Grave cornada a Juan Leal
El diestro franc¨¦s cort¨® una oreja de poco peso en una tarde de toros nobles y mucho viento
PEDRAZA/CHAC?N, CORT?S, LEAL
Toros de Pedraza de Yeltes, justos de presentaci¨®n, bravos, nobil¨ªsimos y sosones.
Octavio Chac¨®n: pinchazo y estocada trasera (silencio); pinchazo y estocada (silencio); metisaca, estocada ¡ªaviso¡ª y tres descabellos (silencio).
Javier Cort¨¦s: tres pinchazos ¡ªaviso¡ª y estocada (silencio); dos pinchazos, metisaca, estocada ¡ªaviso¡ª (silencio).
Juan Leal: ¡ªaviso¡ª estocada trasera y tendida (oreja). Cogido por el tercer toro, sufri¨® una herida en la regi¨®n perianal de 25 cm con posible fractura del sacro coxis y orificio de salida en regi¨®n gl¨²tea. Pron¨®stico grave.
Plaza de Las Ventas. 25 de mayo. Duod¨¦cima corrida de feria. Csi tres cuartos de entrada (16.472 espectadores, seg¨²n la empresa).
El peligroso viento, otra vez, que tanto incomoda. Sin posibilidad de dominar capotes y muletas, el toreo queda reducido a una lucha contra los elementos que resta fuerza, genio e ideas.
Y la nobleza, esportones de nobleza de una corrida muy justa de presentaci¨®n de Pedraza de Yeltes, que super¨® la nota media de la feria en el caballo ¡ªalguno, como el segundo, empuj¨® con los ri?ones al peto y permiti¨® el lucimiento del picador Francisco Jos¨¦ Pe?a, y el sexto acudi¨® de largo y con alegr¨ªa¡ª, y destac¨® sobremanera en la muleta con un comportamiento nobil¨ªsimo y ciertas dosis de soser¨ªa, pero embisti¨® repetidamente con distintos niveles de fijeza.
Y tres damnificados: Chac¨®n, Cort¨¦s y Leal. Y el ¨²ltimo, con peor suerte, pues result¨® corneado por su primero cuando lo pasaba con la mano izquierda; al darse la vuelta para iniciar el pase de pecho, el toro lo levant¨® por detr¨¢s y le infiri¨® una grave cornada. A pesar del percance, y con evidentes gestos de dolor, Leal continu¨® la faena y a¨²n pudo trazar dos circulares antes de pasear brevemente una oreja y pasar a la enfermer¨ªa.
No fue un trofeo merecido. Leal destac¨® por su valor, pero tambi¨¦n por sus d¨¦biles fundamentos taurinos. As¨ª lo demostr¨® con el capote, que utiliza con muy escaso garbo, y la muleta. Lo mejor de su tarde, el inicio de faena, de rodillas en el centro del ruedo, aguant¨® el galope alegre del toro y traz¨® seis muletazos y dos de pecho henchidos de destreza y emoci¨®n. Ya de pie, el asunto perdi¨® fuelle; despu¨¦s, lleg¨® la cornada y la oreja compensatoria.
Y la nobleza, esa condici¨®n con la que sue?an tanto y tantos toreros, ha dejado en evidencia a los tres se?ores de luces. Unos, por su patente vulgaridad, y otro, como es el caso de Octavio Chac¨®n, porque se encontr¨® desubicado, con toretes de buen talante que fueron su perdici¨®n.
Chac¨®n es un veterano y reconocido lidiador, un maestro de la t¨¦cnica y del conocimiento ante los toros ¨¢speros y duros, pero inexperto y desangelado ante los toros con aspiraciones de artista. Tres toros mat¨® por la cogida de Leal, y en los tres se le vio como un n¨¢ufrago, sin claridad en las ideas, mientras el tendido guardaba silencio y a?oraba las tardes ¨¦picas de este torero con toros fieros. Con raz¨®n, Chac¨®n prefiere las corridas duras porque nadie mejor que ¨¦l conoce sus debilidades.
Y tampoco alcanz¨® la orilla con soltura Javier Cort¨¦s, un torero a¨²n por definir entre el valor, que lo tiene, y la gracia, que parece que no. Qu¨¦ duro debe de ser que los toros repitan una y otra vez, que t¨² des pases y m¨¢s pases y que la gente ni se inmute. Algo se estaba haciendo mal, y la culpa no era precisamente de los toros.
La corrida del domingo
Espect¨¢culo de rejoneo. Toros de Los Espartales, para Mart¨ªn Burgos, Rui Fernandes, Joao Moura jr., Joao Telles, Roberto Armend¨¢riz y P¨¦rez Langa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.