Fet¨¦n Fet¨¦n, un viaje con aire porte?o a los a?os veinte

Fet¨¦n Fet¨¦n asegura que cada una de las canciones de su nuevo disco es un viaje. M¨¢s all¨¢ de la poes¨ªa en la frase, es una afirmaci¨®n real. Cantares contiene una docena de temas a cu¨¢l m¨¢s envolvente. Suenan a tango, a milonga, a cabar¨¦. Jorge Arribas y Diego Galaz deambulan por los a?os 20. No les hac¨ªa falta, pero con su nuevo disco han redondeado su m¨²sica instrumental, acompa?¨¢ndola de exquisitas voces como la de Jorge Drexler, Julieta Venegas, Natalia Lafourcade, Fito Cabrales y Andr¨¦s Su¨¢rez.

Canciones mimadas al mil¨ªmetro, "hechas a medida del artista que la iba a interpretar", se?ala Galaz. Consideran todas ellas un regalo, aunque creen que hay alguna que puede sorprender especialmente. Intentan no mojarse, pero acaban haci¨¦ndolo. "Que Julieta Venegas cante un pasodoble es muy curioso. O que Jorge Drexler con las agendas que tiene haya podido colaborar... Lo sentimos igual de regalo que todos, pero nos hizo mucha ilusi¨®n". Tambi¨¦n les sorprendi¨® "la escucha de Arnaldo Ant¨²nez que canta Alegr¨ªa, por la tesitura. Tiene un canto muy grave y muy profundo y llama un poco m¨¢s la atenci¨®n", cuenta Gamez, que prosigue se?alando el punto artesanal que tiene Cantares. "Cuando vas haciendo un disco de este tipo, con mucha pausa, lo vas creando poco a poco, sabore¨¢ndolo. Han sido casi dos a?os, no est¨¢ hecho tan a lo loco. En ¨¦l todo tiene un sentido".

La oportunidad les lleg¨® por pura casualidad en una gira por Buenos Aires en 2013. "Est¨¢bamos tocando en garitos para 50 personas, y all¨ª Sebasti¨¢n Schon nos escuch¨®", recuerda Arribas. Schon, que se convertir¨ªa m¨¢s adelante en letrista y productor de Cantares, le puso letra al Vals para Amelia, una canci¨®n que Diego Galaz le hab¨ªa compuesto a su madre. Esa canci¨®n les hizo darse cuenta que "les faltaba algo, porque nuestras melod¨ªas se pod¨ªan cantar".

De la aportaci¨®n de Schon deriva el aire porte?o del disco. "Las canciones tienen mucho de acorde¨®n, que puede recordar a un bandone¨®n, y tambi¨¦n colaboran muchos artistas latinos. Si se mezclan esos timbres y el viol¨ªn trompeta que toca Diego, un instrumento de algunos violinistas argentinos, desemboca en la magia argentina que desprende el trabajo", apunta Arribas. Su compa?ero lo corrige. "No es un viol¨ªn trompeta, es un viol¨ªn corneta. Un gram¨®fono de los a?os 20".

Ese instrumento es otra de las particularidades del d¨²o, que domina todo tipo de ins¨®litas herramientas con musicalidad. "La gente se sorprende y luego sonr¨ªe, porque se dan cuenta de que los transporta directamente a la d¨¦cada de los 20", comenta Galaz. "Todo el mundo ha visto un serrucho. Lo sorprendente es que cuando cambias las cosas un poco de su lugar habitual, nos dan un poco de miedo porque no sabemos que va a acontecer". Aunque a ellos lo que les llama la atenci¨®n es que la gente fotograf¨ªe un serrucho. "El p¨²blico en los conciertos con esos instrumentos cambiados de rol se traslada directamente a la infancia, porque sacan esa parte que casi todos los mayores hemos perdido, la de sorprendernos con cosas tan infantiles como ver a alguien tocando un serrucho", teoriza Diego Galaz.

Dan imagen de ser unos artistas ecl¨¦cticos. Y lo son. Solo se resisten, de momento, a animarse a ser ellos mismos quienes les pongan voz a sus melod¨ªas. "Con nuestro trabajo queremos reivindicar tambi¨¦n los oficios de la m¨²sica", defiende Galaz. "Cantar es una responsabilidad, y, a pesar de todas las est¨¦ticas y los gustos, todo el mundo sabe decir cuando alguien canta bien y cuando alguien canta mal. Te puede gustar algo m¨¢s o menos, pero por esa objetividad reconocemos que hay gente que lo hace mejor que nosotros, y hay que echarse al lado y hacer tu trabajo, zapatero a tus zapatos". Jorge Arribas completa la reflexi¨®n de su compa?ero. "A nosotros nos gusta la m¨²sica instrumental, aunque, cuando vives algo en la vida que te marca, las etapas del camino te hacen ir modificando. Y esta que estamos viviendo es una gran etapa".