La paradoja de Waterloo
La f¨ªsica actual nos permite viajar al futuro sin ninguna contradicci¨®n filos¨®fica, pero no volver al pasado
La paradoja es alimento para la mente, y ninguna paradoja la alimenta m¨¢s que un viaje en el tiempo. En un sentido metaf¨®rico, viajar al pasado ha sido siempre la ocupaci¨®n del historiador, el evolucionista y el cosm¨®logo, y viajar al futuro viene a ser la profesi¨®n del soci¨®logo. Pero viajar en el tiempo de verdad, sin met¨¢foras, es la fuente de las paradojas m¨¢s abisales y fruct¨ªferas de la historia del conocimiento.
Imagina que eres un colega de Einstein en la oficina de patentes de Berna, justo en 1905, cuando Einstein descubre la f¨®rmula E=mc2 que rige la energ¨ªa nuclear. Robas la f¨®rmula por la noche y viajas al pasado para ense?¨¢rsela a Napole¨®n Bonaparte, lo que le permite ganar la batalla de Waterloo con un ataque nuclear sobre las posiciones del mariscal Gebhard Leberecht von Bl¨¹cher y del duque de Wellington. En el futuro, all¨¢ por 1905, el joven Einstein lee un libro que le hab¨ªa dejado su t¨ªo y descubre all¨ª la ecuaci¨®n E=mc2 que le dar¨ªa la fama unos a?os despu¨¦s.
Algo va mal aqu¨ª, ?no? No es solo que Napole¨®n ganara Waterloo haciendo trampas. Es que nadie ha descubierto la f¨®rmula E=mc2, y por tanto una de las piezas centrales de nuestro conocimiento sobre el mundo nos ha llovido del cielo, sin que la haya descubierto Einstein, Napole¨®n ni el mism¨ªsimo Dios Padre, que hasta 1905 cre¨ªa ¡ªcomo todos¡ª que la materia (m) y la energ¨ªa (E) ten¨ªan tanta relaci¨®n como la velocidad con el tocino. Hay muchas versiones de la paradoja del tiempo. Qu¨¦ pasar¨ªa si viajaras al pasado y evitaras que se conocieran tus padres, ?Qu¨¦ bello es vivir! de Frank Capra y las varias entregas de Terminator, entre otras. Pero el problema del argumento est¨¢ siempre en el mismo escollo: ?Qui¨¦n invent¨® la f¨®rmula? La respuesta es nadie. Y eso es la ruina de la carrera de un guionista, ?no creen?
La f¨ªsica actual nos permite viajar al futuro sin ninguna contradicci¨®n filos¨®fica: cuando uno viaja muy deprisa, el tiempo discurre m¨¢s lento para ¨¦l. De modo que, si te montas en tu cohete y te das un garbeo a velocidades pr¨®ximas a la de la luz, cuando vuelvas a la Tierra habr¨¢n pasado cinco a?os para ti, y cien para la Tierra. Habr¨¢s, por lo tanto, viajado al futuro. Pero no te molestes en robar la f¨®rmula de la Teor¨ªa del todo, que seguramente ya se habr¨¢ descubierto para entonces, porque no vas a poder volver a 2016 para revolucionar la f¨ªsica. La ciencia ya sabe viajar al futuro, pero no volver al pasado. Dan ganas de devolver el aparato, ?verdad?
Un argumento profundo contra el viaje al pasado es el siguiente: si fuera posible, los tipos del futuro ya estar¨ªan aqu¨ª, ?no? ?Ustedes los ven?
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