?rase una vez una Palma en Turqu¨ªa

Si partimos de la base de que dos de los directores preferidos de Ingmar Bergman eran Michael Curtiz y Raoul Walsh, antag¨®nicos en su estilo de componer pel¨ªculas al del sueco, elucubrar ahora sobre qui¨¦n se ha impuesto a qui¨¦n resulta ciertamente complicado, y quiz¨¢ incluso inservible. El jurado, presidido por Jane Campion, ha otorgado la Palma de Oro del Festival de Cannes 2014 a la pel¨ªcula turca Winter sleep, pero el hecho es que el sensacional filme de Nuri Bilge Ceylan se ha impuesto en un a?o en el que, sin esa indiscutible obra maestra que pone a todos de acuerdo, hab¨ªa no menos de otras cinco grandes obras a los que no les hubiera quedado grande el prestigioso premio.

De todos modos, la pel¨ªcula de Ceylan, la m¨¢s larga del certamen, tres horas y cuarto, y disfrutada por este cr¨ªtico en el d¨ªa de ayer, cuando el festival repite las aspirantes a la Palma de Oro una tras otra, quiz¨¢ fuera en la que m¨¢s consenso hab¨ªa, a juzgar tanto por las ovaciones del p¨²blico en el Palais de la Croisette como, sobre todo, en la sala de prensa. No parece dif¨ªcil que su combinaci¨®n de grandeza visual y esmero narrativo haya encantado a ciertos miembros del jurado con un cine, en cierto modo, semejante, caso de la propia Campion y, sobre todo, del director chino Jia Zang-ke. De hecho, volviendo al inicio de la cr¨®nica, es decir, a Bergman, Winter sleep, el terremoto ¨¦tico vivido por un actor retirado que tiene un hotel para turistas en la zona rural y monta?osa de Anatolia, bien podr¨ªa ser una hipot¨¦tica pel¨ªcula del m¨ªtico director sueco si este hubiese nacido en la pen¨ªnsula turca; o la que hubiera podido hacer V¨ªctor Erice si hubiera podido continuar su carrera con cierta normalidad tras los triunfos de El esp¨ªritu de la colmena y El Sur; o, yendo m¨¢s all¨¢, la que hubiera podido hacer Dostoiesvski si no hubiera muerto antes del inicio del arte cinematogr¨¢fico. La pel¨ªcula de Ceylan habla de algunos de los grandes temas tratados por estos t¨®tems, de la vanidad al orgullo, de la soledad al aislamiento, de la intelectualidad a la religi¨®n, de la humillaci¨®n a la ira.

El filme se ha impuesto en un a?o sin grandes favoritos

Con un tratamiento de luz descomunal, y a base de largu¨ªsimas conversaciones filmadas de un modo tan natural y tan sencillo como potente en el apartado fotogr¨¢fico y en el dise?o de producci¨®n, Winter sleep se impuso as¨ª a trabajos sobresalientes que se han ido del certamen sin premio, caso de Dos d¨ªas, una noche, de los hermanos Dardenne, Sils Maria, de Olivier Assayas, e incluso The homesman, el sobrecogedor western antes de la ¨¦poca del llamado salvaje oeste que ha filmado el actor y director Tommy Lee Jones. El turco mejora as¨ª una carrera en la que ya se acumulaban, solo aqu¨ª en Cannes, el Gran Premio del Jurado, por Lejano (2003); el premio de la Cr¨ªtica, por Los climas (2006); el de mejor director, por Tres monos (2008), y de nuevo el Gran Premio del Jurado, por ?rase una vez en Anatolia (2011).

Dolan le ha dado un vuelco al cine rodando su obra en vertical

El galard¨®n al mejor actor, de los m¨¢s cantados, fue para Timothy Spall, por Mr. Turner, del brit¨¢nico Mike Leigh, por dar vida al volc¨¢n art¨ªstico y mental que ten¨ªa en su exterior e interior el pintor del siglo XIX Joseph Mallord William Turner, especializado en cuadros marinos. Con un trabajo f¨ªsico imponente, tanto en cuerpo, encorvado, como en rostro, mueca casi perpetua, y voz, a base de gru?idos casi de perro, Spall inici¨® ayer la que seguramente ser¨¢ una larga carrera de galardones este a?o.

El de actriz, sin embargo, fue una sorpresa relativa, porque no recay¨® en la gran favorita, Marion Cotillard en la pel¨ªcula de los hermanos Dardenne, sino en la estadounidense Juliane Moore, por Maps to the stars, de Cronenberg. A su neur¨®tica actriz de Hollywood en horas bajas poco o nada se le puede objetar, y menos en una int¨¦rprete tan enorme, salvo que su papel, pleno de intensidad en todo momento, tiene menos matices que el de Cotillard.

El galard¨®n a Jean-Luc Godard fue la decisi¨®n m¨¢s protestada

El ruso Andrei Zvyagintsev obtuvo un merecido premio al mejor gui¨®n, aunque cuando Campion recit¨® su nombre el director pareci¨® algo decepcionado, quiz¨¢ porque interiormente aspiraba a un premio a¨²n mayor por otra excelente obra, Leviathan: una demoledora visi¨®n de la Rusia actual, en la que parecen reinar la corrupci¨®n, la violencia y el vodka. Mientras, el estadounidense Benneth Miller, que ya ven¨ªa de una pel¨ªcula excepcional alrededor del mundo del deporte, Moneyball, obten¨ªa el premio al mejor director por Foxcatcher, ambientada en el mundo de la lucha libre ol¨ªmpica. Eso s¨ª, el galard¨®n m¨¢s sorprendente, al menos en la sala de prensa, fue el Gran Premio del Jurado para la italiana Le meraviglie, segundo largometraje de la joven realizadora Alice Rohrwacher, de 33 a?os, entregado por su compatriota Sophia Loren.

Fritz Lang dijo una vez tras la aparici¨®n del formato panor¨¢mico que ¡°el cinemascope no es para filmar a las personas, sino a las serpientes y los entierros¡±. La frase da una idea de las dificultades, y las reticencias, que tienen los cambios t¨¦cnicos y estrat¨¦gicos para imponerse entre el poder establecido de las artes. Y ahora el canadiense Xavier Dolan, de 25 a?os, le ha dado un vuelco al cine filmando una pel¨ªcula en vertical, Mommy, estrechando a¨²n m¨¢s la pantalla de lo que siempre se ha llamado el formato cuadrado; un formato que, parafraseando a Lang, podr¨ªa servir mejor para filmar fotos de boda en las que debe salir desde la punta de arriba del velo hasta el brillo de los zapatos.

El director de ¡®Leviathan¡¯ parec¨ªa decepcionado con el trofeo al guion

El jurado recompens¨® al jovenc¨ªsimo creador con el Premio del Jurado, ex aequo con la de Jean-Luc Godard, Adi¨®s al lenguaje, la decisi¨®n m¨¢s protestada de la tarde entre la prensa, y con raz¨®n, porque huele a galard¨®n a toda una vida. Un veredicto que, eso s¨ª, no es dif¨ªcil ver como un gui?o del jurado a la, seguramente, obra m¨¢s radical de este arte en los ¨²ltimos 50 a?os, y al nuevo ni?o terrible del cine mundial, al m¨¢s atrevido e insolente del certamen, lo que es maravilloso, aunque sea con una historia, tambi¨¦n escrita por Dolan, que, ya dentro de ese novedoso encuadre, cojea un tanto, sobre todo por su falta de complejidad, algo seguramente normal en alguien tan joven.

En una ceremonia presentada por Lambert Wilson, en la que entregaron premios Paz Vega y Daniel Br¨¹hl, las l¨¢grimas de Dolan, llorando como el ni?o que (casi) es, constituyeron otra de las im¨¢genes de la noche. L¨¢stima que Godard, de 83 a?os, no pudiera acercarse por Cannes a recoger su premio, porque la estampa del cr¨ªo y del anciano, de dos radicales sin freno, hubiera sido hist¨®rica.