Gonzalo Pont¨®n: ¡°Hoy sufrimos la misma desigualdad que en el XVIII¡±

Voltaire, el intelectual comprometido con la justicia y la verdad, el gran combatiente por el progreso y adalid contra la infamia, daba pr¨¦stamos al 20% ¡°e intentaba que no se los devolvieran para as¨ª poder quedarse con el aval; y arrugaba la nariz a que los ni?os de campesinos fueran a escuela porque entonces, dec¨ªa, ?qui¨¦n trabajar¨ªa la tierra?¡±. La an¨¦cdota, con toda su retranca y el enciclop¨¦dico conocimiento hist¨®rico que comporta, define bien la personalidad del veterano editor Gonzalo Pont¨®n (Barcelona, 1944). Y, a su vez, la esencia ¨²ltima de su primer y ¨²nico libro, La lucha por la desigualdad(Pasado & Presente), por el que acaba de recibir los 20.000 euros del premio Nacional de Ensayo que otorga el ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte.

La tesis de las 780 p¨¢ginas del libro, galardonado por ¡°la fluidez y erudici¨®n de la prosa, por su inteligente indagaci¨®n en las ra¨ªces de la desigualdad y por su tratamiento de la Ilustraci¨®n desde una perspectiva novedosa y actual¡±, seg¨²n el jurado, las resume el siempre c¨¢ustico Pont¨®n en una sola frase: ¡°Las desigualdades sociales de hoy arrancan a finales del XVIII y, tristemente, hablando de ellas hablo de ahora mismo; sufrimos la misma desigualdad que entonces¡±.

B¨¢sicamente, todo arranca en Inglaterra, cuando los terratenientes, ¡°los mismos que ya controlaban el Parlamento¡±, argumentan que ¡°para que el pueblo progrese convienen grandes instalaciones agrarias y no la profusi¨®n de peque?as y parceladas tierras que dan un limitado alquiler y apenas subsistencia individual; con las nuevas leyes, mill¨®n y medio de campesinos deben abandonarlas y se convierten en mano de obra barata... Y as¨ª, entre cuatro, montan la revoluci¨®n industrial, pagando, claro, cuatro reales porque se bas¨® en el algod¨®n, producto salido de la tierra, cultivado por esclavos y con un carb¨®n para la maquinaria de vapor que proven¨ªa de la propia tierra... Ah¨ª se produce una destroza social¡±, asegura el autor. ?No hab¨ªa desigualdad social en la Edad Media, por ejemplo? ¡°La desigualdad siempre ha existido, pero hasta entonces era muy est¨¢tica; en ese instante dar¨¢ un salto enorme¡±.

Ese brinco mortal, tristemente, no ha hecho m¨¢s que agrandarse en los siglos XIX y XX, seg¨²n Pont¨®n, hasta extremos inimaginables que llevan a que hoy ¡°60 individuos tengan tanto dinero como 3.500 millones de personas; desde 2007, la gente rica es inmensamente m¨¢s rica; y la m¨¢s pobre, inmensamente m¨¢s pobre... Y as¨ª, claro, llegaremos a que uno solo tenga m¨¢s que 7.500 millones de personas; y entonces habremos descubierto a Dios; s¨ª, ser¨¢ ¨¦l¡±, dice, socarr¨®n e iconoclasta.

A?ade a la desigualdad econ¨®mica cl¨¢sica hoy una vertiente vital y otra intelectual. ¡°Las desigualdades crean tal frustraci¨®n que se traduce hasta en suicidios, que est¨¢n increment¨¢ndose¡±. La intelectual es m¨¢s sibilina: ¡°Se trata de tener a la gente atontada, d¨¢ndoles cualquier tipo de zanahorias; en el XVIII y ya antes, era la religi¨®n; hoy, es un entretenimiento banal que la aleje de una informaci¨®n que s¨®lo est¨¢ en manos de las clases dirigentes y que el pueblo no ha de tener. Las ¨¦lites han creado un mundo en el que s¨®lo est¨¢n ellas y s¨®lo ellas tienen una informaci¨®n privilegiada; huelga decir que ese desequilibrio se traducir¨¢ en desigualdad econ¨®mica¡±.

Es en esa l¨ªnea que hay que entender que Pont¨®n, que arranc¨® como editor en 1964 en la m¨ªtica Ariel, que en 1976 fund¨® Cr¨ªtica (Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural en 2007) y que cre¨® en 2011 la editorial Pasado & Presente, asegure: ¡°Me he pasado la vida, 53 a?os, fracasando como editor: siempre he hecho libros para hacer pensar, reflexionar, para que la gente sea consciente de su vida. ?Y que he conseguido?¡±, se pregunta ret¨®ricamente. Pero est¨¢ orgulloso de su libro: ¡°Es el de mi vida, desde que estudiaba Historia en la universidad que le daba vueltas a eso de la desigualdad, pero no ten¨ªa tiempo de escribirlo porque he sido un editor de picar piedra, de 13 y 14 horas en el despacho... Y si lo he podido hacer fue por los dos a?os que, por contrato, no pod¨ªa crear una editorial despu¨¦s de que me echaran de Planeta¡±, deja caer como otro gui?o sarc¨¢stico de la vida.

Su libro es, nunca mejor dicho, autoeditado: ¡°No me lo habr¨ªa publicado nadie, por grueso y porque es durillo, hace pensar, y el ensayo en Espa?a es autoayuda y las chafarder¨ªas de Chenoa¡±. En cualquier caso, hay una lucecita: ha vendido dos ediciones, unos 4.000 ejemplares. A¨²n as¨ª, Pont¨®n, que ahora no descarta escribir unas memorias, no ve demasiados elementos para pensar que el mundo ir¨¢ a mejor. Y saca a colaci¨®n los recientes Papeles del Para¨ªso o las denuncias que re¨²ne en su ¨²ltimo libro Naomi Klein. ¡°El pueblo ignora todo eso que es fruto de informaci¨®n privilegiada y eso es capital para la ¨¦lite. Eso tambi¨¦n es desigualdad¡±.

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Autor:?Gonzalo Pont¨®n.

Editorial:?Pasado Y Presente (2016).

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