Breve gu¨ªa del escritor total
Bonald es uno de esos escas¨ªsimos autores con asiento propio (y de primera fila) en varios g¨¦neros de la historia de la literatura espa?ola
Poeta, novelista, memorialista, ensayista e historiador (del flamenco), Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald es uno de esos escas¨ªsimos autores con asiento propio (y de primera fila) en varios g¨¦neros de la historia de la literatura espa?ola. En un pa¨ªs como Espa?a, que rara vez da para dos ideas distintas sobre la misma persona, la obra del recent¨ªsimo Cervantes ha sido reconocida con el premio de la Cr¨ªtica en tres ocasiones y en dos disciplinas distintas: la poes¨ªa ¡ªLas horas muertas (1959); Descr¨¦dito del h¨¦roe (1977)¡ª y la novela ¡ª?gata ojo de gato (1974)¡ª. Lo que sigue es una breve gu¨ªa de lectura para acercarse a un escritor total, que, adem¨¢s, en enero pr¨®ximo publicar¨¢ Oficio de lector (Seix Barral), una recopilaci¨®n de ensayos, rese?as, pr¨®logos y conferencias in¨¦ditas sobre autores como G¨®ngora, Mallarm¨¦, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Juan Carlos Onetti o Jos¨¦ ?ngel Valente. Y, por supuesto, Cervantes.
La poes¨ªa
Las adivinaciones (1952). Ganador de un acc¨¦sit del m¨ªtico Premio Adonais (agente consagrador de la generaci¨®n del 50), fue el libro con el que se estren¨® alguien que ha sido narrador de forma intermitente pero poeta toda su vida. Aparentemente realista, la de sus versos es una realidad inventada y transfigurada por un lenguaje preciosista. Adem¨¢s, contiene el poema con el que todav¨ªa hoy su autor abre muchas de sus lecturas p¨²blicas, ¡°Vers¨ªculos del G¨¦nesis¡±, un arrebatado canto a la nocturnidad. La noche es, junto al mar, uno los grandes temas de su obra po¨¦tica.
Descr¨¦dito del h¨¦roe (1977). El gran libro de madurez. Despu¨¦s de pagar peaje al compromiso social antifranquista con Pliegos de cordel (1963), cuaj¨® una voz que el propio poeta ha definido como hecha de ¡°predilectas dicciones latinas¡± y ¡°atemperadas resonancias barrocas¡±. Su escritura coincidi¨® con la de la novela ?gata ojo de gata y Caballero Bonald siempre ha subrayado el parentesco entre ambas en una b¨²squeda de ¡°zonas prohibidas de la experiencia¡±. Entre la enso?aci¨®n, la realidad y el mito.
Entreguerras (2012). Se public¨® en enero de este mismo a?o. Un solo poema de casi 3.000 versos que mezcla irracionalismo y autobiograf¨ªa para, en una ebriedad desatada, crear un particular reflexi¨®n sobre la naturaleza de las cosas. No en vano, el De Rerum Natura de Lucrecio es el demonio tutelar de un libro torrencial que sigui¨® al indignado Manual de infractores y al eleg¨ªaco La noche no tiene paredes y que el propio Caballero Bonald anunci¨® como su ¨²ltimo libro de poemas. Nunca se sabe.
Las novelas
Dos d¨ªas de septiembre (1962). Caballero Bonald debut¨® como novelista ganando el Premio Biblioteca Breve con una historia que transcurre durante la vendimia de 1960. Una ¨¢cida critica a una sociedad latifundista, anquilosada y atravesada por las diferencias entre ricos y pobres. No tard¨® en verse como un trasunto del Jerez natal del escritor.
?gata ojo de gato (1974). La cumbre narrativa del escritor andaluz fue una refundaci¨®n m¨ªtica del Coto de Do?ana, Arg¨®nida en su l¨¦xico particular. Novela que responde a una formulaci¨®n po¨¦tica sin caer en ese engendro de la prosa po¨¦tica, el libro repasa la vida de varias generaciones de un mismo linaje. Con todo, su personaje principal es el paisaje. Y el lenguaje.
Las memorias
La novela de la memoria (2010). Un a?o despu¨¦s de publicar su poes¨ªa completa bajo el t¨ªtulo de Somos el tiempo que nos queda, el nuevo premio Cervantes reuni¨® en un volumen de casi 1.000 p¨¢ginas los dos tomos de sus memorias: Tiempo de guerras perdidas (1995) y La costumbre de vivir (2001). De la infancia andaluza a la formaci¨®n literaria en Madrid pasando por sus a?os como profesor en Colombia o como secretario de Papeles de Son Armadans ¨Cla revista fundada por Camilo Jos¨¦ cela-, estas memorias son un retrato sin concesiones de la Espa?a de la segunda mitad del siglo XX y una radiograf¨ªa sin maquillar de su mundillo literario. Los recuerdos se detienen en la Transici¨®n. Caballero Bonald no ha querido seguir haciendo memoria. Ni sangre.
Babelia
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