?Qu¨¦ leen por placer los que siempre leen por trabajo?
Liberados durante algunas semanas de la obligaci¨®n de seleccionar libros para sus respetivos cat¨¢logos, los editores confiesan sus lecturas estivales
Dej¨® escrito Confucio que si eliges un trabajo que te guste no tendr¨¢s que trabajar ni un d¨ªa de tu vida. Pero tampoco hay que pasarse. Ah¨ª va otra cita: ¡°Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud¡±. Es de M¨¢ximo Gorki, y el trabajo de editor conjuga las dos proposiciones de la sentencia.
El editor se hace editor, claro, por amor a la palabra, pero la imposici¨®n lectora que demanda el cargo bordea el riesgo de que la obligaci¨®n se coma al placer. En el d¨ªa a d¨ªa del editor todo son manuscritos, pruebas y galeradas. P¨¢rrafos y m¨¢s p¨¢rrafos que podemos descomponer en frases, que podemos descomponer en palabras. ?Cu¨¢ntas lee un editor a lo largo de un a?o laboral? ?Miles? ?Millones? En vacaciones los editores ven pel¨ªculas y buscan refugio en la playa o la monta?a como el resto de mortales, pero no renuncian a la pasi¨®n vertebradora de su vida, la lectura.
Le preguntamos a algunos de los principales editores de Espa?a cu¨¢l es ese libro (o esos libros) que se reservan para las vacaciones, para beb¨¦rselos en sus d¨ªas libres, lejos de las obligaciones del trabajo. Bombazos de la competencia, lecturas obligadas de juventud que se escaparon en su d¨ªa, buenas novelas refrendadas de forma un¨¢nime por la cr¨ªtica. Tambi¨¦n quedan los cl¨¢sicos, de los que muchos apuntan que les devuelven a la senda centrada de la que a veces les sacan tanta novedad literaria y cuya lectura m¨¢s pausada requiere de unos cuantos d¨ªas a ritmo contenido lejos del mundanal ruido.
Desfilan por sus listas veraniegas nombres como Lucia Berlin, Dennis Lehane, Elena Ferrante, Angelika Schrobsdorff o Stephen King en el apartado de narrativa; Charles Dickens, Marcel Proust o Thomas Mann del lado de los cl¨¢sicos, y J¨¹rgen Habermas o Friedrich Nietzsche en el terreno de la filosof¨ªa. Sin olvidar la poes¨ªa o los libros de viajes. Un ?oasis hasta que llegue el momento de volver al trabajo. Un momento sin tanta queja porque, para terminar con otra gran sentencia que abunda en lo ya dicho, ¡°dichoso es aquel que mantiene una profesi¨®n que coincide con su afici¨®n¡±, George Bernard Shaw dixit.
Elena Ram¨ªrez (Seix barral): Cada a?o, un Murakami
Este verano quiero leer Los vivos y los muertos, una novela de Joy Williams, una escritora que me apasiona como cuentista y que Don DeLillo me ha recomendado mucho; leer¨¦ Prodigals, un fant¨¢stico libro de cuentos de Greg Jackson que me descubri¨® el escritor Rodrigo Fres¨¢n; El elefante desa?parece, de Haruki Murakami, porque cada verano cae un libro suyo, y finalmente Cr¨®nicas del desamor, de Elena Ferrante, porque tras la tetralog¨ªa me he quedado con ganas de m¨¢s. Pero no dejar¨¦ de lado la sana costumbre de revisitar lecturas, y no descarto seguir la iniciativa de mi t¨ªa, que quiere veranear con Flaubert.
Manuel Borr¨¢s (Pre-Textos): Thomas Mann y viceversa
Para mi actividad lectora en vacaciones tendr¨ªa que usarse la palabra releer, pero a m¨ª es una palabra que no me gusta nada, porque considero que los libros no se releen, sino que se leen por primera vez de nuevo. Los Di¨¢logos de Plat¨®n, En busca del tiempo perdido¡ son algunas de las lecturas que he vuelto a frecuentar los ¨²ltimos veranos, que desgraciadamente han acabado invadidos, casi colonizados, por lecturas relacionadas con el trabajo editorial. Para este a?o quiero volver con Thomas Mann, pero dudo entre Los Buddenbrook y el Doctor Faustus, aunque creo que ganar¨¢ el primero.
Ofelia Grande (Siruela): Del cine a Dennis Lehane
Por ahora tengo preparados tres libros. Despu¨¦s ir¨¦ improvisando seg¨²n las recomendaciones de Xaime Corral, librero de Sanxenxo, donde estar¨¦ en verano. El primero que leer¨¦ ser¨¢ Un amor que destruye ciudades, de Eileen Chang, recomendado por Luis Solano, editor de Libros del Asteroide. Otro es Mystic River, de Dennis Lehane. No lo hab¨ªa le¨ªdo, y despu¨¦s de ver hace d¨ªas la pel¨ªcula de Clint Eastwood me qued¨¦ impresionada. Por ¨²ltimo, me han regalado El libro de los Baltimore, de Jo?l Dicker. En su momento le¨ª muy enganchada La verdad sobre el caso Harry Quebert y me apetece continuar con la historia.
Joan Tarrida (Galaxia Gutenberg): Autores de casas ajenas
Los editores pasamos casi todo el tiempo leyendo los libros que editamos y los que decidimos no editar. Solo con estos, en mi caso, pueden ser m¨¢s de 150 al a?o. En vacaciones, me concentro en libros de las editoriales que me interesan y que tengan relaci¨®n con los lugares donde voy: este a?o son libros de Impedimenta (Cartarescu, Weil), Anagrama (Carr¨¨re), Libros del Asteroide (B¨¢nffy), Perif¨¦rica (Schrobsdorff), Acantilado (Krasznahorkai), recomendados por los mismos editores o por amigos libreros. Y libros de autores de la zona que visito no publicados en castellano y que puedo leer en otros idiomas.
Pilar ?lvarez (Turner): Electr¨®nica Pardo Baz¨¢n
Soy editora de no ficci¨®n, y para el verano me guardo las novelas. Mejor a¨²n, los novelones. Este a?o, La decisi¨®n de Sophie, de William Styron, en la preciosa edici¨®n reciente de Navona-Ine?ludibles; y Los pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Baz¨¢n (un e-book gratuito), que me gustar¨ªa m¨¢s decir que he rele¨ªdo. Y siempre, algo de Stephen King en bolsillo: el de ahora es It, en ingl¨¦s, que se acerca bastante a mi idea del libro perfecto: tiene unas 1.000 p¨¢ginas, no entiendo la mitad de su jerga y da verdadero p¨¢nico. Ninguno de ellos tiene nada que ver con mi trabajo¡, creo.
Jorge Herralde (Anagrama): Tiempo de silencio
La lectura de manuscritos de nuestros premios de ensayo y de novela me complica el verano. Y recordar¨¦ aquel a?o glorioso en que le¨ª La Recherche, de Proust, en La Pl¨¦iade. Pero me propongo leer la muy copiosa correspondencia entre Joan Sales y Merc¨¦ Rodoreda: dos grandes escritores hablando apasionadamente de literatura y tambi¨¦n de avatares editoriales (Sales fue el fundador de la prestigiosa Club Editor), configurando as¨ª un imprescindible retrato cultural de una ¨¦poca. Y dos novelas que, en su d¨ªa, me impresionaron: Tiempo de silencio, de Luis Mart¨ªn-Santos, y Las afueras, de un jovenc¨ªsimo Luis Goytisolo.
Irene Ant¨®n (Errata Naturae): Nietzsche, viajero
En verano me ocupo tambi¨¦n de textos que finalmente ser¨¢n publicados por mi editorial, pero aprovechar¨¦ para acercarme, entre otros, al ¨²ltimo de Vicente Valero, Las transiciones ¡ªsus dos anteriores, Los extra?os y El arte de la fuga, me gustaron mucho¡ª, y a El viaje de Nietzsche a Sorrent, de Paolo D¡¯Iorio, que trata de uno de los fil¨®sofos fundamentales en mi formaci¨®n. Y no pude hacerlo antes, pero quiero leer ya un tomazo como La Rep¨²blica de Weimar. Una democracia ina?cabada, de Horst M?ller: esa ¨¦poca de la historia y de la cultura me fascina, y hay un buen n¨²mero de libros de Errata Naturae conectados con ella.
Pere Sureda (Navona): Ni un pelo de tonto
Este verano, tengo lecturas bastante ecl¨¦cticas, ya seleccionadas de antes. Ni un pelo de tonto y Everybody¡¯s Fool, que traducimos como Tonto de remate, de Richard Russo. Uno ser¨¢ la segunda lectura y el otro es la novedad que lanzo en noviembre. Pero en ambos casos no los leo ¡°profesionalmente¡±, sino porque las aventuras de Sully me parecen fascinantes. Tambi¨¦n me dar¨¢ tiempo a volver a Yann Martel, del que leer¨¦ The High Mountains of Portugal, su m¨¢s reciente novela. Y tengo la sana costumbre de leerme al menos un cl¨¢sico: este a?o ser¨¢ Los demonios, de Dostoievski.
Valeria Bergalli (Min¨²scula): Ante todo, Gombrowicz
Como en los ¨²ltimos dos o tres a?os he experimentado cierta frustraci¨®n tras varios intentos fallidos ¡ªpor falta de tiempo, el verano pasa en un soplo¡ª de volver a algunos libros que le¨ª de joven y que quisiera releer ¡ª ciertos cuentos de Borges y de Isak Dinesen; Pedro P¨¢ramo, de Rulfo; Stendhal (La cartuja de Parma o Rojo y negro); Conrad (La l¨ªnea de sombra, El agente secreto)¡ª, en esta ocasi¨®n he decidido reducir al m¨ªnimo los deseos de relectura. Creo que me dar¨ªa por muy satisfecha si las lecturas por trabajo me permitieran, al menos, releer algo de Conrad. Ahora bien, a lo que no pienso renunciar es al Diario de Gombrowicz.
Chus Visor (Visor): M¨¦xico en los a?os treinta
Para el verano tengo dos relecturas. Por una parte, Viva, de Patrick Deville. Es un libro que le¨ª, pero que ahora quiero releer con calma, porque es m¨¢s profundo de lo que pens¨¦ en un primer momento: ese M¨¦xico de los a?os treinta, con Trotski, Malcolm Lowry, Frida Kahlo¡, una serie de actores que me interesan sobremanera. Por otra, Un lector llamado Federico Garc¨ªa Lorca, de Luis Garc¨ªa Montero. Este lo le¨ª en la Feria del Libro, y en la feria se lee m¨¢s¡ como peor. Finalmente, Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin. Es un libro del que todo el mundo me ha hablado fant¨¢sticamente.
Anik Lapointe (Salamandra): Esp¨ªas, esp¨ªas y m¨¢s esp¨ªas
Este verano mis lecturas van en torno a uno de mis temas predilectos: el espionaje, y la literatura de espionaje. Son libros que descubro hurgando en librer¨ªas. En general guardo los libros largos, que no considero aptos para la playa ni los desplazamientos, para el momento m¨¢s pl¨¢cido de las vacaciones. Este verano, por ejemplo, pienso devorar las m¨¢s de 600 p¨¢ginas de la biograf¨ªa de John Le Carr¨¦ que ha escrito Adam Sisman, y tengo tres libros de reserva si quiero profundizar m¨¢s: Agents secrets dans la Grande Guerre, Agents secrets dans la Guerre froide y finalmente Agents secrets face ¨¤ l¡¯Europe nazie.
Jan Mart¨ª (Blackie Books): Viva la filosof¨ªa viva
Este verano me apetece volver a mis a?os universitarios y leer sobre cuestiones de filosof¨ªa que siempre me interesaron. Tengo ganas de leer La resistencia ¨ªntima, de Josep M. Esquirol. Lo tuve de profesor, y siempre le agradecer¨¦ que me explicara a L¨¦vinas y su ¨¦tica basada en la responsabilidad (entrega) frente al otro. Me marc¨®. Tambi¨¦n me apetece leer el ¨²ltimo libro de Marina Garc¨¦s, Filosof¨ªa inacabada, de quien he le¨ªdo entrevistas estupendas. La filosof¨ªa sigue siendo algo vivo y cercano a la realidad, algo que ya experiment¨¦ en la universidad. Probablemente me den ganas de volver a hacer la carrera.
Valeria Ciompi (Alianza): Proust, como siempre
Todos los veranos vuelvo a En busca del tiempo perdido. Eso s¨ª, en franc¨¦s, a pesar de que tenemos en Alianza una excelente traducci¨®n. Un libro que, como tantos, lees demasiado joven, y luego tiene siempre cosas nuevas por descubrir. Tambi¨¦n quiero leer a J¨¹rgen Habermas en serio. Estoy, y creo que la sociedad entera est¨¢, muy necesitada de filosof¨ªa. Muchas veces sientes que mucha de la literatura de hoy es mim¨¦tica, y crees haber perdido el gusto. Por eso es importante volver a los cl¨¢sicos. El a?o pasado le¨ª la An¨¢basis, de Jenofonte, que es el mejor libro de autoayuda posible.
Claudio L¨®pez (Random House): Un cl¨¢sico en voz alta
Cada verano mi pareja y yo nos leemos un cl¨¢sico en voz alta. Este a?o toca David Copperfield, de Charles Dickens. Estoy empe?ado en releer la poes¨ªa de T. S. Eliot (retraducida por Andreu Jaume) en paralelo con las 1.000 p¨¢ginas de notas de la nueva edici¨®n de Faber. Tambi¨¦n una biograf¨ªa. Dudo entre la de Freud de ?lisabeth Roudinesco y la de Wittgenstein de Ray Monk. Y un libro que siempre he querido leer: Walden, de Thoreau. Y tres autores de la casa: Lucia Berlin, Natalia Ginzburg y Sergio del Molino. Con un plan tan ambicioso, espero que me sobre tiempo para lo nuevo de Stephen King.
Pilar Reyes (Alfaguara): Halcones y poetas ¡®beat¡¯
La virtud de los grandes libros es hacernos interesar en cosas que antes solo nos produc¨ªan indiferencia. La cetrer¨ªa no me dice nada especial, pero me han dicho que H de halc¨®n es uno de esos libros que altera a fondo nuestra perspectiva para pensar la relaci¨®n entre animales y humanos. Crueldad, moral, violencia, belleza¡ Tengo gran expectativa en su lectura. Tambi¨¦n Personajes secundarios: sobre la beat Joyce Johnson, quien fuera pareja de Jack Kerouac; En movimiento, de Oliver Sachs; Jud¨ªos errantes, de Joseph Roth, y releer¨¦ Coraz¨®n tan blanco, de Javier Mar¨ªas, para preparar una edici¨®n del 25? aniversario.
Juan Cerezo (Tusquets): M¨¢s de lo que acabo leyendo
Suelo cargar la maleta con m¨¢s libros de los que al final acabo leyendo, porque todos los editores tenemos manuscritos pendientes o retrasados, o adelantos de lo que publicaremos en 2017 (un nuevo Connolly, un nuevo M¨¢rkaris, parte de la nueva novela de Almudena Grandes). Aun as¨ª, me llevo La Espa?a vac¨ªa, de Sergio del Molino, y dos novelas reservadas desde la Feria de Madrid: T¨² no eres como las otras madres, de Angelika Schrobsdorff, y La amiga estupenda, el primer libro de la tetralog¨ªa de Elena Ferrante. Creo que el agosto se me va a hacer muy corto.
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