Jos¨¦ A. Campuzano, confesiones de un gran descubridor de figuras del toreo
Apoderado de Roca Rey y triunfador en los 80, un creyente en la inteligencia y la suerte
Jos¨¦ Antonio Campuzano (Gerena, Sevilla, 1954) es uno de los mejores ¡®ojeadores¡¯ de toreros de la actualidad; no en vano apodera a Roca Rey, a quien asesora desde que era un chaval, y elev¨® a la cima a un adolescente franc¨¦s llamado Sebasti¨¢n Castella. Pero antes fue cocinero: figura del toreo de la d¨¦cada de los ochenta, triunfador en Sevilla y Madrid, experto lidiador de corridas duras y un respetable maestro para los aficionados m¨¢s exigentes.
Ahora, a sus 65 a?os cumplidos, recuperado de una reciente ¡®cornada¡¯ en forma de ictus, sonriente, joven y feliz, seg¨²n confiesa, es un ¡®directivo¡¯ del toreo pegado a una agenda de papel, y un viajero incansable que busca diez minutos para disfrutar con sus dos nietos y compensar en parte un tiempo que no pudo gozar con sus hijos. Tiene un olfato especial para detectar figuras del toreo y est¨¢ convencido de que la inteligencia y la suerte son factores esenciales para alcanzar la gloria vestido de luces.
Ahora, su vida se la dedica a otro ¡®ni?o¡¯, Andr¨¦s Roca Rey, 22 a?os, a quien apodera desde sus inicios y con quien dice mantener una relaci¨®n de ¡®amigo a amigo¡¯.
¡°La vida del apoderado es muy sacrificada vayas o no con una figura¡±, afirma. ¡°Te tienes que dedicar plenamente al torero y estar pendiente de muchas peque?as cosas. Yo no tengo tiempo para nada, y no veo a Andr¨¦s todos los d¨ªas; pero si me necesita, all¨ª estoy.
¡°Ser figura es casi imposible; hay que ser un elegido¡±
- ?Es usted un consejero, un padre, un amigo¡?
- Lo m¨¢s importante es ser amigo a pesar de la diferencia de edad porque noto que el torero es un joven muy maduro. Le profeso un gran cari?o y en mi casa es como un tercer hijo, pero no lo es. Quiz¨¢, por eso, como mejor nos entendemos es de amigo a amigo.
Campuzano se ha sentido toda la vida apegado al campo, pero la vida lo ha convertido en un ¡®ejecutivo de cuentas¡¯ que se pasea por los aeropuertos de los pa¨ªses taurinos y pisa alfombras de cinco estrellas. Desde que finaliz¨® la temporada espa?ola ha vivido casi cuatro meses en Am¨¦rica, donde, a excepci¨®n de M¨¦xico, es el responsable absoluto de la carrera de Roca Rey, y en Espa?a est¨¢ asociado con Ram¨®n Valencia, empresario de la Maestranza, y entre ambos dirigen la carrera del torero peruano.
- Las grandes empresas se fusionan porque as¨ª lo exigen los mercados, y el toreo es una empresa m¨¢s. Ram¨®n y yo formamos un t¨¢ndem que funciona a la perfecci¨®n, coordinamos todo el trabajo y el torero est¨¢ muy contento.
- Y usted feliz¡
- Merece la pena trabajar en lo que te gusta, y, en mi caso, es el toro Me siento realizado. Duermo pl¨¢cidamente y me levanto cada ma?ana con la ilusi¨®n de poner en marcha nuevos proyectos.
- ?Se gana dinero como apoderado?
¡°Los aficionados me recuerdan que fui un torero importante¡±
- S¨ª. Es una actividad bien remunerada, pero el dinero no lo es todo en la vida. La felicidad es m¨¢s importante, sentirte a gusto, saber que sigues vivo en la profesi¨®n.
Jos¨¦ Antonio Campuzano ha triunfado con Castella y Roca Rey, pero ha vivido otras experiencias menos exitosas junto a Iv¨¢n Garc¨ªa, ?ngel Teruel, Alberto Aguilar, Paco Ure?a en sus inicios, y los toreros colombianos Ramiro Cadenas y Luis Miguel Castrill¨®n.
- ?Es dif¨ªcil ser figura del toreo?
- Casi imposible. Hay que ser un elegido. Se puede ser torero, pero figura durante veinte a?os y que te sientas respetado en tus decisiones, en tu sitio y honorarios es una meta casi inalcanzable.
- A usted se le presume un olfato especial para descubrir nuevos valores de la tauromaquia¡
- Digamos que me fijo much¨ªsimo. El m¨¦rito es verlo cuando un chaval tiene 12 o 14 a?os, que es cuando se pueden corregir defectos.
- ?Y cu¨¢les son las condiciones imprescindibles para ser torero?
- La primera, que lo parezca; despu¨¦s, la vocaci¨®n, es decir, si es grande o no el vaso de su ambici¨®n, y, en tercer lugar, pero no menos importante, la inteligencia. Y otra m¨¢s: la suerte de que aparezca el hombre id¨®neo que lo asesore y le muestre el buen camino.
- Quiere decir que muchas figuras en potencia se han perdido por falta de suerte.
- S¨ª, pero tambi¨¦n he aprendido que los elegidos siempre encuentran la persona que necesitan a su lado.
Al final de su vida activa como torero, Campuzano se imagin¨® como empresario de un negocio relacionado con el campo, pero la vida le mostr¨® otros derroteros.
¡°Cuando vislumbras el ocaso de tu carrera, crees que est¨¢s preparado para desenvolverte en otras parcelas de la vida, y eso es un error. Pronto te das cuenta de que has vivido en un mundo absorbido por el toro, que es un ser muy celoso. El torero vive en otro mundo, siempre para el toro, sufriendo por el toro, y apenas te das cuenta de que existe otra realidad¡±.
- Y en esas apareci¨® Sebasti¨¢n Castella¡
- Lo conoc¨ª de causalidad, con motivo de su participaci¨®n en un festival que se celebr¨® en la localidad francesa de Manduel. Era un chaval con 14 a?os, y le atisb¨¦ unas condiciones extraordinarias. Pronto se present¨® en mi casa, donde lo acogimos como uno m¨¢s de la familia, y me vaci¨¦ en ¨¦l totalmente.
- ?Se sinti¨® reflejado en ¨¦l como torero?
- As¨ª es. Sebasti¨¢n representaba mi continuidad como torero. Sent¨ª que esa era mi vida y no los negocios. Yo era un t¨ªo raro, como la mayor¨ªa de los toreros, y pronto comprend¨ª que pod¨ªa ser muy feliz en ese trabajo. Estuvimos juntos once a?os, y aqu¨ª sigo cada vez m¨¢s ilusionado.
Campuzano es ahora un apoderado exitoso, pero tiene a sus espaldas una larga y prestigiosa carrera como matador de toros.
¡°Siempre crees que pudiste hacer algo m¨¢s, pero es el aficionado el que me ha hecho pensar que fui un torero importante. No me quit¨® el sue?o ninguna corrida, y las lidi¨¦ muy duras. En mi ¨¦poca hab¨ªa toreros con mucha capacidad, y yo estaba entre ellos¡±.
Tom¨® la alternativa en Sevilla el 29 de abril de 1973. Cruz¨® a hombros la Puerta del Pr¨ªncipe en 1982 tras cortar tres orejas a la corrida de Guardiola; y al a?o siguiente y en 1987 sabore¨® la gloria de la Puerta Grande de Las Ventas. Tambi¨¦n sufri¨® el dolor de las cornadas; una de ellas, en Calahorra, el 3 de septiembre de 1984, y otra, (¡°la que m¨¢s da?o moral me caus¨®¡±) al a?o siguiente en Madrid, a manos de un toro de Victorino Mart¨ªn.
En el 96 anunci¨® su retirada, y el adi¨®s definitivo lo decidi¨® en el a?o 2000. Desde entonces, sigue triunfando desde el callej¨®n.
- Por cierto, ?desde cu¨¢ndo conoce a Roca Rey?
- Lo vi torear por primera vez un becerro en la ciudad peruana de Bambamarca; ten¨ªa 12 a?os y recuerdo que me sorprendi¨® mucho. Pasado un tiempo, habl¨¦ con sus padres y con ¨¦l, y me dijo que estaba dispuesto a viajar a Espa?a para ser figura del toreo. Y as¨ª hizo en la ¨¦poca de vacaciones escolares hasta que cumpli¨® los 16.
- Y usted no se equivoc¨®¡
- Digamos que me siento muy feliz¡
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