Carlos Herrera y los payasos de la tele

El Consejo de Administraci¨®n de RTVE tiene un problema ¡ªotro m¨¢s¡ª encima de la mesa. Se llama ?C¨®mo lo ves? Cabe la remota posibilidad de que, guiados por el siempre comprensible ataque de nostalgia, los programadores de la Santa Casa hayan decidido reeditar Los payasos de la tele, con Carlos Herrera en el papel de Fof¨® y con sus invitados en el de Locomotoro y los Chiripitifl¨¢uticos. Asumir esto ser¨ªa un insulto para Fof¨® y para Locomotoro y los Chiripitifl¨¢uticos.

Un Consejo de Administraci¨®n de RTVE serio y profesional (pfffffff) se reunir¨ªa esta misma ma?ana para ver qui¨¦n le pon¨ªa el cascabel al gato. O sea, qui¨¦n le dec¨ªa a Carlos Herrera que gracias por venir pero que ya, con lo que hemos visto nos basta y evitemos males mayores, nos equivocamos, suprimamos ?C¨®mo lo ves?

Pero indudablemente la voz m¨¢s grave y engolada (despu¨¦s de la de Luis del Olmo) en la historia de la radiodifusi¨®n espa?ola conserva buenas amistades en el Ente, donde ya condujo en el pasado sabias veladas de televisi¨®n como S¨¢bado noche, El programa de Carlos Herrera y As¨ª es la vida. As¨ª que no. Le dar¨¢n otra oportunidad. Y eso es porque parece que los programas en RTVE se reparten as¨ª, bajo la fatalidad del yo te doy y t¨² me das-te acuerdas cuando nosotros-lo que sea por un amigo-esto te lo arreglo yo pero ya.

Ver y escuchar un domingo por la noche a Carmen Lomana, Santiago Segura, Isabel Gemio, Pepe Navarro, Nuria Roca y C¨¦sar Cadaval de Los Morancos hablar del problema catal¨¢n en la televisi¨®n p¨²blica bajo la ¨¦gida populista y casi nada autocomplaciente de Carlos Herrera daba ganas de abrir las ventanas, abrir las ventanas porque no llegabas al retrete a expulsar la cena. Vale que estemos ante un programa de entretenimiento. La pregunta es: ?la imbecilidad es sin¨®nimo de ocio? As¨ª que, mientras esta duda no quede despejada, el cargo de To?i Prieto como directora de Entretenimiento en TVE deber¨ªa estar como poco en el aire.

El moranco Cadaval, que para eso le hab¨ªan llevado, explic¨® c¨®mo el otro d¨ªa tuvo que mear en un ¨¢rbol en una calle de Sevilla. Carlos Herrera, tan sevillano profesional de toda la vida ¨¦l, se re¨ªa mucho, pero quer¨ªa m¨¢s sangre. Y aclar¨® que estaban hablando de mear, "no de expulsar otras materias org¨¢nicas" o algo as¨ª, ante el gesto de pavor de la pobre Carmen Lomana, tan fina ella.

?Qu¨¦ siente usted ante la bandera espa?ola, orgullo, rechazo o indiferencia? ?D¨®nde pondr¨ªa usted la capital de Espa?a si hubiera que quitarla de Madrid... en Barcelona, en Sevilla, en Valencia o en Bilbao? ?Qu¨¦ contestar¨¢ Puigdemont ante el requerimiento del Gobierno? Estos fueron algunos de los temas planteados por Herrera. Recordemos el nombre de los invitados una vez m¨¢s: Isabel Gemio, Carmen Lomana, Santiago Segura, Pepe Navarro, Nuria Roca y el moranco Cadaval. Bueno, el caso es que daba igual. Lo ¨²nico que Carlos Herrera parec¨ªa desear como un loco era poner esta banderilla, tan de su estilo en la COPE pero a¨²n m¨¢s del estilo de Ans¨®n en el ABC verdadero: "Bilbao es de lejos la ciudad m¨¢s espa?ola que yo me he encontrado". ?Ele!

?C¨®mo lo ves? es un subproducto televisivo que da verg¨¹enza ajena, y no digamos propia. Uno m¨¢s. Pero no pasa nada. RTVE ya estaba cubierta de mugre gracias a su cobertura del foll¨®n catal¨¢n, consistente en programar comedias rom¨¢nticas mientras otras cadenas contaban en directo la m¨¢s grave crisis vivida por este pa¨ªs desde que el tricornio de Tejero asom¨® la anchoa por el Congreso de los Diputados. Este es el estado de la televisi¨®n p¨²blica. Unos payasos de la tele hablando de mear en un ¨¢rbol.