El periodista polaco Adam Michnik, premio Princesa de Asturias de Humanidades
El hist¨®rico director de ¡®Gazeta Wyborcza¡¯, siempre comprometido con la libertad, ha sido muy cr¨ªtico en los ¨²ltimos a?os con las derivas autoritarias que golpean a Europa del Este
El escritor y periodista polaco Adam Michnik (Varsovia, 75 a?os), hist¨®rico director de Gazeta Wyborcza e intelectual de referencia en la transici¨®n hacia la democracia del pa¨ªs centroeuropeo, ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades. El jurado ha destacado ¡°su compromiso con el periodismo de calidad y su influencia en la recuperaci¨®n y en la defensa de la democracia en Polonia¡±. Antiguo l¨ªder disidente y sie...
El escritor y periodista polaco Adam Michnik (Varsovia, 75 a?os), hist¨®rico director de Gazeta Wyborcza e intelectual de referencia en la transici¨®n hacia la democracia del pa¨ªs centroeuropeo, ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades. El jurado ha destacado ¡°su compromiso con el periodismo de calidad y su influencia en la recuperaci¨®n y en la defensa de la democracia en Polonia¡±. Antiguo l¨ªder disidente y siempre comprometido con la libertad, es uno de los m¨¢s destacados defensores de los derechos humanos en Polonia. Fue uno de los fundadores del movimiento KOR (el comit¨¦ para la defensa de los trabajadores) y miembro del sindicato Solidaridad de Lech Walesa desde su creaci¨®n en 1980. Su militancia la pag¨® con varias estancias en la c¨¢rcel, antes de fundar, tras la ca¨ªda de la dictadura comunista en 1989, el diario progresista de referencia en Polonia, del que sigue siendo redactor jefe. Amante de Espa?a, donde conoci¨® a los actores fundamentales de la Transici¨®n, se ha mostrado siempre a favor de la reconciliaci¨®n nacional y el di¨¢logo en los procesos hacia la democracia.
La llegada de la democracia a Polonia, en 1989, no neutraliz¨® el compromiso de Michnik, que siempre ha sido muy cr¨ªtico con las derivas autoritarias que golpean a Europa del Este, as¨ª como con la creciente influencia que la Rusia de Vlad¨ªmir Putin ejerce sobre el territorio. Conocedor de la pol¨ªtica rusa, ha seguido de cerca y comentado la invasi¨®n de Ucrania de este a?o, mostr¨¢ndose muy cr¨ªtico con las decisiones de Putin. ¡°Las pol¨ªticas hist¨®ricas de Putin [en Rusia], Kaczy¨½ski [en Polonia] y Orb¨¢n [en Hungr¨ªa] funcionaron, en el sentido que le hicieron creer a la gente que la historia era diferente de lo que era. Esto significa decir que el pasado estuvo lleno de nobleza, que, por ejemplo, Rusia nunca le hizo nada malo a nadie y que siempre fue una v¨ªctima. Cuando entraba en alg¨²n lugar, nunca era un acto de agresi¨®n sino de liberaci¨®n, estaba ayudando a los perseguidos¡±, desarrollaba el mes pasado en una entrevista a The New Yorker.
Durante la ¨²ltima d¨¦cada ha sido opositor de Ley y Justicia, partido populista y derechista que actualmente ostenta el Gobierno polaco. Articulista de EL PA?S, en una tribuna de febrero del a?o pasado denunciaba los reflejos autoritarios en Polonia, donde el Gobierno, aseguraba, intentaba estrangular a la prensa ¡°con las t¨¢cticas de Putin y Orb¨¢n¡±. ¡°30 a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, la abolici¨®n de la censura y el colapso de la URSS, la sociedad civil polaca vuelve a defender la democracia que tanto le cost¨® conseguir frente a un Estado decidido a quit¨¢rsela¡±, advert¨ªa. En estos a?os del partido ultraconservador polaco en el poder, el pa¨ªs ha entrado en una espiral autoritaria que le ha costado frecuentes choques con Bruselas por cuestiones como las reformas que socavan la independencia judicial. Polonia ha minado los derechos de las mujeres con la ley del aborto m¨¢s dura de la UE, solo por detr¨¢s de Malta, y ha puesto en el punto de mira al colectivo LGTBI. En su intento de controlar el mensaje y la propaganda, impuls¨® una ley que buscaba cerrar la mayor televisi¨®n privada del pa¨ªs, cr¨ªtica con el Gobierno, y reform¨® los medios p¨²blicos a su medida.
La Gazeta Wyborcza de Michnik tambi¨¦n ha sufrido los embates del Ejecutivo de Mateusz Morawiecki en forma de denuncias del partido gobernante por supuesta difamaci¨®n o enormes recortes en publicidad institucional. En una entrevista con la revista Foreign Policy en 2019, Michnik asegur¨® que tem¨ªa por su seguridad. ¡°Podr¨ªan enviarme una milicia a la redacci¨®n de Wyborcza. Podr¨ªa encontrar drogas en mi apartamento y que el d¨ªa siguiente viniese la polic¨ªa a registrar mi casa¡±.
Pese a todo, Michnik reconoci¨® en la reciente entrevista a The New Yorker que, en el caso de Ucrania, el Gobierno polaco hab¨ªa adoptado ¡°un enfoque razonable y decente¡±. El Ejecutivo de Varsovia, que siempre se ha opuesto duramente a la inmigraci¨®n de Oriente Pr¨®ximo y ?frica, uni¨® fuerzas con otros Estados europeos en oposici¨®n a la invasi¨®n rusa de Ucrania, y en los ¨²ltimos meses ha acogido a m¨¢s de dos millones de ucranianos, seg¨²n datos de la ONU.
En una entrevista en EL PA?S en 2016, a?o en que recibi¨® el premio Ortega y Gasset de periodismo por su trayectoria profesional, Michnik reflexionaba: ¡°No se puede comparar lo que sucede ahora con la dictadura comunista, pero Putin tampoco es Stalin. Es un fen¨®meno nuevo que todav¨ªa no tiene nombre. De la misma forma que, cuando surgi¨® el fascismo, tampoco ten¨ªa nombre¡±. Tanto por su carrera period¨ªstica como por su defensa de los derechos humanos, ha sido galardonado con numerosos premios y distinciones, como la Legi¨®n de Honor en Francia, el Premio de Periodismo Francisco Cerecedo o el Robert F. Kennedy de los Derechos Humanos.