¡®Maitetxu m¨ªa¡¯ a ritmo flamenco

Maitetxu m¨ªa es una de las canciones populares vascas m¨¢s conocidas. Entonada por una cantaora flamenca acompa?ada de guitarra y zapateo de bailaores cobra una nueva dimensi¨®n. Menos nost¨¢lgica, m¨¢s tr¨¢gica. Y los pasos del aurresku (danza tradicional vasca) alcanzan matices inesperados cuando son reinterpretados por un core¨®grafo valenciano de vanguardia. Este tipo de simbiosis se est¨¢n viendo estos d¨ªas en la feria de artes esc¨¦nicas de San Sebasti¨¢n (dFeria): di¨¢logo entre artes, culturas y gentes. Es el esp¨ªritu que emana de la ciudad que este a?o es capital cultural europea, cuyo lema Conversaciones impregna tambi¨¦n el certamen.

La versi¨®n desgarrada de Maitetxu m¨ªa arranc¨® suspiros el martes en el estreno de Dantzari, obra en la que el bailaor Jes¨²s Herrera sintetiza las dos culturas que marcan su vida: la vasca (naci¨® en San Sebasti¨¢n) y la flamenca (se fue al sur para aprender ese baile). Apenas tres horas despu¨¦s, sin tiempo para un respiro, las danzas de inspiraci¨®n vasca inventadas por el cor¨¦ografo valenciano Marcos Morau para el espect¨¢culo Oskara, en colaboraci¨®n con la compa?¨ªa donostiarra Kukai, conmovieron por su belleza.

La agenda de dFeria es apretada y es habitual ver al centenar de programadores teatrales llegados de otras ciudades apurando el paso por las calles de San Sebasti¨¢n para ver el m¨¢ximo n¨²mero posible de espect¨¢culos. Hasta 31 producciones de teatro o danza de compa?¨ªas vascas, del resto de Espa?a y extranjeras se exhiben desde el lunes hasta este jueves. Entre ellas destac¨® en la primera jornada la obra Eroski-Para¨ªso, el primer trabajo que presenta el colectivo gallego Ch¨¦vere despu¨¦s de recibir en 2014 el Premio Nacional de Teatro. Un montaje fiel al esp¨ªritu cr¨ªtico que no ha abandonado este grupo desde su fundaci¨®n, hace ya 28 a?os, y que parte de un hecho real para construir una met¨¢fora sobre el desmoronamiento del Estado del bienestar: la desaparici¨®n de la antigua sala de fiestas Para¨ªso, que funcion¨® en el pueblo de Muros (A Coru?a) entre 1972 y 1990, y su posterior transformaci¨®n en un supermercado.

Otra compa?¨ªa veterana, Tanttaka (una instituci¨®n en San Sebasti¨¢n), exhibe dos nuevos trabajos en la feria. Por un lado, una peque?a producci¨®n sobre la homofobia y el acoso escolar titulada Un beso, inspirada en una novela del italiano Iv¨¢n Cotroneo. Y por otro, un t¨ªtulo llamado a convertirse en el taquillazo de los pr¨®ximos meses: la versi¨®n femenina del espect¨¢culo que hizo popular a este grupo en toda Espa?a, El florido pensil, hace justo 20 a?os. Con la misma estructura que entonces, los directores Fernando Bernu¨¦s y Mireia Gabilondo proponen un regreso cat¨¢rtico a las escuelas del franquismo para recordarnos que no hace tanto las mujeres en Espa?a eran educadas para ser esposas sumisas, madres entregadas y cat¨®licas fervientes.

Para este jueves est¨¢ programado otro montaje que tambi¨¦n puede ser una de las sensaciones de este temporada, que acumula seis candidaturas a los Max. Libertino, estrenado el pasado octubre en el Festival Iberoamericano de C¨¢diz, encaja a la perfecci¨®n con el lema Conversaciones de la capital cultural, pues surge de la colaboraci¨®n entre un dramaturgo y actor catal¨¢n, Fernando Mansilla, los bailaores Marco Vargas y Chlo¨¦ Br¨´l¨¦ y el cantaor Juan Jos¨¦ Amador. El resultado es un espect¨¢culo mestizo, en el que cabe desde el flamenco hasta el rock, que habla de la libertad: la libertad en la creaci¨®n y en la vida.

Hablando de conversaciones: la que establece el core¨®grafo catal¨¢n Cesc Gelabert entre la danza y el f¨²tbol en su espect¨¢culo Foot-ball es extraordinaria. Aunque no surgi¨® en el marco de la capitalidad cultural de San Sebasti¨¢n, pues fue estrenada hace un a?o, esta obra parece pensada para ser representada en esta ciudad este a?o. Gelabert, gran aficionado del Bar?a, convierte en pasos de baile los movimientos de sus jugadas favoritas y mezcla ambas cosas en el escenario: la danza sobre las tablas, los futbolistas en una pantalla.

El f¨²tbol, omnipresente en la vida cotidiana, tambi¨¦n inspira otra obra incluida en el programa de dFeria: Fuera de juego, de la compa?¨ªa vasca Borobil, una comedia que destapa las frustraciones escondidas detr¨¢s de la obsesi¨®n por la victoria de dos entrenadores de equipos infantiles rivales.