Amenazas, agresiones e intentos de homicidio, la arriesgada vida del veterinario: ¡°Si me cierras el matadero, te mato¡±
Estos profesionales cuentan ahora con el mismo protocolo policial que los m¨¦dicos y enfermeros tras las sentencias que evidencian el maltrato tanto en el campo como en las cl¨ªnicas
La perra sufri¨® un parto complicado y el veterinario ecuatoriano afincado en Palma Diomeres S¨¢nchez tuvo que ejecutar una delicada operaci¨®n. Sucedi¨® en enero de 2021. Unos d¨ªas despu¨¦s, el propietario del animal regres¨® enfurecido a la cl¨ªnica porque algunas heridas no cicatrizaban bien. Lo amenaz¨® con matarlo a ¨¦l y a su familia, lo zarande¨® y le dio un manotazo. ¡°Intent¨¦ zafarme, incluso corr¨ª para refugiarme en una farmacia¡±, relata al otro lado del tel¨¦fono. S¨¢nchez acudi¨® a los tribunales, que le dieron la raz¨®n y con...
La perra sufri¨® un parto complicado y el veterinario ecuatoriano afincado en Palma Diomeres S¨¢nchez tuvo que ejecutar una delicada operaci¨®n. Sucedi¨® en enero de 2021. Unos d¨ªas despu¨¦s, el propietario del animal regres¨® enfurecido a la cl¨ªnica porque algunas heridas no cicatrizaban bien. Lo amenaz¨® con matarlo a ¨¦l y a su familia, lo zarande¨® y le dio un manotazo. ¡°Intent¨¦ zafarme, incluso corr¨ª para refugiarme en una farmacia¡±, relata al otro lado del tel¨¦fono. S¨¢nchez acudi¨® a los tribunales, que le dieron la raz¨®n y condenaron al hombre a una multa. Era la segunda agresi¨®n que sufr¨ªa, la primera ocurri¨® en 2010 y requiri¨® asistencia hospitalaria.
No es el ¨²nico veterinario que ha sufrido un episodio violento de este tipo. La preocupaci¨®n entre estos profesionales ha ido creciendo tanto que la Organizaci¨®n Colegial Veterinaria (OCV) acord¨® con la polic¨ªa el a?o pasado incluir a estos profesionales en el protocolo policial existente desde 2017 para agresiones a sanitarios, en la que solo se contemplaba a m¨¦dicos, enfermeros y auxiliares. ¡°Es un fen¨®meno que viene de lejos, pero quiz¨¢ tenga un mayor eco en los ¨²ltimos a?os¡±, destaca Luis Alberto Calvo S¨¢ez, presidente de (OCV).
El punto de inflexi¨®n en mente de casi todos los miembros del sector es el ataque sufrido por un compa?ero de la Oficina Comarcal Agraria de Pozoblanco (C¨®rdoba) en 2016 que denunci¨® haber sido empujado por unas escaleras y haber recibido una paliza atroz que incluy¨® un pu?etazo en el o¨ªdo. Los agresores eran dos hermanos ganaderos cuya explotaci¨®n estaba bajo amenaza de cierre por la inspecci¨®n de la que el trabajador atacado era responsable. La acusaci¨®n pidi¨® para los acusados 22 a?os de prisi¨®n por intento de homicidio, una solicitud secundada por el fiscal en un primer momento. Acabaron condenados a tres a?os de prisi¨®n.
Los veterinarios rurales y dependientes de administraciones p¨²blicas, que son los responsables de las inspecciones sanitarias de mataderos y explotaciones ganaderas, resultan ser los m¨¢s golpeados por esta violencia, seg¨²n una veintena de sentencias que ha recopilado EL PA?S. De la evaluaci¨®n que ellos hagan dependen las ganancias econ¨®micas de los empresarios del campo y ese dictamen a veces no se digiere bien. ¡°Los riesgos en el ¨¢mbito rural, normalmente, son m¨¢s dif¨ªciles de prevenir por las especiales condiciones y falta de medios que suelen darse con m¨¢s frecuencia en ese entorno¡±, reconoce Calvo. Uno de estos fallos recoge la tensi¨®n vivida en un pueblo de Soria hace unos a?os. Al finalizar una inspecci¨®n de una explotaci¨®n, el veterinario notific¨® varias irregularidades en cuanto a la normativa vigente sobre las matanzas. Entonces, el ganadero le espet¨®: ¡°No sabes con qui¨¦n te est¨¢s metiendo, no nos caes bien a nadie, no sabes de lo que soy capaz¡±. El hombre que solt¨® esto fue condenado por un delito de amenazas y desobediencia a la autoridad.
Como apunta el m¨¢ximo representante de los veterinarios, la problem¨¢tica viene de lejos. Un dictamen de 2012 recoge que mientras un profesional desempe?aba su labor como inspector de salud p¨²blica de la Junta de Castilla y Le¨®n, un empresario le solt¨®: ¡°Como me cierres el matadero, te mato¡±, tras lo que le retuvo media hora en una de las estancias de sus instalaciones y le lleg¨® a agredir y a quitar el m¨®vil con que el sanitario trataba de llamar a la Guardia Civil. Por estos hechos fue condenado a un a?o y tres meses de prisi¨®n. Los ejemplos se suceden y suelen tener un mismo patr¨®n. Otro fallo recoge el encontronazo en una explotaci¨®n de Albacete en el que tras declarar a tres reses como no aptas para el consumo humano, el ganadero se acerc¨® al profesional sanitario con un cuchillo en la mano y le dijo sin rodeos: ¡°Veterinarios m¨¢s chulos que t¨² han durado menos tiempo aqu¨ª, cuidado contigo y con tu coche¡±. Otro trabajador de una explotaci¨®n de Soria le grit¨® a otro denunciante: ¡°?Yo te escocoto aqu¨ª alg¨²n d¨ªa, pero no aqu¨ª, en la calle. Con el pan de mis hijos no juega nadie!¡±. La lista contin¨²a. En 2020, una veterinaria de un pueblo burgal¨¦s fue amenazada por un ganadero que le dijo que le quedaba un a?o de vida y se la llevaba por delante. El acusado fue multado por un delito leve. En todos estos casos, la justicia dio la raz¨®n a los agredidos f¨ªsica o verbalmente.
Algunas de las sentencias reconocen la autoridad sanitaria de los veterinarios y por ello optan por el delito de desobediencia, mientras que otros aplican el de lesiones o amenazas. Varios colegios profesionales, como el de Madrid o el de Sevilla, han puesto a disposici¨®n de sus miembros servicios legales y de asesoramiento gratuito en dos frentes: el del acoso y reputaci¨®n online y el de las agresiones f¨ªsicas.
Carlos Ouro fue v¨ªctima del primero. En su cl¨ªnica del barrio del Pilar, al norte de Madrid, mientras la perra Taris espera pacientemente al lado de su due?a a pasar a consulta para recibir sus vacunas y, dentro de una espaciosa jaula, la cacat¨²a Nelly observa a todo el que entraba, el sanitario sube las escaleras procedentes de la sala de operaciones y recuerda uno de los momentos de mayor tensi¨®n de su vida laboral. Hace casi cuatro a?os, sufri¨® una campa?a de desprestigio en redes por parte de una mujer que aseguraba que su cobaya hab¨ªa muerto en su cl¨ªnica. En el mensaje acusaba al profesional sanitario de ser un ¡°carnicero¡± y un ¡°asesino¡± y de haber matado a su ¡°princesa¡±. El veterinario trat¨® de llegar a un entendimiento amistoso al explicarle que ¨¦l nunca hab¨ªa visto a la cobaya, para posteriormente pedirle que retirara el comentario porque estaba perjudicando enormemente a la cl¨ªnica que con tanto esfuerzo hab¨ªa montado en 2014. ¡°Me dijo que hasta que no supiera qui¨¦n la hab¨ªa matado, lo iba a pagar yo¡±, se?ala. As¨ª que se fue directamente a denunciar.
Problemas psicol¨®gicos de dif¨ªcil valoraci¨®n
El juez dictamin¨® que la mujer era culpable de un delito leve de amenazas y deb¨ªa indemnizar a la cl¨ªnica con 600 euros. ¡°Borr¨® el mensaje, pero el da?o estaba hecho porque hab¨ªa muchas r¨¦plicas¡±, se lamenta. ¡°No te imaginas la tensi¨®n que causa este tipo de cosas. Espa?a tiene el mayor n¨²mero de facultades de veterinaria, pero en las cl¨ªnicas tenemos problemas para encontrar empleados, ?por qu¨¦ crees que pasa eso? Yo entiendo que tenemos en nuestras manos a un miembro m¨¢s de la familia y la parte emocional es muy fuerte, pero eso no justifica las amenazas y las agresiones¡±, defiende el sanitario. Esta misma semana, asegura, acaba de tener un problema con otro propietario de un animal que ha gritado al personal varias veces y Ouro ha dado la orden de que a la m¨ªnima salida de todo se avise a la polic¨ªa. ¡°En estos casos, se incrementa el nerviosismo del ciudadano y surgen con m¨¢s facilidad las agresiones. A menudo, estas conductas reprobables conllevan problemas psicol¨®gicos que son de dif¨ªcil valoraci¨®n¡±, secunda el presidente de la Organizaci¨®n Colegial Veterinaria.
Muchos de los veterinarios piden un registro oficial de estos ataques para cuantificar y visibilizar la dimensi¨®n del problema, pero todav¨ªa no existe. A falta de estad¨ªsticas, el colegio gaditano llev¨® a cabo una encuesta online entre sus miembros en la que particip¨® una peque?a muestra, pero representativa, y que concluy¨® que el 75% de los profesionales hab¨ªa sufrido alguna vez una agresi¨®n.
La lista de improperios que aparecen reflejados en los fallos judiciales es tan variopinta como sorprendente. ¡±Qu¨¦date en casa fregando y ret¨ªrate de veterinaria¡±, le mandaron por mensaje a una profesional de Zaragoza. ¡°Os vais a enterar, os voy a hundir en redes sociales¡±, amenaz¨® un usuario que consider¨® que no hab¨ªan atendido bien a su perro, Pirata, en 2017 en Cantabria. ¡°Te voy a joder la tienda¡±, le espet¨® una se?ora a un due?o de una cl¨ªnica en Madrid en 2016. Una veterinaria de Chiclana de la Frontera llev¨® a los tribunales a una mujer que en diciembre de 2020 la llam¨® acus¨¢ndola de la muerte de varios gatos. ¡°T¨² no sabes qui¨¦n soy yo, hija de puta, te vas a enterar¡±.