?Cu¨¢ndo podremos anunciar el hallazgo de vida extraterrestre?
Cada cierto tiempo se informa del descubrimiento de vida extraterrestre para, poco despu¨¦s, caer en el olvido. El escrutinio cient¨ªfico en estos casos es feroz, pero es necesario que lo sea, sobre todo cuando se trata de vida inteligente
En 1967, la joven estudiante irlandesa Jocelyn Bell detect¨® una extra?a se?al en los registros del radiotelescopio con el que trabajaba. La se?al, una serie de pulsos cortos que se repet¨ªan cada 1,3 segundos, aparec¨ªa cada d¨ªa a la misma hora seg¨²n el tiempo de las estrellas y no el civil, lo que indicaba que ven¨ªa del espacio exterior. Sin embargo, el intervalo de 1,3 segundos entre pulsos era much¨ªsimo m¨¢s corto y regular que el de otras fuentes pulsantes conocidas. Nunca se hab¨ªa detectado nada similar que viniera del cielo, y claro, ella misma lo reconoce, la idea cruz¨® su mente: ?hab¨ªa detectado se?ales de una civilizaci¨®n alien¨ªgena? Aunque ni ella ni su mentor mencionaron esta idea en p¨²blico, la prensa se llen¨® de hombres verdes tratando de comunicarse con nosotros.
Pocos meses despu¨¦s, los astr¨®nomos Thomas Gold y Fred Hoyle identificaron el origen de estas se?ales o, al menos, ofrecieron una explicaci¨®n no alien¨ªgena a su origen: las estrellas de neutrones. La existencia de estos objetos hab¨ªa sido predicha en 1933 por Walter Baade y Fritz Zwitcky, como el estado final en la evoluci¨®n de estrellas masivas. Estos objetos emiten radiaci¨®n a lo largo de sus polos magn¨¦ticos que, debido a su r¨¢pida rotaci¨®n, solo vemos de manera intermitente, igual que la luz de un faro en la costa.
Sherlock Holmes, el famoso detective de ficci¨®n creado por el autor brit¨¢nico Arthur Conan Doyle, sol¨ªa decir: ¡°Cuando haya eliminado el imposible, lo que quede, por improbable que sea, debe ser la verdad¡±. Este personaje, famoso por el uso del pensamiento deductivo, hac¨ªa una afirmaci¨®n l¨®gicamente correcta: lo improbable supera a lo imposible en t¨¦rminos estad¨ªsticos. Pero es exactamente esta ilusi¨®n de l¨®gica lo que hace que el argumento de Sherlock sea tan enga?oso y, con mucho, la causa m¨¢s com¨²n de falsos anuncios en la prensa. El universo es m¨¢s extra?o de lo que podemos imaginar y es arrogante suponer que conocemos todos los posibles fen¨®menos no extraterrestres que podr¨ªan conducir a una observaci¨®n particular.
Un gran ejemplo de esto es Oumuamua, ese extra?o objeto alargado que se pase¨® por nuestro sistema solar hace unos a?os. Oumuamua apareci¨® en el cielo como una mancha rojiza, palpitante y muy d¨¦bil. No era un objeto normal. Med¨ªa 400 metros de largo y 10 veces menos de ancho y giraba a gran velocidad. Quienes lo observaron primero, astr¨®nomos de la Universidad de Haw¨¢i, le pusieron su nombre, que significa ¡°mensajero de lejos que llega primero¡± en hawaiano. Adem¨¢s de su forma, lo m¨¢s extra?o de ¨¦l era su trayectoria y su gran velocidad, que aumentaba a medida que se alejaba del Sol, contradiciendo la segunda ley de Kepler. Este comportamiento tambi¨¦n se observa en los cometas debido el fen¨®meno conocido como desgasificaci¨®n: el calor del Sol derrite sus hielos y produce gases que, al ser expulsados, act¨²an como propulsi¨®n, creando las bellas colas que los caracterizan. Oumuamua, sin embargo, no ten¨ªa cola.
Un renombrado astrof¨ªsico de Harvard, Avi Loeb, defendi¨® que Oumuamua era un artefacto alien¨ªgena. En particular, una vela ligera propulsada por la radiaci¨®n del viento solar. Sin embargo, cient¨ªficos de la universidad de Arizona concluyeron, tras analizarlo en detalle, que pod¨ªa ser un fragmento de un planeta enano o asteroide similar a Plut¨®n, expulsado al espacio interestelar por un impacto. Plut¨®n tambi¨¦n tiene un tinte rojo debido a la radiaci¨®n que procesa su metano superficial en hidrocarburos y podr¨ªa acelerarse como los cometas gracias a la desgasificaci¨®n del hielo de nitr¨®geno, muy abundante en este tipo de objetos. Esta desgasificaci¨®n ser¨ªa, sin embargo, invisible. De nuevo, esta puede no ser la explicaci¨®n correcta o completa, pero deja claro que hay explicaciones naturales perfectamente plausibles para Oumuamua.
La estrella de Tabby es otro buen ejemplo de esto. Descubierta por Tabitha Boyajian en 2011, esta estrella mostraba unas loqu¨ªsimas variaciones en su brillo que nunca se hab¨ªan visto antes y a las que no se encontraba explicaci¨®n l¨®gica. Despu¨¦s de descartarse algunas hip¨®tesis, algunos cient¨ªficos sugirieron la presencia de megaestructuras alien¨ªgenas similares a las conocidas como esferas o enjambres de Dyson, que rodean a la estrella para captar el m¨¢ximo de radiaci¨®n posible. Esta interpretaci¨®n se bas¨® en el hecho de que ning¨²n fen¨®meno natural conocido explicaba f¨¢cilmente las observaciones y tuvo bastante recorrido. Los mayores radiotelescopios de todo el mundo apuntaron en la direcci¨®n de Tabby y, por supuesto, las antenas del SETI. Desde entonces, nuevos datos han revelado que el oscurecimiento no afecta por igual a todos los colores como esperar¨ªamos en una estructura opaca y que, sin embargo, es muy similar al oscurecimiento producido por el polvo c¨®smico, que deja pasar m¨¢s luz roja que azul. Todav¨ªa quedan muchas cosas por explicar, pero las hip¨®tesis actuales apuntan a polvo de un planeta o sat¨¦lite recientemente destruido como causas m¨¢s probable.
Como todo esto suena un poco aguafiestas, vamos a ver tambi¨¦n alg¨²n indicio que a¨²n no tienen explicaciones naturales satisfactorias. Muchos habr¨¢n o¨ªdo hablar de la se?al WOW. Este fue un extra?o pico de emisi¨®n de radio detectado en agosto de 1977 por el Big Ear, el radiotelescopio de la Universidad Estatal de Ohio. No ha surgido ninguna explicaci¨®n sencilla para esta se?al, pero tampoco se ha vuelto a ver jam¨¢s una se?al similar. ?O s¨ª? El 29 de abril de 2019, el radiotelescopio de Parkes estaba apuntando hacia Pr¨®xima Centauri, nuestro vecino estelar m¨¢s cercano, cuando detect¨® un pico de emisi¨®n a una frecuencia de 982,002 MHz que se fue desplazando hacia frecuencias mayores durante tres horas.
Esta se?al pas¨® desapercibida durante m¨¢s de un a?o, hasta que un estudiante, trabajando en el proyecto de b¨²squeda de vida extraterrestre Breakthrough Listen, volvi¨® a analizar los datos. Hay muchas fuentes de radio en el cielo, en su mayor¨ªa ruido de origen humano, pero Breakthrough Listen tiene protocolos detallados para filtrarlos. Esta se?al escap¨® a los filtros gracias a su movimiento en frecuencia y a que solo se ve cuando el telescopio apunta hacia Pr¨®xima y no cuando apunta a otro lugar. Esto es especialmente emocionante porque Pr¨®xima Centauri tiene un sistema planetario que incluye un planeta de masa similar a la Tierra que est¨¢ a la distancia adecuada de Pr¨®xima para que pueda existir agua l¨ªquida en su superficie. Si el aumento de frecuencia indica un acercamiento de la se?al, ?estamos viendo a una flota invasora de proximans? Bueno, hay muy buenas razones para pensar que no. Por ejemplo, Pr¨®xima Cen es una enana roja peligrosamente activa con m¨²ltiples fulguraciones y eyecciones de masa coronal, por lo que es poco probable que una atm¨®sfera planetaria sobreviva a sus arrebatos. Adem¨¢s, las se?ales est¨¢n espaciadas en intervalos de frecuencia regulares y estos parecen ser m¨²ltiplos de frecuencias com¨²nmente usadas en los osciladores de nuestros dispositivos electr¨®nicos. Esto vuelve a inclinar la balanza hacia el lado aburrido, aunque no se haya podido identificar la fuente espec¨ªfica de la interferencia. Por otro lado, que la se?al no se detecte cuando el telescopio no apunta hacia Pr¨®xima Centauri es, sin duda, extra?o.
El hecho es que la observaci¨®n del universo siempre nos sorprende con fen¨®menos nuevos y, aunque siempre irrumpe la idea alien¨ªgena, en todos los casos se acaba encontrando un responsable natural. ?Significa esto que nunca podremos concluir la existencia de extraterrestres basada en alguna observaci¨®n? ?Cu¨¢ndo podremos creer que una nueva pista es una detecci¨®n inequ¨ªvoca de vida extraterrestre? Cr¨¦anme, si se trata de extraterrestres, la evidencia aumentar¨¢. La mayor¨ªa de los cient¨ªficos quieren que sean extraterrestres, m¨¢s que nadie, y ser¨¢n los primeros en dar botes de alegr¨ªa cuando la interpretaci¨®n m¨¢s probable de los datos sea esa. Ahora mismo no lo es, pero se dedican millones de d¨®lares, horas de trabajo y mucho esfuerzo para tratar que as¨ª sea y poder anunciar, finalmente, que no somos los ¨²nicos habitantes inteligentes en todo el espacio-tiempo.
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