Vermont aprueba una ley para hacer pagar a las petroleras por el cambio clim¨¢tico
La pionera norma, que a¨²n necesita la firma del gobernador, aspira a sentar un precedente en Estados Unidos: cuatro Estados est¨¢n tramitando iniciativas parecidas
La vieja aspiraci¨®n del movimiento ecologista de hacer responsables a las empresas contaminantes por sus actos est¨¢ m¨¢s cerca de cumplirse en Vermont, un Estado al nordeste de Estados Unidos, en la frontera con Canad¨¢. Las dos c¨¢maras del parlamento de Montpelier, su capital, aprobaron esta semana un proyecto de ley dise?ado para hacer que las grandes petroleras paguen por los da?os causados por los desastres provocados por el cambio clim¨¢tico a los que estas contribuyen con sus pr¨¢c...
La vieja aspiraci¨®n del movimiento ecologista de hacer responsables a las empresas contaminantes por sus actos est¨¢ m¨¢s cerca de cumplirse en Vermont, un Estado al nordeste de Estados Unidos, en la frontera con Canad¨¢. Las dos c¨¢maras del parlamento de Montpelier, su capital, aprobaron esta semana un proyecto de ley dise?ado para hacer que las grandes petroleras paguen por los da?os causados por los desastres provocados por el cambio clim¨¢tico a los que estas contribuyen con sus pr¨¢cticas. La cuenta ascender¨¢ a miles de millones de d¨®lares.
La norma fue votada con abrumadoras mayor¨ªas en el Senado (solo tres votos en contra, y 26 a favor) y en el Congreso (94-38), y ahora toca que vuelva a la C¨¢mara alta para una segunda aprobaci¨®n, antes de mandarla al gobernador republicano, Phil Scott, para que la firme. Cumplidos esos tr¨¢mites, la Ley del superfondo clim¨¢tico, que as¨ª ha sido bautizada, se convertir¨¢ en la primera de su naturaleza en Estados Unidos. Ya hay cuatro Estados ¨DMaryland, Massachusetts, California y Nueva York¨D que est¨¢n a mitad de sus respectivos procesos para sacar adelante legislaciones parecidas. Es previsible tambi¨¦n que su aprobaci¨®n suponga el inicio de una encarnizada batalla en los tribunales, con los abogados de esas grandes empresas buscando cualquier resquicio legal para evitarles los pagos.
Vermont se ha inspirado en un programa de la EPA, la Agencia de Protecci¨®n Ambiental de Washington, que obliga a las compa?¨ªas contaminantes a limpiar sus vertidos t¨®xicos, o a pagar al Gobierno estadounidense para que las autoridades se encarguen de hacerlo.
Para sacar la cuenta de lo que se debe, el texto normativo incluye herramientas para calcular hasta qu¨¦ punto el cambio clim¨¢tico ha contribuido a eventos clim¨¢ticos extremos en Vermont, y el dinero que esos episodios, algunos, tan recientes, como las inundaciones del pasado verano, costaron al Estado. Para ello, se tendr¨¢n en consideraci¨®n, entre otros, los perjuicios econ¨®micos, a la salud p¨²blica o a la biodiversidad, en un territorio cuyos habitantes son conocidos en resto del pa¨ªs, tanto por cultivar sus excentricidades como por su estilo de vida en contacto con la naturaleza. Una vez averiguada esa cantidad, se reparte en funci¨®n de las toneladas de di¨®xido de carbono que cada empresa afectada por la ley emiti¨® entre 1995 y 2024. Y ah¨ª, se echar¨¢ mano de la base internacional de datos Carbon Majors, que se?ala a los mayores contaminadores privados del planeta.
Mosquitos y gigantes
Para calibrar la desigual lucha que se avecina en los tribunales, el senador republicano Randy Brock, que vot¨® en contra de la ley, record¨® que ¡°ExxonMobil tiene unas ventas anuales de 344.600 millones de d¨®lares¡±, mientras que el presupuesto de Vermont asciende a ¡°unos 8.500 millones de d¨®lares¡±. ¡°[Es la pelea de] Un mosquito contra un gigante¡±, remat¨®.
De los Estados que podr¨ªan seguir el ejemplo, el de Nueva York, donde una de las dos c¨¢maras, el Senado, ya ha dado el s¨ª a un texto parecido, es el que tiene la cosa m¨¢s avanzada. En Washington, dos senadores dem¨®cratas, Bernie Sanders, sin duda, el pol¨ªtico m¨¢s conocido del despoblado Estado de Vermont (tiene m¨¢s o menos la superficie de Catalu?a y algo as¨ª como la poblaci¨®n de Sevilla), y Chris Van Hollen (Maryland) trataron de introducir una provisi¨®n para hacer pagar a las empresas contaminantes en la Ley de Inflaci¨®n de la Reducci¨®n (IRA son sus siglas en ingl¨¦s), firmada por el presidente Joe Biden en el verano de 2022. Se trat¨® de una de las grandes conquistas legislativas del primer mandato de Biden, adem¨¢s de la norma m¨¢s importante hasta la fecha aprobada en Estados Unidos para hacer frente a los efectos del cambio clim¨¢tico, aunque no llegara tan lejos como Vermont est¨¢ a punto de llegar ahora. De haber sobrevivido en el borrador de la IRA, habr¨ªa costado a las grandes petroleras unos 500.000 millones de d¨®lares, seg¨²n un proyecto cuyos promotores llamaron: La ley del fondo clim¨¢tico ¡°el que contamina, paga¡±.
En julio pasado, unas devastadoras e inusuales lluvias asolaron Vermont: dejaron dos muertos y da?os por un valor de unos mil millones de d¨®lares. Otro episodio de fuertes precipitaciones lleg¨® en diciembre de 2023. Entonces, el gobernador Scott, que no participa de las veleidades negacionistas de algunos de los miembros de su partido, declar¨®: ¡°El cambio clim¨¢tico es real. No creo que nadie deba sorprenderse por esto, ni que podamos utilizar los m¨¦todos tradicionales que nos han servido contra las tormentas durante los ¨²ltimos 100 a?os. Nos qued¨® demostrado con Irene y con las inundaciones de julio, y ahora, apenas cinco meses despu¨¦s¡±. Irene fue el nombre que los meteor¨®logos dieron a un hurac¨¢n que devast¨® en 2011 la costa Este de Estados Unidos, y que se ceb¨® especialmente con Vermont.
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