El peligro de las noches tropicales: c¨®mo aumenta la mortalidad dormir a m¨¢s de 25¡ã
Un estudio apunta a que la mortalidad se eleva un 16% en Espa?a a mayor intensidad del calor nocturno. Las noches en las que la m¨ªnima no baja de 25? se han multiplicado por 10 en las 10 capitales m¨¢s pobladas del pa¨ªs
Las noches tropicales, aquellas en las que resulta dif¨ªcil hallar el consuelo del descanso porque los term¨®metros no bajan de 20?, eran en Espa?a un fen¨®meno espor¨¢dico y circunscrito a la costa. Sin embargo, en las ¨²ltimas d¨¦cadas han ido avanzando como una mancha de aceite y hoy en d¨ªa son m¨¢s frecuentes y m¨¢s extensas. Adem¨¢s comienzan antes, en primavera, y se alargan hacia el oto?o. Los datos son elocuentes: en las cuatro d¨¦cadas que van de 1961 a 1990, la media fue de apenas cinco al a?o, una cifr...
Las noches tropicales, aquellas en las que resulta dif¨ªcil hallar el consuelo del descanso porque los term¨®metros no bajan de 20?, eran en Espa?a un fen¨®meno espor¨¢dico y circunscrito a la costa. Sin embargo, en las ¨²ltimas d¨¦cadas han ido avanzando como una mancha de aceite y hoy en d¨ªa son m¨¢s frecuentes y m¨¢s extensas. Adem¨¢s comienzan antes, en primavera, y se alargan hacia el oto?o. Los datos son elocuentes: en las cuatro d¨¦cadas que van de 1961 a 1990, la media fue de apenas cinco al a?o, una cifra que se duplic¨® de 1991 a 2020, con una media de 11, seg¨²n los registros del sistema de observaci¨®n europeo E-obs Copernicus recabados por el climat¨®logo Dominic Roy¨¦. Y, lo que es peor, tambi¨¦n son m¨¢s intensas, lo que ha llevado a acu?ar otro t¨¦rmino para aquellas en las que no se baja de 25?: noches t¨®rridas.
Que es un fen¨®meno que ¡°va claramente a m¨¢s¡± tambi¨¦n lo constata la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet). La agencia no dispone, sin embargo, de un estudio ad hoc que cuantifique dicho incremento en todo el pa¨ªs, pero s¨ª datos por ciudades, unas cifras que est¨¢n en la l¨ªnea de lo apuntado por Roy¨¦. Por ejemplo en Madrid, se han duplicado desde mediados del siglo pasado. ¡°En 30 a?os, de los sesenta a los ochenta, se registraron 17 noches tropicales al a?o en el observatorio de El Retiro, mientras que de 1991 a 2020 son 35¡å, detalla el portavoz de la agencia, Rub¨¦n del Campo, para precisar que la primera noche t¨®rrida no se produjo hasta 1987. ¡°Desde entonces a 2020 se han documentado nada menos que 22, de las que 12 se han acumulado en la ¨²ltima d¨¦cada, por lo que hemos pasado 60 a?os sin ninguna y ahora vamos a una por verano¡±, se asombra el experto.
En Barcelona ocurre lo mismo que en la capital, aunque de forma m¨¢s acusada a causa del efecto del Mediterr¨¢neo, que en verano est¨¢ caliente y ayuda a que las noches sean c¨¢lidas. En el aeropuerto de El Prat, que a diferencia de El Retiro est¨¢ en las afueras, de 1961 a 1990 hubo 20 noches tropicales al a?o y de 1991 a 2020, 60, por lo que se han triplicado. En cuanto a las noches t¨®rridas, de 1924 a 2003 no hubo ni rastro de ellas, pero de ah¨ª a 2020 llevan ya nada menos que 42, dos al a?o.
En Valencia, tambi¨¦n con una considerable ¨¢rea metropolitana y el influjo mediterr¨¢neo, las noches tropicales se han cuadruplicado. ¡°Aqu¨ª se ve muy bien el efecto combinado del cambio clim¨¢tico y de la isla de calor ¨Del incremento de la temperatura que sufren las grandes ciudades a causa de la actividad humana¨D, porque la estaci¨®n estaba rodeada de huertas y ahora, de edificios¡±, comenta Del Campo. Han pasado de 20/30 en los a?os treinta y cuarenta del siglo XX a 80/90 en los ¨²ltimos 20 a?os. Y a¨²n peor, las t¨®rridas se han multiplicado por 10 desde los ochenta: en el ¨²ltimo decenio ha habido una media de 40. Algo similar ocurre en el resto de Espa?a: en el conjunto de las 10 capitales m¨¢s pobladas, en las que vive una quinta parte de los habitantes del pa¨ªs, hay 10 veces m¨¢s noches t¨®rridas ahora que en los ochenta.
?Y qu¨¦ nos espera en un futuro pr¨®ximo? Malas noticias. De aqu¨ª a 2050, las noches c¨¢lidas ¨Dlas proyecciones de cambio clim¨¢tico no hablan de noches tropicales sino c¨¢lidas, definidas como el 10% de las m¨¢s calurosas del a?o¨D aumentar¨¢n entre un 15 y un 25% en el peor de los escenarios, por lo que de las 36 noches actuales se pasar¨ªa a 45 si no reducimos las emisiones de gases contaminantes. A finales de siglo, si seguimos contaminando al ritmo actual el incremento ser¨ªa del 50%, es decir, 55 noches t¨®rridas al a?o.
?Qu¨¦ consecuencias tiene sobre la salud? Del Campo recuerda un hecho que puede pasar desapercibido: 25? es la temperatura m¨ªnima, el momento m¨¢s fr¨ªo del d¨ªa, que se alcanza al alba, lo que implica que a la hora de irse a la cama, entre las diez y las doce de la noche, hace mucho m¨¢s, de 32? a 34?. En el caso de las noches tropicales, supone dormirse a m¨¢s de 25?. Acostarse a tan altas temperaturas tiene efectos muy nocivos para la salud, subraya Roy¨¦, investigador y profesor en la Universidad de Santiago de Compostela, porque producen un ¡°estr¨¦s t¨¦rmico prolongado, al impedir que el cuerpo descanse y se recupere del estr¨¦s t¨¦rmico sufrido por el d¨ªa¡±.
Roy¨¦ recuerda que el calor nocturno ¡°puede provocar alteraci¨®n y privaci¨®n del sue?o debido a los procesos necesarios de termorregulaci¨®n¡±: para entrar en la fase de sue?o profundo, el cuerpo necesita bajar el pulso, pero no puede hacerlo porque est¨¢ trabajando para bajar su temperatura. Hasta ahora, era un aspecto poco estudiado, pero este climat¨®logo ha coordinado un estudio internacional que se acaba de publicar en la revista Epidemiology en el que se analiza su impacto en la mortalidad por causa espec¨ªfica ¨Drespiratoria o cardiovascular¨D en el sur de Europa. La investigaci¨®n recoge datos de 11 ciudades de Espa?a (Bilbao, Barcelona, Madrid y Sevilla), Portugal (Lisboa y Oporto), Francia (Marsella, Montpellier, Niza y Toulouse) e Italia (Roma) de 2001 a 2014. De ellas, el mayor exceso de calor nocturno se produce en Lisboa, donde es de hasta 14? por encima del umbral.
Barcelona y Niza son las urbes que con m¨¢s frecuencia sufren este fen¨®meno, con la mitad de las noches por encima de los 20? desde el anochecer hasta el alba, pero sorprende que en Madrid la mitad de todas las noches se sobrepasan en algunas horas los 20? y que, aunque sus habitantes pasan menos tiempo a altas temperaturas, estas son igual de intensas que en Barcelona. En Sevilla, la m¨ªnima m¨¢s alta suele ser es de 22?, en Madrid 20?, en Bilbao 19? y en Barcelona, 23?.
Conscientes de que no es lo mismo pasar un par de horas a m¨¢s de 20? que toda la noche a 27?, el equipo de Roy¨¦ ha analizado dos par¨¢metros, la duraci¨®n de la noche c¨¢lida, es decir, durante cu¨¢nto tiempo los term¨®metros est¨¢n por encima de 20?, y el exceso, cu¨¢ntos grados hace de m¨¢s por encima de dicha cota. ?Y qu¨¦ es peor? Los investigadores concluyen que ¡°la intensidad de las noches tropicales tiene un mayor impacto para la salud que su duraci¨®n¡±. Tambi¨¦n han descubierto un aspecto revelador: que ¡°el efecto nocturno sobre la mortalidad es independiente de las temperaturas diurnas¡±.
A mayor duraci¨®n del calor nocturno, los peores efectos se observaron en Portugal, con un aumento de mortalidad del 29%. Sin embargo, ¡°en Espa?a, Francia e Italia no parece tener consecuencias relevantes¡±, resume Roy¨¦. No obstante, los resultados espec¨ªficos por ciudades s¨ª muestran un incremento considerable en Madrid, del 12%. A mayor intensidad, de nuevo la peor parte se la lleva Portugal, con un 37% de media. En Espa?a, el incremento medio es del 16%, en Francia del 12% y en Italia del 25%. Por ciudades, en el caso de Espa?a el exceso de calor dispara las muertes un 26% en Madrid, un 14%, en Bilbao, un 13% en Sevilla y un 6% en Barcelona. En Oporto se registra el peor dato, con un 63%.
?Qu¨¦ ocurre en Portugal? Los investigadores apuntan a que la poblaci¨®n local no est¨¢ tan aclimatada a estas noches infernales como en el resto de los pa¨ªses estudiados al sufrirlas en menor medida. Adem¨¢s, el uso del aire acondicionado es mucho menor. ¡°En Espa?a, el riesgo relativo de exceso de muertes por calor se redujo del 3,54% al 2,78% gracias a una mayor penetraci¨®n en los hogares del aire acondicionado¡±, apunta el climat¨®logo, que espera que los resultados de este estudio ayuden a mejorar los sistemas de alerta as¨ª como a tomar medidas para combatir la pobreza energ¨¦tica.
M¨¢s noches 'infernales' por culpa del efecto isla de calor
¡°Nuestros veranos registran temperaturas m¨¢s altas, y olas de calor m¨¢s frecuentes e intensas, lo que aumenta los ingresos hospitalarios y la mortalidad de las personas de edad m¨¢s avanzada y las que sufren enfermedades cr¨®nicas renales y respiratorias. Si adem¨¢s estas personas no descansan bien, los efectos del calor se multiplican¡±, lamenta. A su juicio, se requiere ¡°un gran proyecto de ciencia ciudadana, que permita instalar sensores en las habitaciones para conocer la temperatura real a las que est¨¢n sometidas de noche, sobre todo en los pisos altos, los que m¨¢s se calientan¡±. Pide adem¨¢s un ¡°reverdecimiento de las ciudades¡±, con m¨¢s parques y jardines y con cubiertas verdes para atenuar el exceso de calor, as¨ª como la creaci¨®n de ¡°refugios clim¨¢ticos¡± al aire libre y a cubierto, con buena ventilaci¨®n, vegetaci¨®n y agua, como los que ya se estudian en Barcelona.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal