El cazador cazado
La obra ¡®Hard Candy¡¯, dirigida por Juli¨¢n Fuentes, subvierte las mitolog¨ªas del abuso infantil
Tras el nick de Lensman319 se oculta Jeff, un fot¨®grafo de 32 a?os. Tras el de Thonggrrrl14 est¨¢ Hayley, una ni?a de 14. Cuando ambos quedan tras semanas de ligoteo en la red, parece claro que el primero es el cazador y la segunda la presa. Pero los cuentos aqu¨ª tienen otro final, y el director teatral Juli¨¢n Fuentes Reta (Zaragoza, 1978), un discurso muy claro: ¡°Cambiando las historias que nos contamos a nosotros mismos podemos cambiar el mundo¡±. Por eso ha comenzado por el principio, por las narraciones infantiles. Su Hard Candy, versi¨®n del gui¨®n de Brian Nelson llevado al cine por David Slade en 2005, es una revisi¨®n violenta y cruda de Caperucita. Una que no teme al lobo.
El camino para llevar a escena esta f¨¢bula ha sido largo. La pieza se exhibe por primera vez al p¨²blico hasta el domingo en la madrile?a sala Lazonakubik (antes Kubik Fabrik) como parte del proceso de creaci¨®n, pero su estreno oficial ser¨¢ el 25 de junio en el Centro Dram¨¢tico Nacional. Fuentes es el conejillo de indias del nuevo proyecto del teatro, una serie de laboratorios desarrollados en esta sala del barrio perif¨¦rico de Usera que se exhibir¨¢n a lo grande en el Mar¨ªa Guerrero. Durante los ¨²ltimos tres meses, el joven director (Cuando deje de llover, El proyecto Laramie...) ha organizado talleres en torno al ¡°tab¨² del abuso a menores, que contiene el de la infancia, el sexo, y la muerte¡±, que han ido desde sesiones de investigaci¨®n sobre los Grimm o Andersen a aproximaciones al shibari, un arte japon¨¦s cercano al bondage que consiste en atar con cuerdas.
¡°Quer¨ªamos que el ambiente fuera tan emocional y explosivo como un cuento de hadas¡±, explica Fuentes tras la primera muestra a p¨²blico. En escena, una inmensa fotograf¨ªa a modo de tel¨®n, una mesa para examinar negativos, focos, una c¨¢mara de v¨ªdeo... y los restos de hora y media de representaci¨®n de la violencia f¨ªsica y psicol¨®gica m¨¢s descarnada. Los graves constantes de la m¨²sica, los tonos rojos y azulados, la crucifixi¨®n sui generis de Jeff (Agus Ruiz) y el f¨ªsico ani?ado de Olivia Delcan (una Hayley de 21 a?os que aparenta estar a¨²n en la ESO) construyen unas extra?as estampas g¨®ticas. El equipo ha huido de lo contempor¨¢neo: ¡°Busc¨¢bamos las ra¨ªces de la imagen y el mito. Lo primitivo¡±.
No ha sido f¨¢cil, cuenta Fuentes, llevar Hard Candy a las tablas. El proyecto rondaba desde hace a?os la cabeza del director y de su productora, incapaces de encontrar espacio de estreno. Su propuesta, m¨¢s agresiva que la del filme, espantaba a las salas comerciales, y el origen hollywoodiense del gui¨®n no convenc¨ªa a las alternativas. La espera y el proceso de investigaci¨®n final (con tiempo, espacio y dinero disponible gracias al sistema de residencias creado por Lazonakubik) han permitido desarrollar un elaborado discurso te¨®rico. ¡°Soy todas las ni?as que has observado, tocado, herido...¡±, afirma Hayley. La suya no es una venganza personal, sino un s¨ªmbolo. Lo explica el director: ¡°La violencia hacia los menores, y sobre todo hacia las ni?as, es un t¨®pico profundamente instaurado en la psique. Se disculpa, se admite. Ten¨ªamos una obsesi¨®n por ese hueco en torno a la violencia¡±.
Un vac¨ªo tan profundo que no existen datos oficiales recientes en Espa?a, aunque el Consejo de Europa se?ale que 7 de cada 10 casos de abusos a menores son cometidos por personas de su c¨ªrculo m¨¢s cercano. Para Fuentes, es una cuesti¨®n esencialmente pol¨ªtica: ¡°La crisis que vivimos es tambi¨¦n de nuestros fundamentos culturales. Es en estos momentos cuando vemos la hez de nuestra conciencia colectiva. Tenemos que ser capaces de se?alar que todo esto, la situaci¨®n econ¨®mica y social, es un horror... pero esto, que todos tapamos, tambi¨¦n¡±.
Hard Candy, de Brian Nelson, dirigida por Juli¨¢n Fuentes Reta. Int¨¦rpretes: Olivia Delcan y Agus Ruiz. Lazona Kubik, C/ Primitiva Ga?¨¢n, 5, Madrid. Hasta el 15 de marzo, 20.30.
Babelia
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