Amnesias, canciones y vampiras vampirizadas, seg¨²n Carlos Vermut
El director presenta 'Qui¨¦n te cantar¨¢', un juego de identidades y espejos entre una cantante amn¨¦sica y una fan imitadora que le ayudar¨¢ a reconstruirse como estrella
Pocas pel¨ªculas han levantado tantas expectativas en el ¨²ltimo a?o como Qui¨¦n te cantar¨¢. Y eso que viene de un director, Carlos Vermut (Madrid, 1980), cuya primera pel¨ªcula, Diamond Flash (2011), se estren¨® en Internet. Claro que la segunda, Magical Girl (2014), gan¨® la Concha de Oro a mejor pel¨ªcula y la Concha de Plata a mejor direcci¨®n del festival de San Sebasti¨¢n. As¨ª empez¨® su traves¨ªa art¨ªstica del desierto, el afinamiento de su nuevo trabajo, que concursa en el Zinemaldia antes de estrenarse comercialmente el 26 de octubre.
Vermut arranca con una confesi¨®n: "Me he hecho mayor". Se ha refugiado de la exposici¨®n medi¨¢tica, ha trabajado puliendo el guion de una pel¨ªcula que habla de personas y personajes, de qui¨¦n se es y qui¨¦n se pretende ser. De falsificaciones, copias y el nacimiento de la identidad a trav¨¦s de una cantante amn¨¦sica y de la fan imitadora que le ense?ar¨¢ a ser de nuevo una gran estrella. En la cabeza del realizador bull¨ªan varios proyectos. Uno estaba relacionado con fantasmas y vampiros, y ese rastro queda en Qui¨¦n te cantar¨¢. "S¨¦ exactamente en qu¨¦ momento del guion cambi¨® la historia. En la primera la mujer era pose¨ªda por un esp¨ªritu. Y de esa historia, qued¨® la protagonista, el fantasma se convirti¨® en imitadora. En la ¨²ltima versi¨®n volvieron dos fantasmas, los de la culpa y de la madre, para dar poso", recuerda el cineasta, que empez¨® como ilustrador y comiquero, y aun hoy se dedica de vez en cuando a ello. Pero en realidad, a lo que recuerda su tercer filme es al mundo del cine, con sus espejos entre actores y personajes, entre creaciones y creadores. "Claro, porque un personaje de ficci¨®n es un ente indefinido, que se comporta como la gente que lo crea: el escritor le da voz: el director pone la c¨¢mara cerca o lejos y por tanto decide y enmarca su imagen; otros lo visten, le dan escenario y el actor le pone cara y da car¨¢cter. En fin, se construye por muchos".
En Qui¨¦n te cantar¨¢ Vermut reconoce ecos a Blade Runner. M¨¢s all¨¢ del obvio paralelismo entre reflexiones sobre la identidad, si en la de Ridley Scott se juega con la papiroflexia, en concreto con figuras de unicornios, aqu¨ª son barquitos de papel. "?Qu¨¦ suerte que me preguntes por esto y no por Almod¨®var! Me alegra porque hay bastantes referencias, como las dos clases que suponen la divinidad superior y los trabajadores, en una pir¨¢mide social. Gente que busca su identidad y replicantes que se nutren de las personalidades que le rodean. Desde luego hay algo rob¨®tico en una de mis hero¨ªnas. Soy fan de la est¨¦tica de los noventa, como se ve en Qui¨¦n te cantar¨¢, y Blade Runner marc¨® esa ¨¦poca". Tambi¨¦n habla de Tres mujeres, de Robert Altman. "Por supuesto, y sobre todo por su elemento m¨¢gico, que sobrevuela toda mi trama". Almod¨®var amigo y consejero de Vermut, ha sido otro de los faros en ciertos momentos del metraje.
En la escritura Vermut acab¨® sacrificando cierta ambig¨¹edad proque le sonaba a "artificio", y lo mismo hizo en la b¨²squeda de actrices, ya que ha trabajado con int¨¦rpretes que tienen "algo en su personalidad cercano a sus roles en pantalla". A qui¨¦n no se ve en Qui¨¦n te cantar¨¢ -la canci¨®n de Mocedades le apasiona al cineasta- es a Eva Amaral, que canta las canciones cuando las entona el personaje de la imitadora, encarnada por Eva Llorach. Najwa Nimri, que interpreta a la cantante, obviamente no necesita otra voz. "Amaral da otro significado ulterior a la historia, ya que ni siquiera la imitadora canta con su voz. Y de paso las dos voces que cantan los mismos temas son distintas, dan diversos matices, que me sirven para juguetear con el concepto de qui¨¦n vampiriza a qui¨¦n".
?Es la pel¨ªcula, con su reflexi¨®n sobre la identidad, otro retru¨¦cano sobre Carlos L¨®pez del rey, el aut¨¦ntico nombre de Vermut, que se desdobla as¨ª en persona y cineasta? Tras reflexionar sobre la banalizaci¨®n actual de la imagen, su multiplicaci¨®n, "que ha acabado con el misterio, porque ya no damos tiempo al tiempo, porque hemos matado a los s¨ªmbolos en pos de la literalidad", acaba: "Por supuesto, yo tambi¨¦n me cre¨¦. Aunque no fui consciente lo que hac¨ªa porque naci¨® en un fanzine como de broma". Echa a re¨ªr y apostilla "Ahora por encima de todo quiero hacer cine".
Durante el rodaje, su productor, Enrique L¨®pez Lavigne, dijo que la pel¨ªcula ten¨ªa el empaque para ir a Cannes. Pasado el festival franc¨¦s, que no la seleccion¨®, Qui¨¦n te cantar¨¢ concursa en el de San Sebasti¨¢n. "Todo el mundo quiere ir a Cannes. La ¨²nica diferencia es que Enrique lo dice y el resto no. Yo, cuando est¨¢ acabada la pel¨ªcula, no tengo m¨¢s que hacer. Como no depende de m¨ª, no digo nada. Para m¨ª Cannes no es un objetivo, me consta que hay directores a los que les preocupa mucho m¨¢s. Y no lo digo como nada malo, me gustar¨ªa ir al certamen franc¨¦s como me gustar¨ªa ir a Venecia. Lo que pasa es que Cannes tiene un punto de prestigio. Ahora bien, ?me parecen las pelis de Cannes mejores que las de San Sebasti¨¢n o Venecia? No necesariamente. Algunas de mis pel¨ªculas del a?o pasado, como El hilo invisible o Coco, no pasaron all¨ª. Piensa: las cosas que nos atraen, ?nos gustan por lo que son o por lo que representan?".
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