¡®La peste¡¯, la corrupta belleza de Sevilla

Hubo una ¨¦poca en la que Sevilla fue el centro del mundo. Toneladas de plata llegadas de las Am¨¦ricas entraron a Europa por su puerto en plena ¨¦poca renacentista. La ciudad se ampli¨®, con una gran catedral, una universidad, iglesias, la Casa Consistorial e innumerables edificios que se enmara?aron con estrechas calles de trazado isl¨¢mico. La riqueza se mezclaba con la miseria y el brillo de los metales preciosos se matizaba con la basura de las calles. Sevilla en el siglo XVI fue un lugar y una ¨¦poca de grandeza y pobreza a la vez. Un momento en el que la peste lleg¨® en plena primavera, cuando todo parece m¨¢s hermoso. As¨ª se ver¨¢ a finales de a?o en la serie La peste, dirigida por el cineasta Alberto Rodr¨ªguez (ganador del Goya por La isla m¨ªnima), cuyo rodaje ha finalizado este mes en la provincia andaluza.

"Si hici¨¦ramos un ejercicio de arqueolog¨ªa emocional, probablemente reconocer¨ªamos parte de nuestro car¨¢cter e idiosincrasia en esa ¨¦poca. Para un sevillano, esta ciudad sigue siendo el centro del mundo", cuenta el guionista Rafael Cobos. "La serie pone el acento en muchas ocasiones sobre lo que no conocemos que fuimos, que eso tambi¨¦n es interesante", remata. Invitado por Movistar +, EL PA?S visit¨® a mediados de mayo el rodaje de La peste en dos localidades sevillanas, Carmona y Alcal¨¢ de Guada¨ªra. En la primera, los 4.000 metros cuadrados del abandonado convento de La Concepci¨®n se han convertido en las estrechas calles de la fortaleza de Sevilla. En la segunda, una hacienda, con su albero y sus tejas, y rodeada por naranjos, da lugar a un f¨¢brica de a?il. Un decorado espectacular para una serie cuyo presupuesto asciende a los 10 millones de euros, algo nada habitual en la ficci¨®n espa?ola. La peste es un "thriller con tintes m¨ªsticos", seg¨²n su guionista, que sigue las investigaciones de unos asesinatos por parte de una at¨ªpica pareja, interpretados por Pablo Molinero y Sergio Castellanos.

"Como sevillano y como personaje sevillano que interpreto, hay algo de la serie que explica mucho la idiosincrasia sevillana, que es bastante compleja", explica uno de los protagonistas de la serie, Paco Le¨®n. El actor, con barba y pendiente en una oreja, da vida a Z¨²?iga, una suerte de buscavidas con aspiraciones sociales. "Sevilla est¨¢ a nivel de Par¨ªs de los sitios m¨¢s pagados de s¨ª mismos. Este pasado glorioso, por lo menos econ¨®micamente, tambi¨¦n explica un poco lo que tiene Sevilla de post¨ªn. Y de tipos tambi¨¦n. Ese se?orito andaluz, que creo que es Z¨²?iga, existe en la sociedad de la Sevilla de hoy", comenta el actor.

Si Sevilla es el fondo, la peste es la met¨¢fora. "M¨¢s all¨¢ de la enfermedad, la peste es una excusa para hablar de una situaci¨®n l¨ªmite. Lo que me interesaba tambi¨¦n era mostrar muchas formas de pensamiento y una moral distinta. Tanto que en determinados momentos se vuelve totalmente ajena a la actual", explica Alberto Rodr¨ªguez. "Hab¨ªa un barrio entero que era una manceb¨ªa, que rentaba a la Iglesia y al Ayuntamiento, que era completamente oficial. La Iglesia tuvo un debate interno porque pensaban por un lado que era un pecado y que no deb¨ªan hacerlo y por otro que era una forma de que el pecado no fuera a mayores", remata la explicaci¨®n. "Cre¨ªamos que era una buena met¨¢fora de la condici¨®n humana, de lo que significa el hombre y hasta qu¨¦ punto su corrupci¨®n est¨¢ detr¨¢s de la enfermedad y de la corrupci¨®n del sistema", incide por su parte Cobos. "Cuando detr¨¢s de lo hermoso hay un aguij¨®n", sentencia el guionista..

El encargado de dar forma a la Sevilla del siglo XVI en esta serie de seis episodios es Pepe Dom¨ªnguez del Olmo, habitual de las pel¨ªculas de Alberto Rodr¨ªguez. Con ¨¦l, pasear por los decorados del convento de Carmona es imaginar la juder¨ªa o las calles de esa manceb¨ªa citada anteriormente por el director de la serie, escenario importante en la misma. "Sevilla era una ciudad fortificada, no como la que conocemos hoy, que caben los coches de caballo. Es un momento en el que se est¨¢n tirando casas, cambiando todo el trazado urban¨ªstico", explica guiando a los periodistas por el interior del recinto, donde se ha trabajado el decorado en negativo, con apliques y muros falsos.