Un bill¨®n de micropl¨¢sticos en el cielo de Madrid

En muestras tomadas a bordo de aviones CASA C-212 Aviocar del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial de Espa?a (INTA) con el apoyo operativo del 47 Grupo Mixto del Ej¨¦rcito del Aire, hemos encontrado concentraciones equivalentes a un bill¨®n de micropl¨¢sticos en el cielo de Madrid.

Los c¨¢lculos de trayectoria indican que parte de estas part¨ªculas pueden viajar cientos o miles de kil¨®metros antes de depositarse. Se trata del primer estudio en el que se demuestra de forma directa la presencia de micropl¨¢sticos en la atm¨®sfera a gran ...

En muestras tomadas a bordo de aviones CASA C-212 Aviocar del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial de Espa?a (INTA) con el apoyo operativo del 47 Grupo Mixto del Ej¨¦rcito del Aire, hemos encontrado concentraciones equivalentes a un bill¨®n de micropl¨¢sticos en el cielo de Madrid.

Los c¨¢lculos de trayectoria indican que parte de estas part¨ªculas pueden viajar cientos o miles de kil¨®metros antes de depositarse. Se trata del primer estudio en el que se demuestra de forma directa la presencia de micropl¨¢sticos en la atm¨®sfera a gran altitud.

?Qu¨¦ son los micropl¨¢sticos?

Los micropl¨¢sticos son peque?os fragmentos de pl¨¢stico que generalmente proceden de la disgregaci¨®n de objetos de mayor tama?o y que se han hecho tristemente famosos en nuestras costas. Pueden ser relativamente grandes (5 mm), o tan peque?os como una micra, que es el tama?o de una bacteria. Pueden ser tambi¨¦n fibras. De hecho, la ropa sint¨¦tica es una fuente inagotable de peque?as fibras de poli¨¦ster o acr¨ªlicas, que son tambi¨¦n micropl¨¢sticos.

Un material estrechamente relacionado con los micropl¨¢sticos son las fibras artificiales. Se trata de materiales naturales, como celulosa, algod¨®n o lana, que han sufrido procesos industriales que los convierten en extra?os al medio ambiente. El riesgo en este caso proviene de su contenido en sustancias qu¨ªmicas artificiales, como suavizantes o colorantes.

Los micropl¨¢sticos se encuentran en todas partes, no solo en los oc¨¦anos donde forman las conocidas islas de basura. Nuestras depuradoras vierten cantidades ingentes de micropl¨¢sticos que llegan a los r¨ªos y los suelos agr¨ªcolas.

Tambi¨¦n se han encontrado micropl¨¢sticos en lugares remotos. Recientemente, nuestro equipo ha identificado micropl¨¢sticos en un arroyo estacional de una zona especialmente protegida de la Ant¨¢rtida, (la ZAEP-126) donde el acceso lleva regulado estrictamente desde 1966.

Micropl¨¢sticos en el aire

Naturalmente, tambi¨¦n hay micropl¨¢sticos en el aire. Aunque la atm¨®sfera es un medio mucho menos estudiado, se sabe que las concentraciones en ambientes urbanos alcanzan valores de algunos micropl¨¢sticos por metro c¨²bico. Estas concentraciones pueden ser mucho mayores en ambientes cerrados, donde se incrementa la exposici¨®n a ellos por inhalaci¨®n.

Los datos disponibles indican tasas de dep¨®sito atmosf¨¦rico de varios cientos de micropl¨¢sticos por metro cuadrado y d¨ªa, incluso en ambientes alpinos relativamente alejados de grandes n¨²cleos de poblaci¨®n. Estos datos sugieren que los micropl¨¢sticos pueden alcanzar alturas considerables y ser transportados grandes distancias por los vientos en altura.

Sin embargo, hasta ahora nunca se hab¨ªa determinado la presencia de micropl¨¢sticos m¨¢s all¨¢ de unos pocos metros sobre el nivel del suelo.

Un muestreo pionero

Gracias al apoyo del 47 Grupo Mixto del Ej¨¦rcito del Aire, nuestro equipo, perteneciente a la Red Tem¨¢tica de Micro y Nanopl¨¢sticos en el Medio Ambiente, ha podido realizar muestreos directos a bordo de aviones del INTA.

Las muestras se tomaron entre 1.500 y 2.500 m sobre el nivel del suelo, volando por encima de las localidades de Madrid, Guadalajara y zonas semiurbanas y rurales del centro de la pen¨ªnsula. Es importante resaltar la complejidad de volar sobre el centro de Madrid, que est¨¢ sujeto a muchas restricciones sobre tr¨¢fico a¨¦reo.

Los datos obtenidos demuestran la presencia de varios tipos de micropl¨¢sticos y fibras sint¨¦ticas, que son particularmente abundantes sobre Madrid en comparaci¨®n con las zonas rurales y menos pobladas.

Los pl¨¢sticos identificados incluyen poli¨¦steres, poliamidas, y poliolefinas, que se encuentran entre los pl¨¢sticos m¨¢s utilizados, as¨ª como fibras artificiales tales como viscosa o algod¨®n te?ido, sobre todo de azul.

La concentraci¨®n medida alcanz¨® los 13,9 micropl¨¢sticos por metro c¨²bico en Madrid, unas 10 veces m¨¢s que en las zonas rurales. Con ello hemos podido estimar el n¨²mero total de micropl¨¢sticos en el aire sobre el centro de Madrid en aproximadamente un bill¨®n de part¨ªculas.

El destino de los micropl¨¢sticos

Nuestro estudio, publicado recientemente en la revista Science of the Total Environment, incluye un c¨¢lculo de trayectorias y tasas de dep¨®sito utilizando estimaciones del movimiento de masas de aire.

Hemos determinado que muchas de las part¨ªculas de micropl¨¢stico se depositan en las primeras 24 horas no demasiado lejos del punto en el que fueron muestreadas. Sin embargo, un n¨²mero importante es capaz de recorrer grandes distancias antes de depositarse.

En concreto, las tasas de dep¨®sito para la zona del Golfo de Vizcaya estar¨ªan entre 0,1 y 10 micropl¨¢sticos por metro cuadrado y d¨ªa considerando ¨²nicamente las part¨ªculas que salieron de Madrid 24 horas antes. Adem¨¢s, una fracci¨®n significativa de los micropl¨¢sticos puede alcanzar el sur de Inglaterra, B¨¦lgica y el norte de Francia, a m¨¢s de mil kil¨®metros de donde se detectaron.

Contaminaci¨®n de origen urbano y car¨¢cter global

Nuestro estudio es la primera evidencia directa de la presencia de micropl¨¢sticos en la atm¨®sfera a gran altitud. Las concentraciones de micropl¨¢sticos fueron unas 10 veces mayores sobre zonas urbanas que sobre zonas rurales, lo que apoya el origen eminentemente urbano de este tipo de contaminaci¨®n.

Detectamos no solo pl¨¢sticos o pol¨ªmeros sint¨¦ticos, sino tambi¨¦n fibras naturales procedentes de tejidos industriales. Los datos de simulaci¨®n de trayectorias indican que las part¨ªculas m¨¢s peque?as pueden depositarse a cientos o miles de kil¨®metros de Madrid, demostrando el car¨¢cter global de la contaminaci¨®n de la atm¨®sfera por micropl¨¢sticos.

Roberto Rosal es catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa Qu¨ªmica de la Universidad de Alcal¨¢. ?ngeles Aguilera es coordinadora del Grupo de Diversidad y Evoluci¨®n Microbianas del Centro de Astrobiolog¨ªa (INTA-CSIC). Carlos Edo es estudiante de Doctorado en Hidrolog¨ªa y Gesti¨®n de los Recursos H¨ªdricos en la Universidad de Alcal¨¢. Francisca Fern¨¢ndez Pi?as es catedr¨¢tica de Biolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Y Miguel Gonz¨¢lez-Pleiter es investigador en Ecotoxicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.

Este art¨ªculo fue publicado originalmente en The Conversation Espa?a.

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