Los vecinos evacuados por el incendio de Castell¨®n regresan a sus pueblos tras una semana fuera: ¡°Por fin estamos en casa¡±
El fuego registra varias reproducciones pero permite la vuelta a la normalidad, aunque la potabilidad del agua a¨²n no se ha certificado
Este domingo, Paco, el panadero de Mont¨¢n, volver¨¢ a cocer barras, hogazas y panecillos despu¨¦s de nueve d¨ªas sin hacerlo. De su horno de le?a saldr¨¢n tambi¨¦n las pastas y roscas que, hasta que comenz¨® el incendio en el interior de Castell¨®n, pon¨ªa a la venta en el peque?o establecimiento de este pueblo de apenas 350 habitantes. A Paco se le quiebra la voz. No ha perdido nada, pero tambi¨¦n se le nublan los ojos con el recuerdo, en casa de su hijo, donde ha pasado ocho noches y a m¨¢s de 75 kil¨®metros de su panader¨ªa, de la imagen de las llamas a apenas 50 metros de las viviendas. ¡°No le deseo a...
Este domingo, Paco, el panadero de Mont¨¢n, volver¨¢ a cocer barras, hogazas y panecillos despu¨¦s de nueve d¨ªas sin hacerlo. De su horno de le?a saldr¨¢n tambi¨¦n las pastas y roscas que, hasta que comenz¨® el incendio en el interior de Castell¨®n, pon¨ªa a la venta en el peque?o establecimiento de este pueblo de apenas 350 habitantes. A Paco se le quiebra la voz. No ha perdido nada, pero tambi¨¦n se le nublan los ojos con el recuerdo, en casa de su hijo, donde ha pasado ocho noches y a m¨¢s de 75 kil¨®metros de su panader¨ªa, de la imagen de las llamas a apenas 50 metros de las viviendas. ¡°No le deseo a nadie esa impotencia¡±, acierta a decir. El panadero de Mont¨¢n es una de las 1.300 personas que la semana pasada tuvieron que abandonar sus casas acechadas por las llamas que han arrasado 4.700 hect¨¢reas de alto valor ecol¨®gico en Castell¨®n. Desde el viernes, todos han ido volviendo a sus hogares, pero al horno de le?a de Paco no le ha dado tiempo a calentarse lo suficiente ¡°como para que las cosas salgan en condiciones¡±, afirma. En Mont¨¢n no se puede beber agua del grifo y el suministro de luz es posible gracias a unos generadores pero, ¡°por fin estamos en casa¡±, dice y respira.
Mont¨¢n y Montanejos son los dos pueblos m¨¢s habitados de los seis que tuvieron que ser evacuados a causa del fuego iniciado en Villanueva de Viver el jueves 23 de marzo. Este s¨¢bado, una cierta normalidad volv¨ªa a sus calles. A partir de la primera curva del kil¨®metro 16 de la carretera CV195, que une ambos municipios y que solo est¨¢ transitable para vecinos, el verde se torna plomizo y, aunque no todo el monte se ha quemado, las calvas negras entre los bosques de pinos pintan un escenario triste. Es la misma tristeza que sienten los vecinos de estos dos municipios cuando miran alrededor y, sin contradicciones, se alegran de que las llamas no llegaran a las casas y no hayan provocado ning¨²n da?o personal. En Mont¨¢n a¨²n cae algo de ceniza. Apenas huele a humo. Y todav¨ªa se oye, de vez en cuando, un helic¨®ptero o uno de los hidroaviones que a¨²n trabajan para dar el fuego que, durante la ma?ana de este s¨¢bado, ha registrado varias reproducciones.
Sof¨ªa Mart¨ªn sac¨®, en la noche del viernes, un remolque de jam¨®n de york, yogures, carne, otros fiambres y embutido de la carnicer¨ªa de Mont¨¢n. Todo para tirar. El corte del suministro el¨¦ctrico ha obligado a vaciar las neveras, aunque lo de los congeladores ha aguantado. ¡°A¨²n no se han cuantificado las p¨¦rdidas, supongo que mi jefe lo tendr¨¢ que hablar con el seguro¡±, indica. La vuelta a la normalidad pasa por recoger garrafas de agua, ya que los vecinos esperan a unos segundos an¨¢lisis que certifiquen que se puede consumir sin ning¨²n peligro. Por eso, en el bar Casa Amparo han hecho caf¨¦ en una cafetera dom¨¦stica y lo han guardado en un termo para poder servir a las seis mujeres que, todos los d¨ªas, se re¨²nen a las 12 en la plaza del pueblo. Ese caf¨¦ al sol es una muestra de la inminente normalidad.
La plaza de Montanejos est¨¢ mucho m¨¢s concurrida que la de Mont¨¢n. No en vano son tres las terrazas que se despliegan sobre los adoquines. ¡°Todav¨ªa nos estamos recomponiendo¡±, asegura su alcalde, Miguel Sandalinas. Desde los m¨¢s j¨®venes hasta la gente de m¨¢s edad coinciden: ¡°Nunca hab¨ªa tenido tantas ganas de volver a casa¡±, afirma Iv¨¢n Garc¨ªa, de 17 a?os. ¡°Cuando he llegado y he visto mi pueblo, se me ha abierto el alma, qu¨¦ ganas ten¨ªa de volver¡±, a?ade Pilar Monte, de casi 80. Son estos, los m¨¢s mayores, los que lo tienen m¨¢s claro: ¡°Llegar¨¢ el d¨ªa en que el monte llegar¨¢ a la puerta de casa¡±, describe Miguel Bru para sostener el dato de que la Comunidad Valenciana incorpora cada a?o como suelo forestal 3.300 hect¨¢reas de zona de cultivo abandonado. Se trata de terrenos de propiedad privada, cercanos a los cascos urbanos que, tal como se?al¨® la consejera de Interior, Gabriela Bravo, el viernes, acaban conformado parte del bosque. De esta manera, defendi¨® que el acecho de los incendios no es solo de un problema de falta de limpieza, sino de despoblaci¨®n.
Montanejos es un lugar tur¨ªstico. ¡°Es bienestar¡±, dicen algunos esl¨®ganes publicitarios. El municipio est¨¢ rodeado de sendas y cuenta con la Fuente de los Ba?os y un manantial que hace las veces de piscina natural. Uno de sus miedos era que el incendio afectara al turismo en Semana Santa pero los alojamientos han recibido reservas y esperan que, a partir de este lunes, cuando abran definitivamente las carreteras y el incendio est¨¦ extinguido, empiecen a llegar los visitantes. Esperan que todo vuelva a la normalidad, de verdad. Que vuelva la ansiada rutina de estar en casa.
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