Atr¨¢s
La mayor¨ªa de la sociedad permanece pasiva y aguarda que los problemas se resuelvan como la lluvia, al paso de las nubes

En su ¨²ltima pieza documental para el Canal +, el reportero Jon Sistiaga nos presenta a los l¨ªderes de movimientos racistas y creacionistas en los Estados Unidos. Variantes todos de un mismo caldo de negaci¨®n cient¨ªfica y reivindicaci¨®n de raza superior, ofrecen casi siempre dos caras contrapuestas. La de un profundo rid¨ªculo y la de un amenazante odio. No est¨¢ de m¨¢s ense?arlos con cercan¨ªa, y m¨¢s cuando en Europa, alimentado por una pol¨ªtica de abandono ciudadano y desprecio de la solidaridad, crece el ultranacionalismo en su versi¨®n defensiva. En Espa?a se ha sumado adem¨¢s a la eterna pol¨¦mica por el pasado reciente, con impunes reivindicaciones del franquismo desde alcald¨ªas y recintos p¨²blicos, mientras es patente la impotencia de quienes reclaman una pol¨ªtica de Estado en la recuperaci¨®n de cad¨¢veres de fosas ocultas de la Guerra Civil o la apertura de juicio a conocidos torturadores policiales.
Hace pocos d¨ªas el enviado especial a Espa?a de uno de los peri¨®dicos m¨¢s importantes del Reino Unido confesaba que le produc¨ªa hartazgo informar sobre nuestro pa¨ªs. En un evidente retroceso, cada vez m¨¢s la referencia de sus art¨ªculos entroncaba con el franquismo. En su opini¨®n, en lugar de ir hacia un abandono de los referentes del pasado, se estaba produciendo lo contrario. La posici¨®n ideol¨®gica de la Guerra Civil de 1936 sintetizaba la actitud de muchos espa?oles sobre cualquier asunto de la actualidad, ya fuera pol¨ªtica, cultural o social. Percepci¨®n que por venir de alguien extranjero y documentado sobre nuestro pa¨ªs adquiere una dimensi¨®n m¨¢s preocupante.
La escalada termina con explosivos, como el que vol¨® la alcald¨ªa de Beade en Galicia, donde su titular representa otro de esos absurdos contrasentidos dentro de un partido democr¨¢tico. A su impunidad, que en cualquier otro pa¨ªs habr¨ªa sido cortada de ra¨ªz por sus superiores jer¨¢rquicos, se le enfrenta la de quienes se consideran legitimados para sumarle dinamita a su equivocada autoridad moral. La mayor¨ªa de la sociedad permanece pasiva y aguarda que los problemas se resuelvan como la lluvia, al paso de las nubes. Extra?o proceso hist¨®rico este de nuestro pa¨ªs, para asombro de ojos extranjeros. Incapaces de llegar a un acuerdo sobre el pasado, en lugar de avanzar cada zancada se estanca m¨¢s en un suelo de lodo.
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