoce, G¨®mez-Robles cree que, con ese f¨®sil, ¡°la capacidad de comparaci¨®n es muy limitada¡± y la estimaci¨®n ¡°est¨¢ cogida con pinzas¡±. ¡°Pero es incontestable que era un hom¨ªnido muy peque?ito y los molares, si se comparan con los f¨®siles que se conocen, son los m¨¢s peque?os con diferencia¡±, concluye.
Aunque el origen de los Homo floresiensis parezca aclararse, a¨²n hay misterios sin resolver. Uno de ellos es su desaparici¨®n, hace unos 50.000 a?os. Hasta entonces, hab¨ªan sobrevivido utilizando unas herramientas no muy distintas que las de sus ancestros, durante cientos de miles de a?os, conviviendo con cig¨¹e?as gigantes, elefantes pigmeos o dragones de Komodo, que se esfuman del registro f¨®sil junto a los hobbits. De los sospechosos habituales, los humanos modernos, que hab¨ªan llegado a Australia hace 50.000 a?os y provocaron la extinci¨®n de muchas especies end¨¦micas, no se encuentran restos en Flores hasta hace 11.000 a?os, pero eso no significa que no estuviesen. Las respuestas siguen en el subsuelo de Indonesia, quiz¨¢ en las cuevas de Liang Bua o Mata Menge, donde queda mucho por excavar.
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