Homenaje a Chaves Nogales en Londres ante su tumba sin nombre
El acto, organizado por el Gobierno de Espa?a, re¨²ne al bisnieto del periodista y a la bisnieta del torero Belmonte
Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) supo combinar en su fascinante trayectoria como espa?ol y periodista las dos posiciones ante el mundo que consideraba m¨¢s inteligentes: la de Mariano Jos¨¦ Larra, embozado para no ser confundido con el alarde celtib¨¦rico casposo, y la de P¨ªo Baroja, siempre con las manos en los bolsillos "en su af¨¢n por descubrir alg¨²n rasgo de humanidad en la sierpe gigantesca que se arrastra por las aceras".
En una ma?ana fr¨ªa y soleada, un grupo de compatriotas se congreg¨® este mi¨¦rcoles ante la tumba sin nombre donde reposa el primer reportero moderno del periodismo espa?ol, en el cementerio londinense de North Sheen. El Instituto Cervantes quiso que este fuera el acto m¨¢s emotivo del ciclo Cielos tan distintos a los suyos,?con el que se rinde homenaje al 80 aniversario del exilio republicano. "Un momento profundo y lleno de contenido para reivindicar, en tiempos de propaganda y falsas noticias, el periodismo que se afana en buscar la verdad", ha explicado el director de la instituci¨®n en la capital brit¨¢nica, Ignacio Peyr¨®.?
El embajador de Espa?a, Carlos Bastarreche, y el nieto de Chaves Nogales, Antony Jones, han depositado sobre la tumba una corona de rosas rojas. "No hace falta una l¨¢pida con su nombre. Hay miles de l¨¢pidas en las manos de muchos lectores, que siguen leyendo su inmensa obra", explica Antony mientras muestra el ejemplar de A sangre y fuego que ha querido traer al cementerio. El actor y director del Cervantes Theatre en Londres, Jorge de Juan, ha le¨ªdo el pr¨®logo de esa obra, que para muchos seguidores de Chaves Nogales deber¨ªa ser de lectura obligada en las escuelas. "Yo era eso que los soci¨®logos llaman un peque?oburgu¨¦s liberal, ciudadano de una rep¨²blica democr¨¢tica y parlamentaria", comienza el texto. El escritor Andr¨¦s Trapiello, quien descubri¨® a miles de espa?oles la figura del periodista, ha querido acudir a North Sheen para rendir homenaje al maestro. "Tenemos derecho a reclamarle todos, pero quiz¨¢ con m¨¢s raz¨®n todos los que entienden que Chaves Nogales ha estado en esta tumba durante cincuenta a?os, sin l¨¢pida, sin fecha y sin nombre, por el empe?o que tuvieron dos Espa?as en sepultarle. Fue un testigo inc¨®modo y el primero que denunci¨® que con extremismos no se construye un pa¨ªs", dice Trapiello.
La biograf¨ªa de Juan Belmonte (Juan Belmonte, matador de toros; su vida y sus haza?as), un libro prodigioso que reuni¨® a un escritor no especialmente taurino y a un torero que descifr¨® la vida m¨¢s all¨¢ del ruedo, es la obra por la que muchos lectores descubrieron a Chaves Nogales. Discretamente, bajo el cielo londinense, se juntaron para celebrar su pasado com¨²n la bisnieta de Belmonte, Tatiana Beca Osborne, y el bisnieto del periodista, Alfred Lealman Chaves. ?l ya ha decidido cambiar el orden de sus apellidos para pasar a ser Alfred Chaves. Ella descubri¨®, al leer la historia de su bisabuelo, su vocaci¨®n de escritora. "Lo le¨ª con 15 a?os. Lo he vuelto a releer varias veces a lo largo de mi vida. Para m¨ª, la mejor biograf¨ªa que se ha escrito en castellano. Ya conoc¨ªa al torero, por todo lo que me cont¨® mi abuela. Con Chaves Nogales conoc¨ª a la persona, mucho m¨¢s fascinante. Me descubri¨® a un autodidacta genial que, desde una posici¨®n humilde, alcanz¨® una enorme altura profesional e intelectual", cuenta Tatiana.
Chaves Nogales muri¨® solo, a los 47 a?os, en un hospital de Londres. El bando franquista hab¨ªa puesto precio a la cabeza de un republicano dem¨®crata, de izquierdas, que permaneci¨® en su puesto hasta el minuto mismo en que se dio cuenta, con una premonici¨®n que a¨²n hoy asombra leer, de que no hab¨ªa nada que hacer con un pa¨ªs que estaba dispuesto a aniquilarse mutuamente a garrotazos. "De mi peque?a experiencia personal, puedo decir que un hombre como yo, por insignificante que fuese, hab¨ªa contra¨ªdo m¨¦ritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros", escribi¨®.
De Madrid huy¨® a Par¨ªs. De Par¨ªs, a Londres. Y en sus ¨²ltimos cuatro a?os pudo dirigir la agencia Atlantic Pacific Press, al frente de m¨¢s de cuarenta periodistas, colaborar con la BBC y tener columna propia en el prestigioso Evening Standard. Porque Chaves Nogales recorri¨® de punta a punta el convulso mundo que le toc¨® vivir, y supo contarlo con un periodismo moderno y sincero mucho antes de que lo reivindicaran figuras como Truman Capote o Norman Mailer. Siempre desde una posici¨®n humilde, siempre en un segundo plano. Lo delatan todas las fotograf¨ªas que de ¨¦l se conservan. Lejos del centro del encuadre, constantemente a un lado. Observando, escribiendo, escuchando, analizando.? "Los actuales peri¨®dicos de Empresa tienen o deben tener una ideolog¨ªa pol¨ªtica y religiosa, que en todo momento ha de estar patente y clara. Lo que me parece superfluo es que cada uno de los colaboradores, redactores y reporteros del peri¨®dico est¨¦n reiterando d¨ªa a d¨ªa su fe liberal, conservadora, socialista o comunista, para desesperaci¨®n de sus lectores", dec¨ªa Chaves Nogales en 1929, en el Heraldo de Madrid. De las pocas fotos que refejan su exilio londinense, hay una en la que sonr¨ªe como un ni?o y extiende a los lados las piernas mientras se dirige hacia la c¨¢mara montado en una bicicleta. Con la felicidad del hombre que supo retener hasta el ¨²timo minuto el control de su conciencia, sin saber que de paso sosten¨ªa la de muchos compatriotas que, como ¨¦l, solo pose¨ªan una "¨²nica y humilde verdad, un odio insuperable a la crueldad y a la estupidez".
Babelia
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