El coreano volador y otras maravillas de la carpa
El festival internacional de circo de Figueres abre su mejor edici¨®n


Entro en la inmensa carpa en penumbra con el pelo revuelto por la tramontana y deslumbrado a causa de la luz de un d¨ªa resplandeciente y me doy de bruces literalmente con el portento. El jefe de pista anuncia que los trapecistas del Circo Nacional de Pyongyang van a intentar ?el cu¨¢druple salto mortal!, ¡°que no se ha hecho jam¨¢s en Espa?a¡±. Directamente sobre mi cabeza, nimbado por los focos, Kim Chol Guk, se lanza al vac¨ªo como un dardo verde, blanco y plata. Dada mi posici¨®n y teniendo en cuenta el rebote en la red, calculo que si falla lo puedo coger en brazos, como hizo con Pinito del Oro su esposo Juan de la Fuente. Claro que tomar en brazos a un trapecista norcoreano no es lo mismo, igual se desata una crisis internacional. Chol Guk gira en el aire all¨¢ arriba, una, dos, tres, ?cuatro! volteretas, parece que no hubiera tiempo material para hacerlas sin irse abajo, pero en el ¨²ltimo momento se agarra a los brazos del portador. ?Conseguido! Minutos despu¨¦s, la troupe, verdaderos Codona de ojos rasgados, descienden y empiezan a desmontar sus postes y cables, dejando un solitario trapecio que se mece en la b¨®veda del Grand Chapitel entre un vapor de sudor, polvo de magnesio y asombro. Esto es el circo, el mayor espect¨¢culo del mundo, ¡°donde la muerte est¨¢ constantemente pendiente de una cuerda ra¨ªda, un eslab¨®n d¨¦bil o un rastro de miedo¡±.
Estamos en los ensayos del Festival Internacional de Circo Ciudad de Figueres, que esta tarde a las 20.30 abre sus puertas al p¨²blico. Hasta el lunes re¨²ne en la poblaci¨®n gerundense a la flor y nata del mundo del circo. Un total de 82 artistas de 17 pa¨ªses con 24 atracciones nunca vistas en las pistas europeas y agrupadas en cuatro espect¨¢culos (con varias funciones) presentar¨¢n sus n¨²meros ante el p¨²blico ¡ªya hay 22.000 entradas vendidas¡ª y frente a un jurado internacional que decidir¨¢ los ganadores de los dalinianos elefantes de oro, plata y bronce que son los grandes premios del festival.
El alma mater de la convocatoria, que llega a su cuarta edici¨®n convertida en un referente del circo internacional, es Gen¨ªs Matabosch, director del festival, presidente de la Circus Art Foundation que lo organiza y jefe de pista. Matabosch luce ahora corbata y un elegante abrigo y no la chaqueta con cordones y alamares dorados. Parece desbordado. Me conduce por las entra?as del circo present¨¢ndome a artistas mientras no para de solucionar problemas de ¨²ltima hora. ¡°He duplicado las raciones de los caballos de la compa?¨ªa Muratov, grandes especialistas en volteo ecuestre, que acaban de llegar de gira de Bulgaria y obviamente no han comido mucho¡±, explica mientras pasamos, levantando faldones, de la gran carpa blanca central ¡ªuna maravilla de 14,5 metros de altura, cabida para 2.214 espectadores y visibilidad total gracias a su innovador sistema de m¨¢stiles en arcada exterior¡ª a las otras carpas auxiliares. En total hay dos carpas grandes, la Gran carpa y la carpa vest¨ªbulo donde est¨¢ la cafeter¨ªa para el p¨²blico y otros servicios, dos carpas para los artistas (camerinos, zonas de calentamiento, cantina de artistas) y otras dos auxiliares (sala Vip, sala de reuniones del jurado, sanitarios). Paramos para saludar a los caballos. Matabosch le da una zanahoria a Liechtenstein y yo acaricio a Romeo que parece mucho m¨¢s interesado en que le den una zanahoria.
¡°Hay mucha presi¨®n, todo el mundo quiere ganar¡±, revela el director mientras seguimos la visita por la ¡°torre de Babel¡± de la ¡°ciudad de carpas¡±, entre chicas que se estiran lo indecible, serios orientales que fuman en cuclillas, una orquesta francesa que ensaya, y unas pizpiretas acr¨®batas que se r¨ªen con la mano en la boca cuando cruzo ante ellas. ¡°Esto ya es lo m¨¢s prestigioso tras el festival de Montecarlo y un premio aqu¨ª abre muchas puertas¡±.
Los caballos de la 'truope' Muratov han sido los ¨²ltimos en llegar
Nos encontramos con Agostino Maltese, una de las estrellas del festival, que est¨¢ manipulando unos hierros. No unos cualquiera: son parte de su P¨¦ndulo de la Muerte. El joven venezolano anda preocupado porque le faltan piezas.
¡°El espect¨¢culo del lunes, que denominamos Oro y en el que act¨²an solo los premiados ser¨¢ el mejor de circo que se haya visto nunca en Espa?a¡±, asegura Matabosch. Le digo que se le pega el lenguaje superlativo del jefe de pista y sonr¨ªe. ¡°No, no, de verdad; tenemos cosas extraordinarias, los trapecistas norcoreanos, los antipodistas del mismo circo de Pyongyang, el malabarista bielorruso Pavel Yeusiukevich que hace un n¨²mero inspirado en Dal¨ª, la troupe rusa Trushian de saltadores en la b¨¢scula, el argentino Jonatan Riquelme con su rola-bola a¨¦reo, plataforma volante, Batuev, el mejor contorsionista masculino, o los caballistas del C¨¢ucaso que lidera Sergi Muratov, disc¨ªpulo del gran Tamerlan Nugzarov¡±. Me quedo masticando el nombre con sus ecos de rival de Miguel Strogoff. ¡°Muchos programadores vienen a ver el festival para fichar gente, como el Cirque du Soleil, que consigui¨® aqu¨ª una de las figuras de Kurios. Toda esta gente son fen¨®menos¡±.
La intenci¨®n es recuperar espectadores para el g¨¦nero
matabosch dice que su secreto es llevar en una mano el l¨¢tigo y la otra el extintor. ?Se identifica con el Matt Masters/John Wayne de El fabuloso mundo del circo o el Brad Braden/ Charlton Heston de El mayor espect¨¢culo del mundo? ¡°Los hombres solos nunca ganan batallas, ni John Wayne. El secreto est¨¢ en tener un buen equipo. En lo que si se parecen esas pel¨ªculas a la vida real de la pista es que el circo siempre es una aventura, con decirte que el 60 % del presupuesto del festival ha de salir de taquilla. Has de tener mucha sangre fr¨ªa, y no solo en el trapecio¡±.

Matabosch juzga que la situaci¨®n del circo es diferente en cada pa¨ªs. ¡°Pero en el nuestro est¨¢ especialmente mal. La intenci¨®n del festival es recuperar espectadores. El p¨²blico de circo est¨¢ muy desenga?ado por la baja calidad y el infantilismo de muchas de las propuestas que ha tenido que soportar. Cuesta convencerlo para que vuelva¡±.
El tema de los animales pone una mueca de disgusto en la cara de Matabosch. "Desgraciadamente en ese aspecto se est¨¢ criminalizando el circo. Y las historias m¨¢s bonitas de amor que conozco en el circo son precisamente entre hombre y animal". Bueno, tambi¨¦n est¨¢ el tri¨¢ngulo amoroso de Trapecio. El director contin¨²a: "En el circo el animal es uno m¨¢s de la familia". De las fieras apunta que el problema es b¨¢sicamente log¨ªstico. "Me gustar¨ªa tener alg¨²n n¨²mero, pero son muy caros¡±. Al respecto se?ala que el festival de Figueres tiene 600.000 euros de presupuesto, mientras que el de Montecarlo supera los cuatro millones.
EStamos hablando de payasos, ¡°lo m¨¢s dif¨ªcil de la programaci¨®n¡±, cuando el director atiende una llamada y se excusa por tener que salir corriendo. As¨ª que deambulo durante un buen rato por las carpas y acabo instal¨¢ndome solo en una silla de pista mientras el d¨²o Essence ¡ªlas ucranianas de largu¨ªsimas piernas Olena Kosiuchenko e Ievgeniia Potas¡ª ensayan su sensual y acrob¨¢tico n¨²mero de barra. No es solo por ellas, pero entre la luz azulada que inunda la carpa como un manto de aventura espesa y aterciopelada, con el fragor de los audaces jinetes a¨²n en el o¨ªdo y el agarre extremo de la mano en el trapecio todav¨ªa en la retina, es f¨¢cil dudar entre volver a casa o marcharse para siempre con el circo.
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