Eugenia de la Torriente, directora adjunta de EL PA?S, emprende una nueva etapa profesional
Periodista cultural, de moda, redactora jefa, o cr¨ªtica de moda han sido algunos de sus puestos en el diario
Entre la primera vez que Eugenia de la Torriente (Barcelona, 42 a?os) entr¨® en la redacci¨®n de EL PA?S y el d¨ªa en que fue nombrada directora adjunta del diario pasaron 21 a?os. Y, sin embargo, las sensaciones fueron bastante parecidas. ¡°Recuerdo la emoci¨®n cuando caminaba por aquel pasillo largu¨ªsimo que bordeaba la redacci¨®n y que conduc¨ªa al edificio en el que estaba EL PA?S SEMANAL. Se me sal¨ªa el coraz¨®n por la boca¡±, rememora. Llegaba desde Barcelona para reunirse con ?lex Mart¨ªnez Roig, el entonces responsable de la revista. Mart¨ªnez Roig la hab¨ªa llamado despu¨¦s de descubrir sus textos en la revista AB, de la que era editora de moda. En enero de 2000 comenz¨® a colaborar con EL PA?S. Con una misi¨®n claramente definida: aportar una mirada period¨ªstica a los temas de moda. Abordar la tem¨¢tica con rigor, precisi¨®n y conocimiento, como cualquier otra disciplina period¨ªstica. Debut¨® con un texto sobre la moda y el humor y una entrevista al dise?ador Miguel Adrover.
De la Torriente iniciaba su primera etapa en EL PA?S. Periodista cultural, de moda y estilo de vida, redactora jefa, o cr¨ªtica de moda fueron algunos de los puestos que desempe?¨® hasta noviembre de 2014, cuando fue nombrada directora de la edici¨®n espa?ola de Harper?s Bazaar. En enero de 2017 asumi¨® la direcci¨®n de Vogue.
En enero de 2021 regresaba a EL PA?S como directora adjunta al frente de EL PA?S SEMANAL, ICON, SMODA, y de las secciones de Cultura y el suplemento Babelia. ¡°Fue igual de emocionante que la primera vez. Hasta le hice una foto al ascensor¡¡±. recuerda. Fue, sin embargo, una vuelta at¨ªpica: la pandemia hab¨ªa dejado vac¨ªa la redacci¨®n. ¡°Es una sensaci¨®n extra?a, la de encontrarte as¨ª un lugar en el que has sido tan feliz, en el que has vivido y sentido tantas cosas¡¡±.
Ten¨ªa claro el objetivo: ¡°Quer¨ªa ofrecer a los lectores contenidos que tuvieran sentido en su conjunto y que, al mismo tiempo, respetaran la personalidad de cada cabecera. Casi como una entrenadora de un equipo: dejando espacio a las individualidades ¨Dque pudieran desarrollar sus ideas, que tuvieran capacidad de actuaci¨®n¨D con un sentido muy claro de conjunto. Y que todo ello estuviera al servicio de una idea mayor: el peri¨®dico, EL PA?S. Y de sus lectores, claro¡±.
Uno de los principales retos en este tiempo ha sido que las ¨¢reas que dirig¨ªa fueran ¡°m¨¢s part¨ªcipes del d¨ªa a d¨ªa del peri¨®dico, que se sintieran m¨¢s parte de lo que hacemos y que el peri¨®dico tambi¨¦n las acogiera de una forma m¨¢s natural. Creo que podemos decir que lo hemos conseguido, y que ha sido gracias a los diferentes equipos y al talento de las personas que los forman¡±.
Este a?o y nueve meses de su segunda etapa en EL PA?S le han dejado a De la Torriente numerosos aprendizajes. ¡°He estado mucho m¨¢s en contacto con las secciones del d¨ªa a d¨ªa y eso me ha ayudado a entender mejor el peri¨®dico en su totalidad. Desde encargarme del peri¨®dico algunos domingos, a las reuniones diarias, pasando por la coordinaci¨®n editorial de los eventos¡ ha sido un ejercicio profesional valios¨ªsimo¡±.
De la Torriente emprende ahora una nueva etapa profesional en el ¨¢mbito de la comunicaci¨®n. Estos ¨²ltimos d¨ªas han sido muy intensos en lo emocional, con numerosas muestras de cari?o de la redacci¨®n ¨Dcompa?eros que se acercaban a su despacho o que le escrib¨ªan mensajes¨D y un reconocimiento de todo lo que ha aportado al peri¨®dico en este tiempo.
Mientras recoge su despacho ¨Dhay una broma recurrente en la redacci¨®n sobre las cajas llenas de revistas y libros que acarrea en cada mudanza y que pasaron de 10 en su primera salida a 40 en la actual¨D intenta contener la emoci¨®n: ¡°Aqu¨ª he aprendido todo lo que s¨¦ de periodismo y mucho de lo que s¨¦ de la vida. No es solo una manera de ejercer nuestra profesi¨®n, sino un posicionamiento vital, una manera de entender lo que hacemos para la sociedad. Siempre voy a defender los colores de este peri¨®dico¡±.
?Una portada, un recuerdo de esta etapa? ¡°Un solo contenido o un ¨²nico recuerdo no explican bien todo lo vivido en este tiempo. Lo bonito de esta etapa es el trabajo colectivo, el haber avanzado juntos en muchos aspectos. Tanto con el equipo de direcci¨®n del peri¨®dico como con las personas al frente de las secciones y revistas. Me quedo con eso, con el esfuerzo que hemos hecho para construir algo que tuviera sentido para el peri¨®dico, para nuestros lectores¡±.