"Lo m¨¢s l¨®gico es que el 'C¨®dice Calixtino' est¨¦ en manos de un fetichista del arte"
El historiador fabula en una novela sobre el manuscrito del siglo XII que desapareci¨® en julio del archivo de la catedral de Santiago de Compostela
Seis meses despu¨¦s de que el C¨®dice Calixtino se evaporara como en un truco de magia del archivo de la catedral de Santiago de Compostela, el catedr¨¢tico de Historia Medieval Jos¨¦ Luis Corral Lafuente, (Daroca, Zaragoza, 1957) publica una novela en la que fabula sobre el hurto de este manuscrito del siglo XII, que tanto estupor provoc¨® el pasado verano. Corral, autor de una treintena de ensayos hist¨®ricos, posee tambi¨¦n una faceta de novelista que, en esta ocasi¨®n, le ha llevado, con el robo del C¨®dice como marco, a lanzar una tesis "que revela datos inquietantes de la genealog¨ªa de Cristo". En la trama de la obra se suman los or¨ªgenes del cristianismo, el Camino de Santiago y un poderoso y malvado grupo de ultras del catolicismo. El resultado se llama El C¨®dice del Peregrino (editorial Planeta, 323 p¨¢ginas), "una mezcla de realidad y ficci¨®n tal que es imposible separarlas".
El novelista es consciente de la pol¨¦mica que puede suscitar su tesis sobre qui¨¦n fue el verdadero padre de Jes¨²s
A Corral le cogi¨® el suceso del C¨®dice cuando estaba preparando otra novela. Por encargo de EL PA?S escribi¨® dos art¨ªculos -uno acad¨¦mico y otro de ficci¨®n sobre c¨®mo fue el robo- que le sirvieron "de inspiraci¨®n". Corral reley¨® los Evangelios y se centr¨® en buscar para la novela una relaci¨®n entre el manuscrito y el ap¨®stol Santiago. "Lo que descubr¨ª fue una genealog¨ªa de Jes¨²s asombrosa, pero documentada". El profesor llevaba tiempo con el asunto de la verdadera familia de Jes¨²s en su cabeza y la novela le sirvi¨® para darle forma. En el C¨®dice del Peregrino cuenta, entre otras cosas, que "Jos¨¦ se cas¨® con Mar¨ªa porque ella ya estaba embarazada por otro hombre, el rey Herodes Antipas". Ah¨ª queda eso.
El novelista es consciente de la pol¨¦mica que puede suscitar su tesis sobre qui¨¦n fue el verdadero padre de Jes¨²s y quienes fueron sus hermanos y por eso pide "perd¨®n de antemano". "Habr¨¢ qui¨¦n diga que se trata de una blasfemia. Pero las muchas biograf¨ªas sobre Jes¨²s que he le¨ªdo est¨¢n escritas por cat¨®licos convencidos. En cambio, yo he aportado otra perspectiva, con los textos de la ¨¦poca, que no se hab¨ªa planteado jam¨¢s".
De vuelta al robo, cuando se ech¨® en falta el C¨®dice Calixtino lo que m¨¢s destacaron los medios fue que se trataba de la primera gu¨ªa del Camino de Santiago, escrita en 1135 por Aimeric Picaud, un religioso franc¨¦s. Corral ha novelado que Picaud dej¨® escrito en el C¨®dice "un texto oculto con una t¨¦cnica que se utilizaba en la Edad Media. Ese mensaje solo se pod¨ªa leer aplicando unos l¨ªquidos en el papel para reactivar la antigua escritura". En la novela, ese texto secreto detalla cu¨¢l fue la verdadera familia de Cristo, una revelaci¨®n que pondr¨ªa patas arriba el cristianismo y que una secta de iluminados quiere mantener oculta. Uno de los l¨ªderes de ese grupo encarga a una pareja de argentinos dedicados a traficar con obras de arte el robo del C¨®dex Calixtinus. La sencillez con la que se perpetra el hurto se complica p¨¢ginas m¨¢s adelante por los nervios del compinche necesario, un cura llamado el Peregrino y que trabaja en la catedral.
El profesor Corral destaca del robo del C¨®dice que fue "limpio". "No hubo ventanas rotas, ni puertas forzadas", lo que llev¨® a la polic¨ªa a se?alar, dos semanas despu¨¦s del suceso, que "alguien de dentro" hab¨ªa colaborado. Corral tambi¨¦n subraya que el ladr¨®n tuvo claro que su objetivo era ese libro. "Junto al Calixtino hab¨ªa otros dos c¨®dices m¨¢s valiosos art¨ªsticamente, pero no se los llevaron". Por eso, la explicaci¨®n "m¨¢s l¨®gica es que se trate de un encargo de un coleccionista. Alguien con mucho dinero y que por razones ideol¨®gicas o fetichistas quiere tener en sus manos una obra que no posea nadie". La otra tesis que manej¨® la polic¨ªa fue la de un robo "para fastidiar al de¨¢n" de la catedral, Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªaz, de 81 a?os. Esa supuesta venganza se habr¨ªa consumado con su dimisi¨®n como responsable del archivo el pasado octubre. "Lo normal es que el libro hubiera aparecido. Sin embargo, tres meses despu¨¦s no hay rastro". Esta circunstancia deja casi arrumbada la teor¨ªa del robo por inquina personal.
Medidas de seguridad
Corral se une a las cr¨ªticas por las escasas medidas de seguridad en torno a tama?a joya. "La gente entraba en el archivo como Pedro por su casa, las llaves estaban puestas a veces...". Tambi¨¦n lamenta el retraso -un d¨ªa largo- desde que se supo la desaparici¨®n hasta que se denunci¨® a la polic¨ªa. "Eso probablemente facilit¨® que el C¨®dice saliera de Santiago. Otro gran problema es que no sabemos la fecha exacta en que se rob¨®".
?Es tan potente el tr¨¢fico ilegal de obras de arte como lo pinta Corral en la novela? "En la econom¨ªa negra mundial, el primero es el tr¨¢fico de armas, despu¨¦s el de drogas y el tercero es el de arte. A eso han ayudado los nuevos ricos de Rusia, China, Singapur y pa¨ªses ¨¢rabes, tipos caprichosos que quieren arte occidental. Adem¨¢s, la desmembraci¨®n de la URSS, de Yugoslavia y las guerras de Irak inyectaron en ese mercado negro muchas obras desclasificadas y mal catalogadas". Este panorama lo completa "una red de anticuarios poderosos que manejan ese negocio".
?Y Espa?a? "Fue un lugar propicio para robar en los a?os sesenta por la despoblaci¨®n de las zonas rurales. V¨ªrgenes de ermitas rom¨¢nicas se habr¨¢n robado no menos de un millar", afirma Corral. "Por suerte, ya no sucede eso. Hoy, el para¨ªso para los cacos es Italia, donde, de media, cada d¨ªa se roba una obra de cierta calidad. Y es que los italianos tienen un rico patrimonio y Berlusconi [el ex primer ministro] desmantel¨® parte del control que hab¨ªa sobre esas actividades".
A todo esto. ?Y qu¨¦ har¨¢ Corral si aparece el C¨®dice? "Pues se podr¨ªa hacer una segunda parte. Habr¨ªa que completar el c¨ªrculo porque la vida, muchas veces, no deja de ser eso, c¨ªrculos".
Desprotecci¨®n del patrimonio
Jos¨¦ Luis Corral, medievalista y participante en excavaciones arqueol¨®gicas, denuncia que gran parte del patrimonio art¨ªstico espa?ol, "sobre todo el arqueol¨®gico", no est¨¢ bien protegido. Entre las causas apunta, sobre todo, a los pol¨ªticos, y pone ejemplos como los restos arqueol¨®gicos de la plaza del Castillo, en Pamplona. "All¨ª salieron ba?os romanos, restos ¨¢rabes... La historia de Navarra estaba all¨ª pero ahora lo que hay es un aparcamiento. Otro caso fue el de Julio Anguita, que cuando era alcalde de C¨®rdoba acab¨® con unos restos isl¨¢micos en la ciudad". En su opini¨®n, ser¨ªa preciso un plan nacional de protecci¨®n y una legislaci¨®n com¨²n para las comunidades aut¨®nomas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.