El precursor sin pedestal
Mart¨ªn Caparr¨®s escribe fascinado una novela biogr¨¢fica del escritor y pol¨ªtico argentino Esteban Echeverr¨ªa en las lindes de lo probable y lo veros¨ªmil
Borges ya se?al¨®, en El escritor argentino y la tradici¨®n, que la tradici¨®n argentina ¡°es toda la cultura occidental¡±. Como en tantos escritores argentinos, en la impredecible obra de Mart¨ªn Caparr¨®s se cumple la famosa aseveraci¨®n. Una obra de una prolijidad igualmente atenta a la imaginaci¨®n que al prop¨®sito de la cr¨®nica. La prosa de Caparr¨®s posee una formidable ductilidad. Incluso con sus obstinados vericuetos, en sus vueltas atr¨¢s para restaurar lo obvio, a veces en el l¨ªmite de la redundancia, su escritura parece estimulada por una eficaz variaci¨®n en busca de un tono preciso.
Con Echeverr¨ªa se ha lanzado a escribir una novela que sea a la vez una biograf¨ªa del escritor y pol¨ªtico argentino Esteban Echeverr¨ªa (1805-1851), en las lindes de lo probable y lo veros¨ªmil. Autor de poemas hoy indigeribles, con un cuento bosquejado, muy violento (¡®El matadero¡¯, publicado p¨®stumamente), de obligada lectura en las escuelas, a Echeverr¨ªa se le atribuye el designio de fundar una literatura que arraigara en identidad nacional, sin concordar la modernidad con el surgimiento de una naci¨®n, apelando a elementos arcaicos y rechazando la tradici¨®n espa?ola. Un af¨¢n que hubiera necesitado de mejor suerte y del genio no concedido por el cielo. Muy conocido en Argentina, con muchas calles que llevan su nombre (¡°las personas, cuando se vuelven calle¡±, dice Caparr¨®s, ¡°se deshacen de todo lo que fueron¡±), su figura es de repertorio, pero conforma el origen de la literatura argentina, y Caparr¨®s aborda al personaje con fascinaci¨®n engorrosa, pero fascinaci¨®n al cabo, de una ins¨®lita desmesura que ni siquiera con el fracaso adquiri¨® aura de leyenda.
Caparr¨®s nos presenta, en las primeras p¨¢ginas, a un joven Echeverr¨ªa en una estampa rom¨¢ntica, a punto de pegarse un tiro. Se sobrepone a la tentaci¨®n, y su vida dar¨¢ el giro que vincular¨¢ su nombre a la patria. Pero esta es una biograf¨ªa no s¨®lo de hechos, sino de conjeturas, y el novelista se incorpora a la narraci¨®n en las secciones llamadas ¡®Problemas¡¯, lo m¨¢s sustancial del libro, que propone una lectura indagatoria, no conforme con la informaci¨®n, pues ¡°lo propio de la informaci¨®n¡±, dice Caparr¨®s, ¡°es disiparse¡±. De manera que invita al lector a una sinuosa traves¨ªa por la pedrer¨ªa de un gran hombre, m¨¢s tenaz que eficiente, cuya actitud pol¨ªtica y literaria apenas alcanz¨® para unos pocos momentos de gloria.
Adem¨¢s de las intrigas pol¨ªticas y su recalcitrante oposici¨®n al brigadier Rosas, que lo llevar¨¢ al exilio en Montevideo (donde morir¨¢ debilitado y pobre), la novela proyecta una luz sombr¨ªa sobre la misi¨®n a la que se entrega Echeverr¨ªa. Una luz que no consigue alzar su estatura, pero que supone una introspecci¨®n muy perfilada de su constituci¨®n an¨ªmica, de sus indecisiones y entusiasmos, lo que remite al artista confrontado a una expresi¨®n enquistada en un anacronismo que har¨ªa de su obra un precedente sin trascendencia. Y de ah¨ª se desprende acaso la melancol¨ªa que subvierte la energ¨ªa de la literatura argentina. Caparr¨®s concede a Echeverr¨ªa, no obstante, el m¨¦rito m¨¢s po¨¦tico que pol¨ªtico de haber sido antiperonista antes de la existencia de Per¨®n. No es un m¨¦rito menor.
Echeverr¨ªa. Mart¨ªn Caparr¨®s. Anagrama. Barcelona, 2016. 376 p¨¢ginas. 21,90 euros
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