Sin¨¦ad O'Connor, la calva que habla con Dios
La cantante irlandesa mantiene una actitud distante en su actuaci¨®n en La Mar de M¨²sicas
Siempre tan provocadora en su imagen como distante en su pose esc¨¦nica, Sin¨¦ad O'Connor inaugur¨® el viernes por la noche la 19? edici¨®n de La Mar de M¨²sicas de Cartagena. La vocalista irlandesa est¨¢ ya recuperada de los males de salud que en el a?o 2012 la obligaron a cancelar la gira de presentaci¨®n de su notable ¨²ltimo trabajo: How about I be me (and you be you)?
Su cura, sin duda, proviene de la fe o credo que viene profesando desde hace tiempo, demostr¨¢ndolo el hecho de que durante toda su actuaci¨®n quisiera hacer ver su conexi¨®n con una divinidad superior. El nombre del hijo de Dios y la palabra repetida breathe, escritas en folios colocados frente a su pie de micro, indicaban la fuente de su inspiraci¨®n. Su vestuario, como puede verse en la foto que ilustra esta cr¨®nica, tambi¨¦n ayud¨®.
Arranc¨® Sin¨¦ad con el noveno disco y en el quinto tema ofreci¨® el momento m¨¢s esperado de la noche, la canci¨®n de composici¨®n ajena m¨¢s reconocible de su repertorio: Nothing compares 2 U. Pero pas¨® por ella sin querer darle la importancia que el p¨²blico masivo alberga en su memoria.
Tras una actuaci¨®n, no tan extensa como la expectaci¨®n despertada, no quiso fotografiarse con nadie o firmar aut¨®grafo alguno. Ni tan siquiera sobre el vinilo de su debut que un seguidor quiso mostrarle. Actitud distante que mantuvo durante los 80 minutos, al mismo tiempo que fue consciente del apoyo incondicional que le profesan sus seguidores, a quienes les dedic¨® Thank you for hearing me.
Con pinta de sacerdote rapado y descalzo, que oculta m¨¢s tatuajes de los que muestra y unas gafas de sol que le tapan la mitad de su carita de ni?a, a primera vista dej¨® claro de qu¨¦ iba aquello: la representaci¨®n de The Crazy Baldhead Tour (la gira de la Calva Loca).
El p¨²blico llen¨® el Parque Torres y permaneci¨® casi todo el tiempo en un atento silencio. En las primeras filas se bailaba t¨ªmidamente, mientras algunos paisanos de la irlandesa voceaban, adul¨¢ndola. Sin¨¦ad se mantuvo casi impasible, sin dar pie a mucho di¨¢logo, m¨¢s all¨¢ de bromear jugando con las palabras eyes y ass, cuando respondi¨® a la petici¨®n de mostrar sus bonitos ojos: ¡°?De verdad que quer¨¦is verme el culo?¡±. A ellos dedic¨® Daddy I¡¯m fine al igual que anteriormente hizo con su hija en la canci¨®n The healing room.
La banda que la acompa?¨®, cuatro hombres y dos mujeres, no eran ni j¨®venes ni destacables, pero proporcionaron a O¡¯Connor el colch¨®n sonoro que demanda la liturgia. La intensidad y emoci¨®n la reserva para su faceta beata. Su religiosidad la camufla de actitud punk-rock, con algo de folk, de dub y, sobre todo, de una voz merecedora de los muchos millones de copias vendidas en m¨¢s de cinco lustros de carrera. As¨ª lo demostr¨® en la muy fiel In this heart, cantada a seis voces.
El otro gran momento del concierto lleg¨® en los bises. Al fin, Sin¨¦ad O¡¯Connor se quit¨® las gafas y desvel¨® sus ojos verdes para interpretar en solitario las canciones del que afirm¨® ser su disco favorito: Theology. La irlandesa se despidi¨® agradecida y deseando a los presentes dulces sue?os tras ofrecer una emotiva y breve canci¨®n a capella, en actitud de plegaria y dirigiendo su intensa mirada hacia lo supremo.
Antes de su concierto inaugural, el pistoletazo de salida a la 19? edici¨®n del festival La Mar de M¨²sicas lo dieron Sam Lee & Friends con la Catedral de Santa Mar¨ªa La Vieja como tel¨®n de fondo. El joven cantante ofreci¨® su mezcla de m¨²sica india con el folk de las islas brit¨¢nicas en los temas de su ¨²nico ¨¢lbum, Ground of its own, obra que le vali¨® una nominaci¨®n a los Premios Mercury.
Ya de madrugada, en el enclave del castillo ¨¢rabe, el contagioso d¨²o audiovisual peruano Dengue Dengue Dengue ¡ªprimer ejemplo del desembarco peruano con motivo del especial que La Mar de M¨²sicas dedica a este pa¨ªs andino en esta edici¨®n¡ª mantuvieron bailando hasta las cuatro de la ma?ana a un p¨²blico que ya echaba de menos esta importante cita estival. En este mismo escenario, el cuarteto pol¨ªglota Skip&Die revolucion¨® con ritmo fren¨¦tico y directo a base de <CF1001>electrocumbia.
Babelia
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