Los tiburones invisibles del Mediterr¨¢neo
La mitad de los ejemplares de tintorera captados con c¨¢maras trampa en Baleares vive con un anzuelo clavado
Expedicionarios en un velero bajo una gran luna de alta mar, un sangriento trozo de at¨²n sumergido con cabos¡ y una semana por delante para tantear el olfato del tibur¨®n. No es una escena ...
Expedicionarios en un velero bajo una gran luna de alta mar, un sangriento trozo de at¨²n sumergido con cabos¡ y una semana por delante para tantear el olfato del tibur¨®n. No es una escena de una novela de Jack London, sino el habitual m¨¦todo, la mayor¨ªa de veces sin resultados, que expertos y aventureros del mar utilizaban para conseguir una imagen cada vez m¨¢s dif¨ªcil: la de los ¨²ltimos escualos del Mediterr¨¢neo balear. El animal, alertan los expertos, roza la desaparici¨®n en algunas especies. ¡°Se trata de una extinci¨®n que no se ve¡±, sintetiza Claudio Barr¨ªa, bi¨®logo marino del Instituto de Ciencias del Mar en Barcelona y del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).
La ¨²ltima evaluaci¨®n de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN), de 2016, cifra la reducci¨®n de la tintorera mediterr¨¢nea entre un 78% y 90% durante los ¨²ltimos 30 a?os. El estudio Loss of large predatory sharks from the Mediterranean Sea, de 2008, estima que el declive de los tiburones mediterr¨¢neos puede alcanzar en algunos casos m¨¢s del 90% respecto de las poblaciones pel¨¢gicas (las que viven en aguas cercanas a la superficie) de la mitad del siglo XX.
En el Mediterr¨¢neo viven aproximadamente 44 especies distintas de tiburones, que van de los 40 cent¨ªmetros de longitud hasta los 11 metros. La inmensidad del mar, la falta de m¨¦todos t¨¦cnicos para documentar sus comportamientos y la opacidad que siempre ha caracterizado al mundo de la pesca son algunas de las razones, dicen los expertos, que han dificultado la investigaci¨®n de algunas especies como el marrajo o el tibur¨®n blanco.
¡°El mar¡ siempre el gran desconocido¡±, resume Agust¨ª Torres, documentalista mallorqu¨ªn y presidente de Shark Med, una organizaci¨®n que a trav¨¦s de un novedoso sistema de fototrampeo ha demostrado que la mitad de las tintoreras (Prionace glauca), el tibur¨®n m¨¢s reconocido de las islas y que en su edad adulta puede sobrepasar los dos metros, vive con alg¨²n anzuelo clavado. Estas cifras se asemejan a las del tibur¨®n tigre en la Polinesia Francesa, donde el 40% vive con un anzuelo clavado, seg¨²n otro estudio de 2020.
¡°Necesit¨¢bamos automatizar otro sistema para facilitar la recogida de datos de tiburones mediterr¨¢neos¡±, explica por tel¨¦fono Torres. En 2018, logr¨® junto al veterinario Eric Clua, investigador en el CRIOBE (Centro de Investigaciones Insulares y Observatorio del Medio Ambiente) en la Polinesia Francesa, perfeccionar un sistema con una tabla de surf, placas solares y un tambor de lavadora. Funciona de la siguiente manera: en la parte inferior de la tabla hay enganchada una c¨¢mara submarina y en la parte superior placas solares para recargar su bater¨ªa. El aparato transmite en directo las 24 horas. Mientras, el tambor de lavadora con restos de at¨²n en su interior esparce lentamente la sangre por sus orificios. ¡°Entonces, el tibur¨®n detecta el olor y se acerca. Puede tardar d¨ªas en llegar. De ah¨ª que sea tan importante haber logrado un sistema con el que poder mantener la bater¨ªa cargada¡±, explica Torres. Durante los ¨²ltimos cinco a?os, el sistema ha estado 169 d¨ªas en el mar, durante los cuales ha conseguido registrar a 23 tintoreras en diferentes puntos de las islas.
Un mar de leyendas y silencios
La tintorera, envuelta por un magma de leyenda y cierto temor infundado entre los isle?os, est¨¢ declarada como especie en peligro de extinci¨®n en el Mediterr¨¢neo y de vulnerabilidad en todo el mundo a causa de la sobrepesca. Con todo, la legislaci¨®n espa?ola no la protege y hoy en d¨ªa es muy f¨¢cil comprar un filete de su sabrosa carne en cualquier pescader¨ªa de barrio.
Solo en Espa?a, se pescan alrededor de 40.000 toneladas cada a?o, seg¨²n la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO, en sus siglas en ingl¨¦s). ¡°Una cifra alt¨ªsima y preocupante si se tiene en cuenta que se trata de una especie en peligro¡±, sintetiza Barr¨ªa. El bi¨®logo recalca tambi¨¦n la dificultad para detectar tiburones, tambi¨¦n en el litoral catal¨¢n. En verano de 2020, el tambi¨¦n director de la asociaci¨®n CatSharks, consigui¨® nadar junto a un ejemplar. ¡°Realmente tuve mucha suerte porque hay gente que sale 30 veces y solo encuentra un d¨ªa¡¡±, a?ade.
Hist¨®ricamente, la densidad de la poblaci¨®n de tintoreras se ha calculado a trav¨¦s de los desembarcos de ejemplares de los barcos faeneros. Lo mismo que ocurr¨ªa antiguamente con los tiburones blancos, una especie de la que poco o nada se ha vuelto a saber desde la d¨¦cada de los setenta: entre 1920 y 1976 se capturaron al menos 27 ejemplares de la temida especie en zonas como Cap Regana, Port de S¨®ller, cala Murta o Ses Caletes de Cap Pinar, en la costa oriental. Desde entonces, su presencia en las islas solo se ha logrado documentar por mordeduras a delfines y atunes. Una de las ¨²ltimas evidencias se obtuvo en 2019, tal y como public¨® EL PA?S, cuando unos pescadores hallaron un colmillo entre sus redes de pesca.
Aparte de las capturas de la flota profesional de pesca, fuentes del sector a?aden el impacto invisible de la pesca recreativa. Tras capturar a alg¨²n ejemplar, estos aficionados suelen liberar a los escualos cortando el sedal, dejando al animal a menudo herido de muerte. En 2018, se logr¨® documentar un caso, cuando un c¨¢mara submarino recibi¨® un soplo de un pescador. Este hab¨ªa pecado una peque?a tintorera en un palangre, un arte de pesca tradicional, y la hab¨ªa dejado enganchada a varias millas de la costa. El documentalista acudi¨® a la coordenada, avist¨® al animal y, antes de liberarla, grab¨® su agon¨ªa, la misma que ilustra este reportaje. Torres resalta la importancia de que este tipo de fotograf¨ªas salgan a la luz. ¡°Hacen visible lo invisible¡±, dice.
Bucear con escualos
Los ejemplares de tiburón detectados por el sistema de fototrampeo de SharkMed han medido entre 1,7 metros y 2 metros de largo. Normalmente, cuando el animal se acerca a la tabla atraído por la sangre, deambula en torno a ella entre 5 y 7 horas. Aunque hay ejemplares que han llegado a estar hasta 45. De esta manera, le pueden extraer muestras de ADN y aprovechar para bucear con él. “Con esto también queremos demostrar a la sociedad que la tintorera no es un animal peligroso”, dice su impulsor, Agustí Torres.
Las tablas se anclan en diferentes puntos de la costa, dependiendo de la profundidad de sus aguas. Mientras en el litoral de Sóller, en el noroeste de Mallorca, se han detectado ejemplares a solo cuatro millas de tierra, en Cala Ratjada, el extremo más cercano a Menorca, los dispositivos se instalan a más de 10 millas. Los resultados demuestran que la peor estación para observarlos, dada la temperatura del agua, es el verano.
El siguiente paso, explica el documentalista, sería lograr monitorizar a las tintoreras a través de geolocalizadores, como se hace con las tortugas, para poder estudiar así sus travesías. Pero aparte de lo económico (cada una de ellos cuesta en torno a 3.000 euros), el problema es que este animal no suele acercarse a la superficie, lo que dificulta mantener la señal GPS.
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