Cuarenta y seis a?os leyendo a los lectores
Cada d¨ªa una treintena de Cartas a la Directora llegan a las manos del equipo de Opini¨®n, que las revisa y selecciona para ser publicadas
El pasado 2 de junio EL PA?S public¨® una Carta a la Directora que se titula Ya no hay empat¨ªa. Pedro Gonz¨¢lez Carranza lamentaba en ella que, en un a?o de duelo por la muerte de su esposa, ni una sola persona le hubiese preguntado si le pasaba algo al verlo llorar en la calle. Como ¨¦l, una treintena de lectores comparten cada d¨ªa su vida, sus impresiones, preocupaciones y tambi¨¦n sus quejas a trav¨¦s de las Cartas a la Directora, un espacio gestionado por la secci¨®n de Opini¨®n.
Las misivas llegan en su mayor¨ªa al correo electr¨®nico cartasdirectora@elpais.es o a trav¨¦s del formulario de la web elpais.com. Jos¨¦ Nicol¨¢s y Carla Mascia, periodistas de Opini¨®n, son los encargados habituales de recibir las cartas. Comprueban, antes que nada, si cumplen con los requisitos exigidos para su publicaci¨®n. Son dos cuestiones b¨¢sicas que se?ala Nicol¨¢s: una extensi¨®n de m¨¢ximo 100 palabras y que no contengan insultos o faltas de respeto. ¡°Esas las descartados directamente¡±, advierte.
Despu¨¦s, teniendo en cuenta la tem¨¢tica, seleccionan los cinco textos que ser¨¢n publicados al d¨ªa siguiente. Muchas cartas abordan temas de actualidad; otras tratan preocupaciones personales, pero que pueden ser f¨¢cilmente compartidas por muchos lectores. Este era el caso de Gonz¨¢lez Carranza, en el que subyac¨ªa el individualismo y la soledad, dos caracter¨ªsticas que marcan la sociedad actual.
La historia de Gonz¨¢lez se viraliz¨® en las redes sociales. Visto el inter¨¦s, la periodista del diario Mar¨ªa Sosa viaj¨® a Ciudad Real para conocer a Gonz¨¢lez y compartir el relato pormenorizado que encerraban esas 100 palabras. Nicol¨¢s recuerda que no es la primera vez que una carta recogida por el diario se convierte en reportaje. Subraya que incluso hay cartas que ¡°tienen una vida independiente¡±. Son aquellas que cada cierto tiempo resurgen en las redes sociales. Como la que llev¨® por t¨ªtulo Se me ha roto un vaso y que Nicol¨¢s lee: ¡°Ayer se me cay¨® un vaso de cristal y se rompi¨®. Lo cuento aqu¨ª porque, como hay tanta gente que lo cuenta todo por Twitter y dem¨¢s redes sociales, he pensado que tambi¨¦n podr¨ªa interesar a los lectores de este peri¨®dico. Hoy se me ha ca¨ªdo un vaso de cristal, y despu¨¦s he tenido que recogerlo¡±. La envi¨® Gonzalo S¨¢nchez desde Gelves (Sevilla), en 2016, y su contenido sigue vigente.
Aunque en menor medida que por correo electr¨®nico, la redacci¨®n de EL PA?S en Madrid a¨²n recibe cartas por correo postal. Las hay manuscritas, mecanografiadas e impresas. ¡°Son las que m¨¢s nos impresionan¡±, reconoce Nicol¨¢s. Estas pasan antes por las manos de Cristina P¨¦rez y Raquel Ferrer, secretarias de la directora, Pepa Bueno. Ellas se encargan de separar las que tienen un car¨¢cter personal de aquellas que deben ser gestionadas por el equipo de Opini¨®n para su posible publicaci¨®n. La directora lee directamente las que analizan cuestiones editoriales: los lectores, especialmente los suscriptores y quienes llevan m¨¢s tiempo acompa?ando al diario, ofrecen consejos para mejorar alguna secci¨®n, comentan alg¨²n editorial, etc¨¦tera.
Las primeras cartas de lectores se publicaron el 7 de mayo 1976, tres d¨ªas despu¨¦s del nacimiento del peri¨®dico. ¡°Deseo dirigirme a ustedes, en primer lugar, para felicitarles por su peri¨®dico, que llena, a mi juicio, un espacio vac¨ªo en los medios espa?oles de comunicaci¨®n¡±, rezaba el inicio de la primera, enviada por Esther S¨¢nchez. Han pasado 46 a?os desde entonces y el equipo de EL PA?S no ha dejado de escuchar a los lectores a trav¨¦s de sus cartas ni un solo d¨ªa.