Infraestructura, consciencia y sustentabilidad. Repensando el futuro del agua
Nuevo Le¨®n tiene por delante una tarea compleja y a contrarreloj en materia h¨ªdrica. ?Cu¨¢les son los escenarios posibles de no invertir en pol¨ªticas p¨²blicas, infraestructura y un mejor uso del agua? Expertos hablan al respecto
En M¨¦xico, los problemas que explican la crisis del agua son multifactoriales y complejos, adem¨¢s se viven d¨ªa a d¨ªa en escenarios y marchas distintas, aunque todos con algo en com¨²n: un sentido de urgencia y llamado a la colaboraci¨®n mutua entre industria, campo, gobiernos y sociedad civil. En Nuevo Le¨®n, la presencia o ausencia de lluvias, fen¨®meno que ha perdido su cualidad estrictamente c¨ªclica gracias al cambio clim¨¢tico, puede ser un problema o una ¡°bendici¨®n¡± dependiendo del terreno, contexto y especialmente la realidad de quienes la viven d¨ªa a d¨ªa.
Tan s¨®lo el a?o pasado (2022), el estado se declar¨® en situaci¨®n de sequ¨ªa y desabasto cr¨ªtico, lo cual se encontr¨® con una infraestructura insuficiente y desgastada, a la par de un crecimiento poblacional desmedido.
Adem¨¢s de la falta de lluvia, el mal manejo de presas, as¨ª como fugas continuas y una inversi¨®n insuficiente en infraestructura por parte del gobierno anterior, el estr¨¦s h¨ªdrico agrav¨® la problem¨¢tica, poniendo en jaque la capacidad de sus presas principales: La Boca, Cerro Prieto y El Cuchillo, que con 8.500 litros por segundo representan el 60% del agua total disponible. Al momento de agotarse las dos primeras presas, lo que se provoca es un d¨¦ficit de -3.500 litros por segundo.
De acuerdo con informaci¨®n de la CONAGUA, Monterrey -una de las ciudades m¨¢s importantes y productivas de M¨¦xico- tiene el reto de abastecer el equivalente a 600 albercas ol¨ªmpicas cada d¨ªa, es decir 16.000 metros c¨²bicos por segundo, todos los d¨ªas. Pero para lograrlo, enmedio existen desaf¨ªos por sortear: un campo que desperdicia cerca del 57% del agua que recibe debido a la falta o el mal estado de la infraestructura, fen¨®menos naturales como la evaporaci¨®n, la infiltraci¨®n en la tierra y las fugas, as¨ª como la falta de tecnificaci¨®n y un uso dom¨¦stico irresponsable, derivando en una ausencia de l¨ªquido suficiente para abastecer las necesidades de la entidad.
Sin embargo, Nuevo Le¨®n ha puesto cartas en el asunto de forma ejemplar. El estado ha comenzado a revertir la problem¨¢tica de forma sensible, adem¨¢s de que este 2023 la llegada de lluvias previo a lo esperado represent¨® un alivio importante. Pero el alivio a¨²n se encuentra lejos. Expertos como Horacio Mart¨ªnez, Director del Instituto para la Protecci¨®n Ambiental de Nuevo Le¨®n (IPA), esto debe tomarse con relativa cautela (¡°optimismo cauteloso¡± lo llama ¨¦l), haciendo un llamado claro a no bajar la guardia a lo que viene.
La conciencia ambiental y la resiliencia ante un mundo cambiante y en constante crisis clim¨¢tica, asegura Mart¨ªnez, deben venir acompa?ados de una gobernanza justa y eficaz en la materia, as¨ª como una innovaci¨®n h¨ªdrica y una sustentabilidad clara, en mancuerna con un dise?o urbano bien planificado.
¡°Para el 2048, 2049 vamos a cruzar la marca de diez millones de habitantes en el ¨¢rea metropolitana, pero puede suceder muchos a?os antes si continuamos con esta tendencia de crecimiento acelerado, lo cual agregar¨ªa mayor complejidad a la situaci¨®n¡±, asegura el directivo del IPA.
Resiliencia h¨ªdrica
Pese a que el desaf¨ªo h¨ªdrico es complejo, dispar y multifactorial, lo cierto es que Nuevo Le¨®n, aunque a¨²n tiene un reto importante como pieza clave frente a la crisis del agua, ha trabajado tambi¨¦n de forma conjunta, superando intereses pol¨ªticos, comerciales e incluso entre las necesidades particulares de colonos con necesidades y posibilidades aparentemente contradictorias, de cara a un futuro en com¨²n: aprovechar y cuidar el agua que se tiene.
En perspectiva, Eduardo V¨¢zquez Herrera, director ejecutivo de Agua Capital (Fondo de Agua de la Ciudad de M¨¦xico), pone sobre la mesa las diferencias entre las dos principales urbes del pa¨ªs (Monterrey y CDMX) bajo una misma problem¨¢tica.
¡°La perspectiva es entender c¨®mo va a aproximarse este fen¨®meno cada a?o y ver qu¨¦ tenemos que hacer con un enfoque preventivo y proactivo para que las decisiones no se tomen de manera apresurada. Esto nos llevar¨¢ a entender nuevos modelos de gesti¨®n de agua, nuevos modelos de toma de decisiones, as¨ª como herramientas presupuestales pol¨ªticas, regulaciones y esquemas de participaci¨®n social para poder enfrentar mejor esta circunstancia. En Monterrey hay una afectaci¨®n significativa en el caso de las ¨¢reas naturales, pero tambi¨¦n existen muchos esfuerzos que se est¨¢n haciendo para evitar la deforestaci¨®n de las principales fuentes de agua, que son estos cuerpos naturales, adem¨¢s del uso intensivo del agua para la agricultura, que es el principal usuario del agua en esa regi¨®n (...). Es un tema que tenemos que trabajar con un enfoque de resiliencia h¨ªdrica, como tal se est¨¢ desarrollando y estableciendo; una serie de acciones y estrategias orientadas al manejo del agua con una perspectiva de econom¨ªa circular, as¨ª como mayor tratamiento, reuso y captaci¨®n¡±, afirma el especialista.
Adem¨¢s del desinter¨¦s por una colaboraci¨®n urgente integral entre ambientalistas, gobiernos, empresas, agricultores y sociedad en general, la falta de trabajo alrededor del estr¨¦s h¨ªdrico en Nuevo Le¨®n podr¨ªa apuntar a un escenario de desabasto a¨²n mayor, en donde el racionamiento extremo, las enfermedades, la baja productividad y el impacto en los ¨ªndices de desarrollo conlleven a problem¨¢ticas incluso de seguridad nacional, en un ma?ana que se presume ya no tan lejano.
Para los expertos, el futuro del agua en la entidad se enfoca siempre en el trabajo en equipo, as¨ª como en el incremento y ejercicio eficaz de los presupuestos asignados y una disposici¨®n abierta e integral de todos los involucrados. ¡°Los expertos hablan que debemos tener un presupuesto fijo y constante durante los pr¨®ximos diez a?os para estos proyectos, por alrededor de 130.000 millones de pesos al a?o. Lo que suena a una cantidad exorbitante, pero no lo es tanto si lo comparamos con un presupuesto de egresos de la Federaci¨®n (8,6 mil millones de pesos), que es el que se tiene actualmente. Hablamos adem¨¢s de un tema fundamental: la supervivencia. Lo descongelamos a su vez como un tema de seguridad nacional. Dentro del Consejo Consultivo del Agua buscamos aliados estrat¨¦gicos a qui¨¦nes sumar, que tengan avances en la materia y con quienes compartamos experiencias; expertos en el aspecto t¨¦cnico del agua, que aporten. Tenemos que ir con los tomadores de decisiones, ya sea a trav¨¦s de foros importantes, llevando los mensajes que se necesitan¡Lo importante es que esto sea constante, planeado y creciente, en donde se combinen alternativas de evoluci¨®n y soluci¨®n¡±, reflexiona Ra¨²l Rodr¨ªguez, presidente del Consejo Consultivo del Agua.
Para los siguientes a?os, no s¨®lo Nuevo Le¨®n sino todo M¨¦xico tendr¨¢ que seguir trabajando en el uso eficiente del agua, en su cuidado permanente y la transformaci¨®n de una cultura de uso sustentable de este recurso natural. Una meta que, si bien es posible, a¨²n luce lejana y es m¨¢s urgente de lo que pensamos.